PROBLEMAS DE COAGULACION
GRAVES, EN PACIENTES DE COVID-19
*El 70% de los pacientes que murieron por
Coronavirus presentaban formaciones anormales de coágulos
Después
de un año de que se detectara el primer caso de Covid-19 en Wuhan, China, se
siguen haciendo nuevos descubrimientos relacionados con esta enfermedad que ya
ha infectado a más de 50 millones de pacientes.
Hoy
sabemos que esta enfermedad puede afectar pulmones, cerebro, corazón, entre
otros órganos importantes, debido a que causa anormalidades de coagulación que
pueden llegar a ser fatales.
En
aproximadamente el 25% de pacientes en estado crítico por Covid-19 se
detectaron coágulos anormales en las venas o embolia pulmonar y en el 70% de
los fallecidos tenían coagulación anormal en todo el organismo, por lo que es
importante que los pacientes confirmados con esta enfermedad se practiquen
pruebas de hemostasia, de acuerdo a las directrices de las organizaciones
internacionales como la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH).
La
hemostasia consiste en una serie de mecanismos que mantienen un equilibrio en
la sangre, permitiendo la formación de coágulos en las zonas donde hay heridas
para evitar sangrados o hemorragias.
Pero
un desequilibrio en este proceso puede ocasionar que estos coágulos se forman
en exceso y viajen a zonas como el cerebro, corazón o pulmones, causando
afectaciones graves o la muerte.
“Cuando
hay un coágulo sanguíneo y éste se descompone aparece una proteína llamada
Dímero D. En el momento que un paciente se hace una prueba para medir la
proteína de Dímero D y el resultado arroja una alta concentración significa que
tiene un trastorno de la coagulación y un médico con este diagnóstico puede
prescribir un tratamiento que evite que el paciente con Covid-19 sufra
afectaciones mayores”, indicó Dulce Carolina Reyes Luengas, directora de
Negocio Diagnóstico In Vitro Siemens Healthineers en México, Centroamérica y El
Caribe.
La
prueba de Dímero D consiste en la extracción de una muestra de sangre que se
analiza, en un lapso de alrededor de seis minutos, y permite saber si el
paciente tiene una concentración anormal de la proteína. Dependiendo del
resultado, el médico puede determinar la gravedad del paciente con Covid-19, y
así comenzar el tratamiento adecuado de inmediato, reduciendo la posibilidad de
secuelas que se pudieran presentar luego de la recuperación.
“Nuestras
pruebas de coagulación están jugando un papel importante en el diagnóstico,
tratamiento y manejo de anomalías de la coagulación en pacientes con COVID-19.
Hemos estado trabajando diligentemente para producirlas a un mayor volumen que
nunca antes; y continuaremos estos esfuerzos para satisfacer una demanda aún
mayor de pruebas”, concluyó Dulce Carolina Reyes.
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