LA CAPACIDAD DE DIAGNOSTICO DEBE IMPORTAR

SIEMPRE, Y NO SOLO DURANTE LOS BROTES

“Nadie debe sufrir o morir por falta de servicios de diagnóstico o de pruebas adecuadas”, señaló en 2018, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, cuando se publicó por primera vez la Lista de pruebas diagnósticas esenciales a fin de detectar de manera oportuna las afecciones más comunes y algunas otras de importancia mundial.

Este hecho remarcó la importancia de vincular el uso de terapias con las pruebas de diagnóstico a fin de avanzar firmes hacia la Cobertura Universal de Salud.

Hoy, brotes como el ébola o el más reciente COVID-19, ponen de manifiesto que emergencias de salud como estas ponen a prueba a los sistemas de salud de todo el mundo y que la detección temprana es crítica para hacerles frente.

Todos los sistemas de salud debieran pensar en terapias y pruebas de diagnóstico como una mancuerna inseparable, aunque por desgracia no siempre se invierte en ambos rubros con la misma importancia.

En este texto, el doctor Madhukar Pai, director del Centro Internacional de TB McGill, destaca que los diagnósticos son un componente fundamental de una estrategia de contención de brotes, pues permiten implementar estrategias de control basadas en evidencia y sin demora para contener el brote y salvar vidas.

Entonces ¿por qué solo discutimos la capacidad de diagnóstico durante brotes y emergencias?

También recuerda que, para que la Cobertura de Salud Universal sea exitosa, los diagnósticos deben tener un papel más protagónico.

“La atención médica de alta calidad comienza con la búsqueda de atención, seguida de un diagnóstico que conduce a una terapia adecuada. Las enfermedades individuales y los brotes no se pueden detener si la causa no se identifica temprano”, concluyó.