MAS DE 40 MILLONES DE
MEXICANOS EN EMERGENCIA LABORAL
●Por el Covid-19 urge proteger el empleo, el
ingreso y la salud de quienes trabajan; por lo que piden a empleadores no
pensar “primero y únicamente” en los despidos
●El grupo más afectado en lo laboral serían
7.7 millones de personas sin empleo
La
pandemia del Covid19 que afecta a México y gran parte del mundo, plantea una
emergencia en el mercado laboral que coloca a más de 40 millones de mexicanos
en una situación de emergencia laboral ante las acciones de mitigación y
contención del virus y, sobre todo, ante medidas de ajuste económico que están
adoptado empresas privadas y gobiernos.
La
emergencia plantea la urgencia de adoptar medidas que protejan el empleo, el
salario y el acceso a los servicios de salud de los mexicanos que aún antes de
la crisis sanitaria ya laboraban sin condiciones de trabajo digno, según alerta
Frente
a la Pobreza.
“La
amenaza sanitaria se traduce también en un alto riesgo de incrementar la
pobreza y la desigualdad ante medidas de ajuste económico que producen
desempleo o reducen ingresos”, dijo Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de esta
organización ciudadana.
El
grupo más afectado en lo laboral serían 7.7 millones de personas sin empleo, en
la peor situación. Además, hay 12 millones de personas que trabajan por su
cuenta y 21 millones que trabajan en micro y pequeñas empresas, por lo que les
resulta muy difícil aislarse en sus domicilios ya que su supervivencia depende
de sus bajos ingresos.
Además,
debe considerarse que casi 27 millones de personas que trabajan no tienen
acceso efectivo a los servicios de salud de la seguridad social. La mayoría de
quienes trabajan por su cuenta (12.2 millones) y también porque aun teniendo un
trabajo asalariado y subordinado se le viola la afiliación obligatoria a la
seguridad social (15 millones). A los que se suma los 7.7 millones que no
tienen trabajo.
VIVIR
AL DIA
Gran
parte de las personas que trabajan en México viven al día. Entre quienes
trabajan con salario y de manera subordinada, casi la mitad, 14.8 millones
carecen de ingreso suficiente para mantener una familia. Y entre quienes
trabajan por su cuenta, otros 6.1 millones tampoco ganan el equivalente al
costo de dos canastas básicas.
Por
otra parte, está el riesgo del despido sin liquidación. Quienes están
subcontratados bajo modalidades de negocios ilegales como el llamado
outsourcing o las diversas formas que se usan para no otorgar contratación
estable, que son 18 millones de personas con trabajo asalariado (51%), y que
por carecer de contrato escrito o permanente pueden ser despedidos sin
liquidación alguna por parte de empresas que solo cuidan sus ganancias.
Frente a la Pobreza hace un llamado al gobierno para adoptar las
medidas urgentes que estén a su alcance para proteger el empleo y el ingreso
laboral de los mexicanos que trabajan.
También
hace un llamado enfático a las empresas a tomar medidas alternas de ajuste
económico y no pensar primero y únicamente en el recorte laboral. En esta
situación se deben respetar los derechos laborales y no agudizar la
precarización del trabajo.
La
organización civil urge empezar a delinear qué medidas se requieren para que
una vez superada esta situación -deseablemente en pocos meses- se puedan
enfrentar los efectos y evitar que quienes viven con mayores carencias y
vulnerabilidad asuman un costo mayor.
Hay
propuestas que cobran aún mayor vigencia:
●
Recuperación gradual del salario mínimo, para que llegue a ser suficiente para
una familia. El ajuste a mediados de año
podría ser una medida razonable a considerar.
●
Medidas de protección a la economía familiar, especialmente para zonas con
mayor rezago social, incluyendo un plan de emergencia con transferencia
temporal de ingresos a quienes pierdan su fuente de trabajo.
●
Plan de integración del sistema de salud para garantizar la atención a todas
las personas (universal) con calidad y equidad (asequible). Ante una crisis
como la que vivimos esto resulta por demás evidente, debiera poderse aplicar al
conjunto de los retos epidemiológicos y no solo al Covid19.
●
Creación de un sistema de cuidados, tanto para niñas y niños, como para
personas mayores, enfermas o con discapacidad, que posibilite la inclusión
laboral de mujeres y la revaloración de las tareas de cuidado y del hogar
●
Transparencia y medidas de evaluación del gasto público en lo social,
especialmente para los programas sociales a fin de que se asignen sin
discrecionalidad, sin sesgo político y para garantizar que logren los
resultados esperados, ahora que se vuelven indispensables para la sobrevivencia
de millones de hogares.
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