LAS ACCIONES DE POLÍTICA PÚBLICA PARA EL DESARROLLO DE LA
HERBOLARIA, SOLO FAVORECEN A LAS GRANDES FARMACÉUTICAS
*La actual NOM deja fuera de
la jugada a los pequeños productores mientras los grandes laboratorios se
apoderan de nuestras tradiciones ancestrales: FNIHMATN
“Las acciones de política pública impulsadas por el IMSS y por la
Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sólo
favorecen a las grandes empresas farmacéuticas y no al sector herbolario
(agricultores, recolectores, productores y comerciantes de tratamientos
herbolarios) ni al pueblo de México”, asegura Emmanuel Zúñiga, presidente de la
Federación Nacional de la Industria de Herbolaria y Medicina Alternativa,
Tradicional y Naturista (FNIHMATN).
Los artículos 215 y 126 de la Ley Federal de Salud establecen que
todo producto al cual se le reconozcan propiedades farmacológicas y
terapéuticas debe ser elaborado como medicamento, pero el sector
herbolario -constituido por micro y pequeñas empresas- no cuenta con las
instalaciones que le permitan crear un producto que por norma alcance la
categoría de medicamento, sólo el de tratamiento, por lo que el
sector que por siglos ha mantenido la tradición de la medicina herbolaria
indígena queda anulado.
Explicó que la NOM 248 de Remedios Herbolarios establece que para
la elaboración de medicamentos se deben contar con instalaciones cotizadas en
al menos 20 millones de pesos, lo cual es irreal para un sector de mpymes que
por siglos ha realizado tratamientos herbolarios de forma artesanal y con base
en las recetas tradicionales.
De esta forma, el gobierno no está apoyando al pequeño productor,
mucho menos la siembra y la recolección de las plantas tradicionales.
CONOCIMIENTO INDIGENA VS LABORATORIOS
Zuñiga comenta que si bien es cierto que las autoridades del IMSS
así como Julio Sánchez y Tépoz, titular de la Cofepris, han participado en
tratar de instalar una política pública de reconocimiento a la medicina
tradicional herbolaria mexicana, también es cierto que estas políticas atentan
contra el conocimiento popular pues siendo la Ley Federal de Salud como
actualmente es, la validación científica del conocimiento tradicional indígena,
da pie a que sólo se puedan producir medicamentos que únicamente los grandes
laboratorios pueden hacer.
En pocas palabras: el conocimiento popular de nuestra medicina
indígena está siendo raptado para los grandes laboratorios
Es importante reconocer la labor realizada por las autoridades
pero necesita ser redireccionada y tomar en cuenta al sector para juntos crear
una política pública para beneficiar realmente el desarrollo herbolario.
“Es por ello que insistimos en que es necesario que productores,
investigadores y académicos participen en el fortalecimiento del marco legal de
la medicina herbolaria pues su desarrollo requiere de una regulación justa y
humanitaria que permita el crecimiento de este sector que representa una
alternativa real de salud para millones de mexicanos y que genera empleos para
miles de familias”, afimó Zuñiga.
Los pequeños productores no tienen el conocimiento ni la capacidad
para elaborar un medicamento como lo establece la Ley Federal de Salud; es
decir, como lo hace la industria farmacéutica.
Lo que sí tienen los pequeños productores es el conocimiento
popular y ancestral que va más allá de un protocolo de investigación: la gente
sabe las características de las plantas, en qué momento sembrarlas, cortarlas y
en qué momento hacer las infusiones y cómo combinarlas para la producción de
tratamientos herbolarios.
El problema radica en que la Ley Federal de Salud, cuando reconoce
en una planta propiedades farmacológicas y terapéuticas, establece que sólo
puede ser utilizada para la elaboración de medicamentos, lo que deja fuera de
la jugada a los pequeños productores.
“Es imposible pretender que en los lugares recónditos de nuestro
país, o que un sector formado por microempresas, la gente vaya a crear
tabletas, pastillas, etc. en condiciones equivalentes a un laboratorio de
patente. No es que los productos estén fuera de norma o de buenas prácticas de
manufactura, pero obviamente nuestro sector carece de las instalaciones de los
grandes laboratorios farmacéuticos y del conocimiento para desarrollar un
protocolo de investigación”, sostuvo el presidente de la Federación Nacional de
la Industria de Herbolaria y Medicina Alternativa, Tradicional y Naturista.
Sin embargo, no es correcto que se pretenda negar el conocimiento
popular de la medicina tradicional herbolaria cuando incluso la OMS la reconoce
y pide a los gobiernos que fomenten el uso de la medicina tradicional de sus
países por ser una alterativa de salud, y no que se documente el conocimiento
popular para hacer medicamentos que sólo las grandes industrias farmacéuticas
puede crear.
QUE ES LA FNIHMATN
Representa a los campesinos que siembran y recolectan plantas
medicinales así como a los productores de remedios medicinales, tratamientos y
suplementos alimenticios con ellas elaborados, a los locales que los
comercializan y a los terapeutas que los usan y recomiendan.
Su objetivo es defender, preservar y difundir la medicina
tradicional indígena herbolaria así como las medicinas naturistas y
alternativas que de ella se desprenden o que de alguna forma hacen uso de las
hierbas y plantas cosechadas por los campesinos mexicanos.
La FHMA es la voz de agricultores, recolectores, productores,
fabricantes, distribuidores y vendedores de plantas medicinales y productos de
medicina naturista que con el propósito de conservar la vasta tradición
herbolaria en México, reclaman el reconocimiento de su importancia.
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