HERIDAS, CURACIONES Y BOTIQUINES PARA NIÑOS
*Los accidentes son más frecuentes en
el hogar y por ello los padres deben estar alertas
*Corresponde a la SEP enseñar
primeros auxilios en heridas y quemaduras, lo que favorece la interacción de
los chicos y ganar confianza en sí mismos
Todo niño busca relacionarse de manera innata e inquieta con aquello que le
rodea, razón por la cual la mayor parte de las veces lo hacen actividades al
aire libre, en la escuela, e incluso en el propio hogar donde manejan objetos
que, en su mayoría, no están diseñados para ellos.
Estos peligros deben encender la alarma de cualquier padre y madre ante la
alta probabilidad que ocurra un accidente.
Sin embargo, corresponde a la Secretaría de Educación Pública enseñar el
cómo abordar y brindar un primer auxilio frente a heridas y quemaduras, y de
esta forma reducir las secuelas que se crean en el proceso de interacción del
pequeño con el mundo que lo rodea, para transformarlo en aprendizaje y en una
mayor confianza en sí mismo.
“Los niños están primariamente expuestos a presentar raspaduras o
laceraciones por los juegos con pelota, caídas de bicicleta, golpes por
balones, e incluso por el choque entre ellos mismos. También pueden sufrir
heridas, producto de la incorrecta manipulación de un objeto metálico o
punzocortante. Todas ellas, por lo general, vienen acompañadas de sangre, la
que impacta al niño y a sus padres”, explica Concepción García, enfermera
especialista clínico de BSN medical.
Con el fin de evitar infecciones, la experta enumera el paso a paso para el
tratamiento de heridas:
1.- El adulto que auxiliará al menor debe lavarse las manos o usar gel
antibacterial antes de inspeccionar la parte dañada.
2.- Lavar la zona con abundante agua y jabón neutro para remover cualquier
basura, como tierra o asfalto.
3.- Realizar una revisión del grado de profundidad, cuidando lo más posible
no hacer más daño.
4.- Secar sin tallar usando una gasa estéril para preservar el tejido
desprotegido.
5.- Cubrir con una gasa estéril nueva para impedir la entrada de
microorganismos.
6.- Colocar un apósito con almohadillas para recoger el exudado propio del
proceso de cicatrización de la herida.
Una vez que se realizan estos pasos, la especialista explica que la sangre
debe comenzar a ceder después de tres o cinco minutos. En caso que esto no
ocurra, se debe acudir al servicio de urgencias más cercano a fin de descartar
algún traumatismo o para suturar.
“Las heridas y laceraciones en la cabeza y rostro son las que más sangre
pueden presentar, dado que la irrigación sanguínea es mayor en esas zonas. A
los pasos ya descritos se debe sumar el humedecer la gasa estéril con agua fría
y realizar ligera presión para contener el flujo. Por ningún motivo se debe
medicar al menor, ya que algunos síntomas que no se presentan inmediatamente
pueden ocultarse, impidiendo al médico realizar un correcto diagnóstico y
tratamiento”, explica Concepción García.
BOTIQUIN ELEMENTAL CONTRA HERIDAS
Aunque los accidentes no pueden preverse, es fundamental llevar un pequeño
botiquín básico en el auto, la bolsa, y en la mochila del menor.
“La recomendación es meter, en una bolsita de plástico o cajita de metal,
los siguientes artículos: una pastilla de jabón neutro, gel antibacterial, o
toallitas individuales alcoholadas; apósitos de tres tamaños con almohadillas
no adherentes e hipoalergénicas, y algodón. Es importante vigilar la fecha de
caducidad de estos productos e insumos, manteniéndolos en un lugar fresco,
limpio, y alejado de la humedad y los rayos del sol”, comenta.
¿Qué hacer cuando el menor se expone a una quemadura, y los padres no saben
identificar el grado de lesión que le provoca, por ejemplo cuando son resultado
de contacto con sustancias calientes o generadas por electricidad?
En casos como estos, la especialista recomienda mantener la mayor calma
posible y evitar agregar sustancias extras, como pomadas o ungüentos.
Es muy importante no retirar lo que haya causado la quemadura, dado que
sustancias como huevo o gasolina, se adhieren o extienden más sobre la piel al
momento de removerlos.
“Si una quemadura se produce por el mal manejo de sustancias químicas o
abrasivas, debe trasladarse al menor al servicio de emergencias más cercano, en
donde la limpiarán correctamente y regularán la temperatura de la piel del
pequeño, para evitar mayores lesiones. En el caso de líquidos, éstos debe
exponerse al flujo de agua fría”, concluye.
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