martes, 30 de agosto de 2016


HERIDAS, CURACIONES Y BOTIQUINES PARA NIÑOS


*Los accidentes son más frecuentes en el hogar y por ello los padres deben estar alertas

*Corresponde a la SEP enseñar primeros auxilios en heridas y quemaduras, lo que favorece la interacción de los chicos y ganar confianza en sí mismos


Todo niño busca relacionarse de manera innata e inquieta con aquello que le rodea, razón por la cual la mayor parte de las veces lo hacen actividades al aire libre, en la escuela, e incluso en el propio hogar donde manejan objetos que, en su mayoría, no están diseñados para ellos.
Estos peligros deben encender la alarma de cualquier padre y madre ante la alta probabilidad que ocurra un accidente.
Sin embargo, corresponde a la Secretaría de Educación Pública enseñar el cómo abordar y brindar un primer auxilio frente a heridas y quemaduras, y de esta forma reducir las secuelas que se crean en el proceso de interacción del pequeño con el mundo que lo rodea, para transformarlo en aprendizaje y en una mayor confianza en sí mismo.
“Los niños están primariamente expuestos a presentar raspaduras o laceraciones por los juegos con pelota, caídas de bicicleta, golpes por balones, e incluso por el choque entre ellos mismos. También pueden sufrir heridas, producto de la incorrecta manipulación de un objeto metálico o punzocortante. Todas ellas, por lo general, vienen acompañadas de sangre, la que impacta al niño y a sus padres”, explica Concepción García, enfermera especialista clínico de BSN medical.
Con el fin de evitar infecciones, la experta enumera el paso a paso para el tratamiento de heridas:
1.- El adulto que auxiliará al menor debe lavarse las manos o usar gel antibacterial antes de inspeccionar la parte dañada.
2.- Lavar la zona con abundante agua y jabón neutro para remover cualquier basura, como tierra o asfalto.
3.- Realizar una revisión del grado de profundidad, cuidando lo más posible no hacer más daño.
4.- Secar sin tallar usando una gasa estéril para preservar el tejido desprotegido.
5.- Cubrir con una gasa estéril nueva para impedir la entrada de microorganismos.
6.- Colocar un apósito con almohadillas para recoger el exudado propio del proceso de cicatrización de la herida.
Una vez que se realizan estos pasos, la especialista explica que la sangre debe comenzar a ceder después de tres o cinco minutos. En caso que esto no ocurra, se debe acudir al servicio de urgencias más cercano a fin de descartar algún traumatismo o para suturar.
“Las heridas y laceraciones en la cabeza y rostro son las que más sangre pueden presentar, dado que la irrigación sanguínea es mayor en esas zonas. A los pasos ya descritos se debe sumar el humedecer la gasa estéril con agua fría y realizar ligera presión para contener el flujo. Por ningún motivo se debe medicar al menor, ya que algunos síntomas que no se presentan inmediatamente pueden ocultarse, impidiendo al médico realizar un correcto diagnóstico y tratamiento”, explica Concepción García.

BOTIQUIN ELEMENTAL CONTRA HERIDAS

Aunque los accidentes no pueden preverse, es fundamental llevar un pequeño botiquín básico en el auto, la bolsa, y en la mochila del menor.
“La recomendación es meter, en una bolsita de plástico o cajita de metal, los siguientes artículos: una pastilla de jabón neutro, gel antibacterial, o toallitas individuales alcoholadas; apósitos de tres tamaños con almohadillas no adherentes e hipoalergénicas, y algodón. Es importante vigilar la fecha de caducidad de estos productos e insumos, manteniéndolos en un lugar fresco, limpio, y alejado de la humedad y los rayos del sol”, comenta.
¿Qué hacer cuando el menor se expone a una quemadura, y los padres no saben identificar el grado de lesión que le provoca, por ejemplo cuando son resultado de contacto con sustancias calientes o generadas por electricidad?
En casos como estos, la especialista recomienda mantener la mayor calma posible y evitar agregar sustancias extras, como pomadas o ungüentos.
Es muy importante no retirar lo que haya causado la quemadura, dado que sustancias como huevo o gasolina, se adhieren o extienden más sobre la piel al momento de removerlos.
“Si una quemadura se produce por el mal manejo de sustancias químicas o abrasivas, debe trasladarse al menor al servicio de emergencias más cercano, en donde la limpiarán correctamente y regularán la temperatura de la piel del pequeño, para evitar mayores lesiones. En el caso de líquidos, éstos debe exponerse al flujo de agua fría”, concluye.



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