LA TECNOLOGÍA, SUBUTILIZADA EN EL
APRENDIZAJE Y ENSEÑANZA EDUCATIVA
*Su adecuado uso permitirían al alumno acceder a nuevos
conocimientos, apoyado por el maestro, quien es el formalizador del aprendizaje
dentro del aula
“Desarrollar un pensamiento crítico, analítico y avanzado a través
del uso de la tecnología es posible. Incluso, diversos estudios realizados
desde la década de 1980 han demostrado que el empleo adecuado de ésta puede
mejorar el aprendizaje de los alumnos”, señaló Ana Isabel Sacristán Rock,
investigadora del Departamento de Matemática Educativa del Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
De hecho, las nuevas tecnologías pueden servir al alumno, sobre
todo en el área de matemáticas, como un andamiaje para que accedan a ideas
“avanzadas” más temprano de lo que normalmente lo harían.
En algunos casos excepcionales hay profesores que desarrollan
proyectos innovadores empleando herramientas tecnológicas, como el llamado Trigonometría
sin dolor, que enseña conceptos a nivel secundaria que por lo general
se aprenden en la preparatoria.
Hay herramientas que pueden ser muy valiosas en educación, como es
el caso de la geometría dinámica.
“Estamos acostumbrados a ver en un libro de texto un triángulo
estático, pero si aplicamos las herramientas digitales uno puede hacer
triángulos y mover y jugar con esas construcciones que permiten entender más
sus propiedades.
“Al utilizar la tecnología podemos estirar los vértices, y ver
cómo se comportan las bisectrices, mediatrices, al hacer que el triángulo se
deforme, sea más obtuso, más agudo o recto. Este movimiento causa mucho impacto
en términos del aprendizaje”, destacó la investigadora.
A pesar de casos como los anteriores, la utilización de las
herramientas digitales aún es muy pobre, pues se utiliza como una extensión de
lo que ya se hace.
FALTAN MAESTROS CAPACITADOS
Para la experta en matemática educativa se debe incluir la
tecnología con la idea de un cambio en la pedagogía del aula, donde el alumno tenga
más actividades de exploración y un papel dinámico, porque ya tiene más acceso
a la información (a través de internet), y lo importante ahora es poder crear y
construir (con el apoyo de las computadoras).
Esto se puede hacer empleando software de programación, como el
llamado Logo, surgido desde la década de 1960, y trabajando colaborativamente
en ejercicios con el fin de desarrollar un pensamiento crítico y analítico.
Además, de esa forma se permite aplicar la colaboración en línea.
“Y ese es el objetivo, dice Sacristán Rock, que la tecnología le
dé el poder al alumno, más allá del acceso por internet a cualquier tema, de
tener acceso a explorar y construir conocimientos. Pero no deja de ser
importante el profesor, porque es la guía, el estructurador, y sobre todo, el
formalizador del conocimiento dentro del aula”.
Sin embargo, existen problemas que dificultan esta inserción de
las herramientas digitales, ya que, en opinión de la investigadora del
Cinvestav, el uso que se le da a éstas en las escuelas es muy esporádico, por
lo tanto no se logran tener los resultados esperados; es decir, que los alumnos
aprendan, exploren y construyan conocimientos propios.
Otro problema es la falta de capacitación de los maestros, ya que
es factor crucial que un docente sepa cómo implementarlas de manera adecuada en
el aula.
Si el profesor no está capacitado, el impacto será muy bajo.
A los profesores les puede llevar hasta tres años para que cambien
su manera de pensar, y entiendan cuál y cómo puede ser el rol de la tecnología,
porque usarla para hacer lo mismo que se hacía antes, no es el objetivo.
Debemos entender que los maestros son inmigrantes digitales, en
cambio los niños son nativos, por lo que son hábiles con las tecnologías.
Pero el conocimiento tecnológico debe combinarse con herramientas
pedagógicas y matemáticas, sólo así se puede llegar a crear un mejor
aprendizaje.
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