miércoles, 22 de junio de 2011

SEDENTARISMO


SEDENTARISMO,  EL PEOR ENEMIGO DE LA SALUD

Dolores Rodríguez Ramírez
De acuerdo con el estilo de vida que se lleva actualmente, que se ha vuelto sedentaria, las personas ven mermada su energía, cada vez están más estresados y expuestos a las enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer de colon, de mama y, probablemente, a otros tipos de este padecimiento.
Para evitar este riesgo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su estrategia global en dieta, actividad física y salud, en la que sugiere que cuando menos 30 minutos de actividad física regular, de moderada a intensa, la cual a la larga redundará en una mejor salud.
Se refiere sobre todo a las personas que llevan un estilo de vida sedentaria, es decir, que pasan más tiempo sentadas o acostadas, o simplemente, sin moverse. Sin embargo, hay ejercicios que toda persona puede hacer ante un escritorio, frente a la televisión, o simplemente cuando se está en una silla.
Igualmente, muchas se pasan casi todo el día encerradas en una oficina y sentadas frente a la computadora. Aún así, pueden aumentar los niveles de energía, aliviar el estrés, quemar calorías y recuperar la salud.
Si éste es su caso, intente realizar, poco a poco, estos ejercicios:
Ocupe todo el asiento y con los brazos a los costados, con una pierna dé un paso hacia delante de manera que el muslo quede paralelo al piso, cuente hasta tres, vuelva la pierna a su lugar y repita con la otra. De esta forma también se pueden realizar pequeñas caminatas. ¡Inténtelo!
De pie y con la espalda contra la pared, mueva los pies hacia el frente lo más lejos posible, hasta que la pared sostenga todo el peso de la espalda. Doble las rodillas poco a poco de manera que éstas formen un ángulo de 90 grados y mantenga la postura todo el tiempo que sea posible.
Párese firmemente teniendo la silla (sin ruedas) detrás, con los pies separados, doble las rodillas como si fuera a sentarse, cargando el peso del cuerpo sobre los talones. Cuando las piernas estén paralelas al asiento de la silla eleve el cuerpo hasta llegar a la posición de pie.
En esta posición, con los dedos de los pies hacia delante, doble lentamente las rodillas hasta que no se puedan ver los dedos y regrese lentamente a la posición original.
Tómese un tiempo para desayunar o tomar café e intente estirar los brazos y piernas. Levante y baje los talones apoyándose en la mesa o en el escritorio. Levántese lo más frecuentemente que pueda y camine hacia otra oficina, hacia el elevador y si tiene cerca una escalera úsela dos o tres veces al día.
Mientras está sentada, apretar los glúteos contando hasta tres y vuelva a relajarlos. En casa haga algunos ejercicios abdominales. Con la espalda sobre el piso doble las piernas sobre el abdomen y rodeándolas con los brazos impúlsese hacia delante, cuente hasta tres y vuelva a la posición original.
Mientras está sentada levante los hombros, ya sea juntos o uno por uno, hasta que casi toque las orejas, cuente hasta tres y luego relájese.
Estos sencillos ejercicios le darán el pase a otros de mayor fuerza que podrá realizar el fin de semana en casa. Incluso la caminata, con movimientos firmes y algo acelerados, ayudan a relajar el cuerpo, deshacerse del estrés y después se convierte en algo placentero. Si lo hace cuando recorre aparadores, acompañada o simplemente para que el perro también se ejercite, en poco tiempo verá los beneficios.


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