ALIMENTOS QUE PROTEGEN A TU
BEBE EN INVIERNO
Se
acerca el invierno y, con él, las enfermedades en vías respiratorias que
afectan, sobre todo, a los niños. Para que ellos puedan disfrutar al máximo
estas fiestas navideñas sin la incomodidad de la tos o la gripa, es importante
ayudarles a fortalecer su sistema inmune. La buena noticia es que, a través de
una alimentación sana y balanceada, podemos lograrlo.
Las
vitaminas que se obtienen a través de una alimentación adecuada son el mejor
aliado para proteger a los niños de cualquier infección en vías respiratorias,
pues son sustancias que promueven el correcto funcionamiento del organismo.
En
la temporada invernal, el aumento de actividades, junto con el descenso de la
temperatura y el cambio de horario, demandan más energía de lo habitual y, por
lo mismo, es importante mantener una dieta rica en vitaminas para evitar
cualquier deficiencia y fortalecer el sistema inmune de los pequeños.
Aquí
te decimos algunas de las más esenciales y los alimentos en donde puedes
encontrarlas:
Vitamina
C: Los cítricos como la naranja y el kiwi o las verduras como la coliflor,
el brócoli, las espinacas y el pimiento rojo son alimentos ricos en esta
vitamina, la cual es la principal en potenciar el sistema inmune para evitar
resfriados e incluso ayudan a aliviarlos cuando ya se tienen.
Vitamina
B: Los alimentos ricos en vitamina B fortalecen el sistema inmunológico y
también el sistema nervioso. Esta vitamina puede ser encontrada en legumbres,
germinados y huevo, por lo cual son sencillos de preparar y probablemente ya
son del agrado de tu bebé.
Vitaminas
A, D y E: Este grupo de vitaminas liposolubles, o sea que se disuelven en
grasas, ayudan estimulando la producción de células que son indispensables para
el correcto funcionamiento del sistema inmune, ya que regulan la respuesta de
éste. La vitamina A puede ser encontrada en tomates, zanahorias y algunos
mariscos. La D es un gran aliado para activar las defensas y se obtiene
principalmente del sol; sin embargo, también se la puedes ofrecer a tu hijo a
través del salmón, cereales enriquecidos y algunos productos lácteos como leche
entera, yogures enteros, mantequilla y quesos como el gouda y parmesano.
Finalmente, la vitamina E puede
encontrarse en el aceite de oliva o en frutos secos como las almendras y las
avellanas, que quedan muy bien al molerse en cremas para que los niños las
ingieran de forma segura.
En
el caso de los bebés, la mejor defensa se encuentra en la leche materna, pues
contiene compuestos inmunológicos, como los leucocitos maternos, que
proporcionan inmunidad activa y promueven el desarrollo de la inmunocompetencia
del bebé.
Una
sana alimentación es la base para que los niños estén resguardados de las
enfermedades que vienen con el invierno, pero es importante acompañar ésta con
otros hábitos saludables como evitar el consumo elevado de azúcar, la comida
procesada o las grasas trans.
La
actividad física y descansar apropiadamente durante la noche son otros factores
que, combinados con la buena alimentación, crean una barrera de protección para
todos.
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