SINDROME DE TURNER:
TRASTORNO DEL CRECIMIENTO QUE
MAS AFECTA FISICA Y
EMOCIONALMENTE A LAS NIÑAS
*El diagnóstico y tratamiento oportunos
pueden optimizar el tratamiento de las pacientes y la repercusión psicosocial
de esta enfermedad en la etapa adulta
El
síndrome de Turner es un trastorno del crecimiento y desarrollo propio de niñas
y adolescentes, el cual es muy poco común.
De
acuerdo con el último reporte del Centro Nacional para la Salud de la Infancia
y la Adolescencia (CENSIA), afecta solamente a 1 de cada 2 mil 500 niñas recién
nacidas.
Por
este motivo, es considerada como una enfermedad rara; sin embargo, es el
trastorno del crecimiento que más afectación física y emocional causa en
quienes lo padecen.
Al
respecto, la doctora Leticia García, endocrinóloga pediatra y jefe del
Departamento de Endocrinología del Hospital Infantil Federico Gómez, explicó
que el síndrome de Turner es un trastorno genético que afecta al desarrollo de
las niñas, cuya causa es un cromosoma X ausente o incompleto.
“Este
trastorno del crecimiento, que no es hereditario, puede originar una variedad
de problemas médicos y de desarrollo, como baja estatura, falta de desarrollo
sexual y defectos cardíacos”, precisó.
El
diagnóstico oportuno puede optimizar el tratamiento de estas pacientes y su
repercusión psicosocial en la etapa adulta. “El síndrome de Turner se puede
diagnosticar antes del nacimiento, durante la infancia o en la primera
infancia. A veces, el diagnóstico se demora hasta la adolescencia o los primeros
años de la edad adulta en las mujeres que tienen signos y síntomas leves de
esta enfermedad”, informó la especialista.
Antes
del nacimiento se puede diagnosticar la presencia de síndrome de Turner con una
ecografía prenatal o un análisis de ADN fetal para la detección de anomalías
cromosómicas en el bebé a partir de una muestra de sangre de la madre.
A
partir del nacimiento y durante la niñez, algunos signos del síndrome de Turner
son cuello ancho y de implantación muy lateral, orejas de implantación baja,
pecho ancho con pezones de gran separación, línea de cabello baja en la parte
posterior de la cabeza, paladar alto y estrecho, uñas de manos y pies angostas,
abultamiento del dorso del pie al nacimiento, estatura menor que la del
promedio en el nacimiento, retraso en el crecimiento, defectos cardíacos,
mandíbula inferior retraída o pequeña, dedos de manos y pies cortos.
Los
signos más frecuentes del síndrome de Turner en la adolescencia y juventud son
estatura baja e insuficiencia ovárica. Los periodos de crecimiento acelerado
propios de la infancia no se dan en estas pacientes y la estatura adulta es
significativamente más baja (20 centímetros) que la de sus familiares del mismo
sexo.
IMPACTO EN LA SALUD FISICA Y MENTAL
La
doctora García informó que el síndrome de Turner puede afectar el desarrollo
adecuado de diversos sistemas del cuerpo y que algunas de las complicaciones
que pueden producirse son problemas cardiacos de nacimiento, con la arteria
aorta principalmente; presión arterial alta; pérdida auditiva; problemas de
visión como miopía y estrabismo; malformación y problemas renales; trastornos
autoinmunitarios como tiroiditis de Hashimoto y enfermedad inflamatoria
intestinal; obesidad y mayor riesgo de contraer diabetes; así como problemas de
crecimiento y desarrollo de los huesos, lo que deriva en una curvatura hacia
delante de la parte superior de la espalda y propensión a la osteoporosis.
“Además
de estos síntomas, lo que causa una gran afectación psicológica en las
pacientes es la imposibilidad de iniciar los cambios sexuales esperados de la
pubertad, lo que detiene el desarrollo y lleva a la infertilidad en la mayoría
de los casos”, advirtió la jefe del Departamento de Endocrinología del Hospital
Infantil Federico Gómez.
La
inteligencia es normal en la mayoría de los casos, pero puede haber retraso en
el desarrollo; problemas de aprendizaje relacionados con la memoria y
atención, y problemas de conducta.
“Las
niñas con síndrome de Turner pueden tener dificultades para desempeñarse en
situaciones sociales, sufrir trastorno obsesivo compulsivo, así como ansiedad y
depresión, y tener un mayor riesgo de padecer trastorno por déficit de atención
e hiperactividad”, de3stacó la doctora García.
ATENCION MEDICA PARA UNA VIDA DE
CALIDAD
“Las
pacientes con síndrome de Turner tienen posibilidades reales de tener mayor
calidad de vida. Para ello, necesitan atención médica constante de varios
especialistas. Los controles regulares y una atención médica adecuada pueden
ayudar a la mayoría de las niñas y mujeres a vivir vidas sanas e
independientes”, dijo la especialista.
De
acuerdo con la doctora García, no existe una cura para el síndrome de Turner,
“pero existe el tratamiento para mejorar sus síntomas, como la hormona de
crecimiento humano o somatropina, que lleva a un aumento de estatura comparable
al de las mujeres sanas. Para ayudar a iniciar el desarrollo sexual, cuyos
signos suelen aparecer en la pubertad, entre los 9 y 12 años, los médicos
pueden recetar una combinación de estrógeno y progesterona, que favorece que la
niña empiece a menstruar y la protege contra la osteoporosis”.
“Es
importante que se hagan consultas de rutina y con varios especialistas para
atender a los diversos problemas de salud derivados del síndrome de Turner. El
pronóstico es generalmente bueno. Por este motivo, los chequeos regulares son
importantes. Además, con las nuevas terapias se puede lograr la fertilidad en
algunos casos e incluso un pequeño porcentaje de pacientes puede tener
embarazos espontáneos”, concluyó la especialista en endocrinología pediátrica.
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