DESINFORMACION Y COVID-19:
UNA ECUACION RIESGOSA
Vivimos
en una era en donde la información está al alcance de nuestras manos y, es tan
inmediata que podemos toparnos con datos confusos y sin sustento científico,
que pueden llevarnos a construir falsas creencias.
En
los últimos meses y en medio de la pandemia por Covid-19, la desinformación se
ha convertido en una seria amenaza a la salud pública.
Para
abordar el fenómeno, la OMS se asoció con varias plataformas digitales como
Twitter, Facebook, TikTok e Instagram para promover actualizaciones en tiempo
real.
También
se puso en marcha la campaña #StopTheSpread, en la que se aconseja utilizar
fuentes confiables sobre el coronavirus, como la propia OMS y las autoridades
sanitarias.
¿Es
necesaria esta ola de esfuerzos? ¿De verdad necesitamos un manual para
verificar lo que vemos en nuestro timeline? Rotundamente, sí. Pero no se trata solamente
de ir a una plataforma, cazar noticias falsas y datos erróneos, para luego
publicar correcciones sobre esa información.
Cada
red social tiene su propia naturaleza y usuarios, por lo que deben contemplarse
abordajes distintos que respondan a la forma en que fluye la desinformación.
Por
ejemplo, este estudio analizó la variabilidad entre el contenido con información
precisa e inexacta; y analizó las formas en que se propagó en cinco plataformas
(Twitter, Instragram, YouTube, Reddit y Gab).
Si
bien Gab resultó la más susceptible a la difusión de información errónea, no sólo
es cuestión del contenido sino de otros factores como algoritmos de interacción
de cada red social y los patrones de interacción de los usuarios, o los grupos
o intereses en los que se mueven.
Esto
no significa que las plataformas digitales no deban considerarse esenciales
para la preparación, respuesta y recuperación de la salud pública, se trata de
implementar estrategias que involucren a las audiencias de manera segura y
equitativa, al tiempo que las organizaciones de salud pública trabajan de cerca
con los desarrolladores de dichos canales.
Ejemplo
de esto es #ScienceUpFirst, un movimiento desarrollado por un equipo de
científicos y comunicadores de la salud para detener la propagación de la
información errónea.
Aquí
puedes conocer más sobre la iniciativa y unirte a través de redes sociales.
¡Todas y todos podemos aportar y comunicar hechos basados en la ciencia!
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