PARTICULAS DE LA
CONTAMINACION EN CORAZONES HUMANOS QUE PUEDEN ACELERAR INFARTOS AL MIOCARDIO:
DATOS DE LA UVM
*Un niño inhala diferentes volúmenes de
contaminantes que un adulto, por lo que, es preciso considerar evitar que realice
actividades deportivas en el pico de PM2.5
Al
presentar la reciente investigación sobre la presencia de nanopartículas
magnéticas en corazones humanos, la doctora Lilian Calderón Garcidueñas, neuropatóloga e
investigadora de la Universidad del Valle de México, y autora de la
investigación, puso en evidencia la presencia de nanopartículas ricas en hierro
-magnetita- en las células cardíacas.
Afirma
la investigadora que esto puede acelerar el proceso de isquemia, producir
vasoconstrucción y daño severo isquémico del miocardio; es decir, infarto al
miocardio, lo que hace urgente la necesidad de priorizar el control de la
contaminación del aire por partículas.
La
investigación titulada “Nanopartículas magnéticas de contaminación
atmosférica derivadas de la combustión -y la fricción- en corazones humanos”,
publicado en la revista científica Journalresearch, recupera hallazgos de
diversas investigaciones realizadas por la doctora Lilian Calderón, sobre la
presencia de nanopartículas en el organismo.
Debido
a su tamaño nanométrico, estas se introducen a través de la inhalación por el
tracto respiratorio y son transportadas por el torrente sanguíneo, por lo que
pueden llegar a cualquier órgano, incluso niños en útero (fetos) son alcanzados
y afectados, provocando cambios genéticos.
La
especialista explicó que en la investigación se analizaron 72 corazones humanos
provenientes de autopsias a personas fallecidas en edades de entre 9 y 24 años;
63 de ellos eran de residentes de la zona metropolitana de la Ciudad de México
y 9 controles de quienes vivieron en áreas con menos contaminación.
“A
pesar de su juventud, estos individuos ya presentaban un daño neurovascular
significativo y la enfermedad de Alzheimer en evolución”, destacó.
En
el análisis se pone de manifiesto que estas partículas finas contienen
diferentes materiales orgánicos e inorgánicos, incluyendo endotoxinas y metales
que producen un estrés oxidativo importante y alteran a cada uno de los
organelos del ventrículo derecho e izquierdo, con lo que se daña directamente
al miocardio y trae alteraciones con consecuencias graves a corto y a largo
plazo.
PREOCUPACION
POR EL AIRE EN LA CDMEXICO
Una
preocupación adicional en PM en el aire es la fuerte co-asociación entre las
concentraciones de la magnetita e hidrocarburos poliaromáticos unidos a
partículas (PAHS), especialmente el benzopireno -cancerígeno- de alto peso
molecular formado durante la combustión y el cual puede causar leucemia.
“Un
niño inhala diferentes volúmenes de contaminantes que un adulto o que una
persona de la tercera edad, por lo que, es preciso considerar evitar que
realice actividades deportivas en el pico de PM2.5 (doce horas del día), ya que
esto provoca que ingrese una gran cantidad de aire contaminado en relación a su
tamaño, que por sus características tiene un cerebro en desarrollo vulnerable a
cualquier alteración neurotóxica”, explicó.
Si
no se compensa la inflamación crónica del miocardio y el estrés oxidativo del
retículo endoplásmico, como resultado de la incursión de las nanopartículas con
actividad redox activa, magnética y rica en hierro, se puede estimular el
desarrollo de estados cardiovasculares fisiopatológicos en niños y adultos
jóvenes en ambientes contaminados.
La
especialista en patología advirtió que alrededor de 25 millones de habitantes
de la Ciudad de México están expuestos crónicamente a contaminación por encima
de la normaUSEPA (EnviromentalProtection Agency en los Estados Unidos), por lo
que es importante que los individuos pongan especial atención en las
recomendaciones de contingencias ambientales, tales como, no exponerse en los
horarios pico de contaminantes, evitar exposición durante tiempo prolongado a
vialidades con tráfico pesado, no exponerse a quema de madera, ni de quema de
petardos.
Agregó
que es preciso atender la necesidad de realizar intervenciones tempranas de
cardioprotección. Consideró que es imprescindible que los niños realicen
ejercicio en ambientes cerrados, evitar actividad física al aire libre, tomar
Vitamina D y tener una dieta mediterránea que consiste en verduras, nueces,
almendras, carne en cantidades moderadas, aceite de oliva y evitar bebidas con
fructosa y bebidas energéticas.
En
la investigación participó un equipo multidisciplinario de la Universidad de
Montana, Instituto Nacional de Pediatría, Instituto de Estadística de la India,
Hospital HMG de México, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de
Virginia, Universidad de Oxford, y el Centro de magnetismo ambiental y
paleomagnetismo, Lancaster Environment Center, Universidad de Lancaster.
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