martes, 13 de agosto de 2019




PARA FOMENTAR LA CURA DEL ALZHEIMER; FOMENTAR LA INNOVACION



¿Qué pasa en el cerebro que hace que un día una persona sea un médico muy eficiente, en un gran consultorio, y al día siguiente ofrezca a sus invitados una cena que ya han comido?
Esa es la pregunta del billón de dólares, una que todavía no tiene una respuesta clara.
El Informe Mundial sobre el Alzheimer 2018, de la Alzheimer’s Disease International, reporta que 50 millones de personas en el mundo viven con algún tipo de demencia y de ellas, la tercera parte con Alzheimer.
Esta enfermedad que ha superado al cáncer como la más temida y que, al menos en Estados Unidos, mata a más personas que el cáncer de mama y próstata juntos.
Este padecimiento avanza tan a prisa que cada tres segundos se reporta un nuevo caso.
El documento también destaca que desde 1998 se han probado cien medicamentos, pero sólo cuatro han sido autorizados.
El panorama podría ser desolador, pero existe la esperanza de un futuro distinto en donde la palabra clave es: innovación.
Sobre el tema David Ricks, presidente de IFPMA, escribió un artículo para el Financial Times, en el que señala que el avance en la investigación y desarrollo de terapias para el Alzheimer depende de dos factores clave: dirigir fondos privados para enfermedades difíciles y fortalecer las leyes de propiedad intelectual.
A continuación rescatamos algunos puntos con los que Ricks explica los por qués:
El Alzheimer es la única enfermedad, entre las diez principales causas mundiales de muerte, que carece de un tratamiento para frenarla.
El costo global anual estimado de atención para personas con Alzheimer y otras formas de demencia es de mil millones de dólares, similar al gasto total global en todos los productos farmacéuticos.
Las tasas de fracaso han sido más altas en el desarrollo de fármacos contra el Alzheimer que en casi cualquier otra enfermedad.
En el cáncer, uno de cada cinco medicamentos completa la prueba con éxito; en el Alzheimer, es uno de cada 200. Una razón es la dificultad de encontrar participantes en ensayos clínicos.
Al menos la mitad de los pacientes con demencia no son diagnosticados clínicamente.
Los ensayos clínicos más cortos son clave para alentar la inversión privada, que ayuda a financiar más del 70% de los estudios sobre el Alzheimer.
Algunas personas argumentan que la forma de reducir los costos de atención médica es reducir las protecciones de propiedad intelectual.
Pero un sistema de IP fuerte produce avances hoy y gangas mañana. Una medicina eficaz contra el Alzheimer, después de una vida de patente típica de 13 años después de la aprobación, seguiría entregando valor durante décadas. Nada en salud es más productivo.
Las proteínas beta amiloide que están fuertemente asociadas aparecen en el cerebro de 10 a 20 años antes de que los pacientes experimenten algún cambio en el pensamiento o la memoria.
Una mujer de 65 años cuyo cerebro está acumulando grupos amiloides aún está a años de un diagnóstico de Alzheimer; sin embargo, un medicamento creado hoy está, en promedio, a 14 años de ayudarla. “Su esperanza, y la nuestra, es encontrar un avance ahora”, concluye David Ricks.
(Información proporcionada por AMIIF)



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