PARA FOMENTAR LA CURA DEL
ALZHEIMER; FOMENTAR LA INNOVACION
¿Qué pasa en el cerebro que hace que un día una
persona sea un médico muy eficiente, en un gran consultorio, y al día siguiente
ofrezca a sus invitados una cena que ya han comido?
Esa es la pregunta del billón de dólares, una que
todavía no tiene una respuesta clara.
El Informe Mundial sobre el Alzheimer 2018, de la Alzheimer’s Disease International, reporta que 50 millones de personas en el
mundo viven con algún tipo de demencia y de ellas, la tercera parte con
Alzheimer.
Esta enfermedad que ha superado al cáncer como la más
temida y que, al menos en Estados Unidos, mata a más personas que el cáncer de
mama y próstata juntos.
Este padecimiento avanza tan a prisa que cada tres segundos se reporta un nuevo
caso.
El documento también destaca que desde 1998 se han probado cien
medicamentos, pero sólo cuatro han sido autorizados.
El panorama podría ser desolador, pero existe la
esperanza de un futuro distinto en donde la palabra clave es: innovación.
Sobre el tema David Ricks, presidente de IFPMA,
escribió un artículo para el Financial Times, en el que señala que el avance en
la investigación y desarrollo de terapias para el Alzheimer depende de dos
factores clave: dirigir fondos privados para enfermedades difíciles y
fortalecer las leyes de propiedad intelectual.
A continuación rescatamos algunos puntos con los que
Ricks explica los por qués:
El Alzheimer es la única enfermedad, entre las diez principales causas
mundiales de muerte, que carece de un tratamiento para frenarla.
El costo global anual estimado de atención para personas con Alzheimer y
otras formas de demencia es de mil millones de dólares, similar al gasto total
global en todos los productos farmacéuticos.
Las tasas de fracaso han sido más altas en el desarrollo de fármacos contra
el Alzheimer que en casi cualquier otra enfermedad.
En el cáncer, uno de cada cinco medicamentos completa la prueba con éxito;
en el Alzheimer, es uno de cada 200. Una razón es la dificultad de encontrar
participantes en ensayos clínicos.
Al menos la mitad de los pacientes con demencia no son diagnosticados
clínicamente.
Los ensayos clínicos más cortos son clave para alentar la inversión
privada, que ayuda a financiar más del 70% de los estudios sobre el Alzheimer.
Algunas personas argumentan que la forma de reducir los costos de atención
médica es reducir las protecciones de propiedad intelectual.
Pero un sistema de IP fuerte produce avances hoy y gangas mañana. Una
medicina eficaz contra el Alzheimer, después de una vida de patente típica de
13 años después de la aprobación, seguiría entregando valor durante décadas.
Nada en salud es más productivo.
Las proteínas beta amiloide que están fuertemente
asociadas aparecen en el cerebro de 10 a 20 años antes de que los pacientes
experimenten algún cambio en el pensamiento o la memoria.
Una mujer de 65 años cuyo cerebro está acumulando
grupos amiloides aún está a años de un diagnóstico de Alzheimer; sin embargo, un
medicamento creado hoy está, en promedio, a 14 años de ayudarla. “Su esperanza, y la nuestra, es encontrar
un avance ahora”, concluye David Ricks.
(Información proporcionada por AMIIF)
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