EMOCIONES, DETONANTE DEL SINDROME DE INTESTINO IRRITABLE
*El eje Intestino–Cerebro se vincula con la presencia de este padecimiento
Los probióticos contribuyen al control de síntomas como la diarrea y el
dolor abdominal
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un padecimiento con una
importante frecuencia en la población de nuestro país.
Sobre el particular, los especialistas indican que el Síndrome de Intestino
Irritable es un problema multifactorial, que puede agravar sus síntomas debido
a agentes tan variados como un antecedente de infección bacteriana, un grupo de
alimentos o condiciones psicosociales.
“Se publicó en el Consenso Mexicano del Síndrome de Intestino Irritable,
que la incidencia y prevalencia de esta condición es muy variable, entre un 3%
y hasta un 35%, tomando como base los diversos criterios médicos”, manifestó la
doctora Beatriz Barranco Fragoso, gastroenteróloga y endoscopista del Centro
Médico Hospitalario 20 de Noviembre.
“En las décadas recientes, los investigadores se han enfocado a lo que se
conoce como un eje neurogastrointestinal o intestino cerebro, en el que juegan
un rol preponderante una serie de factores que vienen a través del sistema
nervioso central, son neuroreceptores que generan cambios en la mucosa
gastrointestinal ocasionado un síntoma de diagnóstico del Síndrome de Intestino
Irritable, el dolor abdominal”, añadió la especialista.
Esta molestia abdominal puede prolongarse hasta por más de tres meses, hay
cambios en la frecuencia de las evacuaciones, puede ser estreñimiento o incluso
diarrea.
Por eso, se dice que existen 4 tipos de Síndrome de Intestino Irritable:
con predominio a estreñimiento, con predominio a diarrea, el mixto y el
inespecífico.
Este conjunto de signos y síntomas, reconocidos como un trastorno funcional
digestivo, no son curables, pero que pueden ser controlado adecuadamente; sin
embargo, para su adecuado diagnóstico, es fundamental que el paciente vaya a
consulta con el médico, así como evitar el abuso de laxantes y supositorios y
la automedicación.
Hay una enorme presión emocional en los pacientes con SII, que incluso
puede derivar en un tratamiento multidisciplinario, para mejorar su control y
su calidad de vida.
“En el tratamiento del SII, generalmente se recomienda aumentar la
actividad física, bajar de peso. En la última década en la Asociación Mexicana
de Gastroenterología, los médicos han realizado estudios sobre el uso de los
probióticos para los padecimientos de tipo funcional, estos estudios continúan;
no obstante, hoy se sabe que los probióticos, usados como suplementos tienen un
impacto positivo en la probiota intestinal, así como en el control de la
diarrea y del dolor abdominal”, concluyó la doctora Beatriz Barranco Fragoso.
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