ESPECIAL DE NOVIEMBRE
LA
DIETA PALEO, PLAN ALIMENTARIO CREADO SOBRE LA BASE DE LA ALIMENTACION HUMANA
PREHISTORICA, ¿ADECUADA A LA ACTUALIDAD?
*Esta dieta se basa en
alimentos similares a los que se habrían comido en el Paleolítico, que data de
hace aproximadamente 2.5 millones a 10 mil millones de años
Una dieta paleo suele contener carnes de res magras, pescado,
frutas, vegetales, frutos secos y semillas: alimentos que se podían obtener de
la caza y la recolección en el pasado.
Una dieta que limita los alimentos que comenzaron a ser frecuentes
cuando surgió la agricultura hace casi 10 mil años. Algunos de estos alimentos
son los productos lácteos, las legumbres y los cereales.
Otros nombres para la dieta paleo son «dieta paleolítica», «dieta
de la Edad de Piedra», «dieta del cazador-recolector» y «dieta del
cavernícola».
El objetivo de una dieta paleo consiste en regresar a un modo de
alimentación más similar a la de los primeros humanos. Se cree que el cuerpo
humano está mejor preparado para este tipo de dieta que para la forma de
alimentación moderna, que surgió a partir de la aparición de la agricultura.
La agricultura cambió lo que comían las personas y estableció los
lácteos, cereales y legumbres como elementos básicos adicionales de la dieta
humana. Según esta hipótesis, este cambio relativamente tardío y rápido en la
dieta superó la capacidad de adaptación del cuerpo.
Se cree que esta incompatibilidad es un factor que contribuye a
que en la actualidad prevalezcan la obesidad, la diabetes y las enfermedades
cardíacas.
POR QUÉ SEGUIR UNA DIETA PALEO
Puedes optar por seguir una dieta paleo porque: quieres adelgazar
o mantenerte en un peso saludable; quieres ayuda para planificar las comidas; las
recomendaciones varían entre las dietas paleo comerciales, y algunos planes
dietéticos tienen pautas más estrictas que otros. En general, las dietas paleo
siguen estas pautas.
Qué comer: frutas, vegetales, frutos secos y semillas, carnes
magras, especialmente de animales alimentados con pastura o de animales de caza,
pescado, especialmente aquellos con alto contenido de ácidos grasos omega 3,
como el salmón, la caballa y el atún albacora, aceites de frutas y frutos
secos, como el aceite de oliva o el aceite de nuez.
Qué evitar: cereales, como el
trigo, la avena y la cebada, legumbres, como los frijoles, las lentejas, los
maníes y los guisantes, productos lácteos, azúcar refinada, sal, papas, alimentos
muy procesados en general.
Existen pocas investigaciones clínicas sobre los beneficios de las
dietas paleo. Algunos ensayos clínicos que duraron 12 semanas o menos se
llevaron a cabo con pequeños grupos de participantes.
Estos ensayos sugieren que una dieta paleo puede brindar algunos
beneficios moderados al compararla con las dietas de frutas, vegetales, carnes
magras, cereales integrales, legumbres y productos lácteos con bajo contenido
de grasa. Estos beneficios moderados pueden comprender: mayor adelgazamiento, mejor
tolerancia a la glucosa, mejor control de la presión arterial, mejor manejo del
apetito.
No obstante, se necesitan ensayos más prolongados, con grandes
grupos de personas designadas al azar para recibir dietas diferentes, para
comprender los beneficios generales para la salud a largo plazo y los posibles
riesgos de las dietas paleo.
Las inquietudes o preguntas acerca de la dieta paleo pueden ser la
selección de alimentos y las hipótesis fundamentales.
INQUIETUD SOBRE LA ALIMENTACION
Una dieta paleo es rica en vegetales, frutas y frutos secos —todos
los elementos de una dieta saludable—. La principal diferencia entre la dieta
paleo y otras dietas saludables es la ausencia de cereales integrales y
legumbres, los cuales se consideran una buena fuente de fibra, vitaminas y
otros nutrientes. Tampoco incluye productos lácteos, los cuales son buenas
fuentes de proteínas y calcio.
Estos alimentos no solo se consideran saludables, sino que son
generalmente más económicos y accesibles que aquellos alimentos como animales
de caza, animales de pastoreo y frutos secos. Para algunas personas, la dieta
paleo puede ser muy costosa.
Los investigadores han sostenido que la hipótesis fundamental de
la dieta paleo puede simplificar demasiado la historia de la forma en que los
humanos se adaptaron a los cambios en su dieta. Los argumentos para una
comprensión más compleja de la evolución de las necesidades nutricionales
humanas son los siguientes: las variaciones en la dieta de acuerdo con la
geografía, el clima y la disponibilidad de alimentos —no solo la transición a
la agricultura— también habrían contribuido a la evolución de las necesidades
nutricionales.
Las investigaciones arqueológicas han demostrado que las dietas de
los humanos en la antigüedad podrían haber contenido granos enteros hace 30 mil
años, mucho antes del inicio de la agricultura.
Las investigaciones genéticas han demostrado que los cambios
notorios en la evolución han continuado después del período Paleolítico, entre
ellos, los cambios relacionados con la dieta, como un aumento en la cantidad de
genes relacionados con la descomposición de los almidones alimentarios.
Una dieta paleo puede ayudar a adelgazar o a mantener el peso.
También puede tener otros efectos beneficiosos sobre la salud. Sin embargo, no
hay ningún estudio clínico de largo plazo acerca de los posibles riesgos y
beneficios de la dieta.
Es posible que se obtengan los mismos beneficios para la salud
haciendo suficiente ejercicio y siguiendo una dieta saludable y equilibrada con
muchas frutas y vegetales.
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