jueves, 9 de noviembre de 2017

             ESPECIAL DE NOVIEMBRE


LA DIETA PALEO, PLAN ALIMENTARIO CREADO SOBRE LA BASE DE LA ALIMENTACION HUMANA PREHISTORICA, ¿ADECUADA A LA ACTUALIDAD?


*Esta dieta se basa en alimentos similares a los que se habrían comido en el Paleolítico, que data de hace aproximadamente 2.5 millones a 10 mil millones de años


Una dieta paleo suele contener carnes de res magras, pescado, frutas, vegetales, frutos secos y semillas: alimentos que se podían obtener de la caza y la recolección en el pasado.
Una dieta que limita los alimentos que comenzaron a ser frecuentes cuando surgió la agricultura hace casi 10 mil años. Algunos de estos alimentos son los productos lácteos, las legumbres y los cereales.
Otros nombres para la dieta paleo son «dieta paleolítica», «dieta de la Edad de Piedra», «dieta del cazador-recolector» y «dieta del cavernícola».
El objetivo de una dieta paleo consiste en regresar a un modo de alimentación más similar a la de los primeros humanos. Se cree que el cuerpo humano está mejor preparado para este tipo de dieta que para la forma de alimentación moderna, que surgió a partir de la aparición de la agricultura.
La agricultura cambió lo que comían las personas y estableció los lácteos, cereales y legumbres como elementos básicos adicionales de la dieta humana. Según esta hipótesis, este cambio relativamente tardío y rápido en la dieta superó la capacidad de adaptación del cuerpo.
Se cree que esta incompatibilidad es un factor que contribuye a que en la actualidad prevalezcan la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.

POR QUÉ SEGUIR UNA DIETA PALEO

Puedes optar por seguir una dieta paleo porque: quieres adelgazar o mantenerte en un peso saludable; quieres ayuda para planificar las comidas; las recomendaciones varían entre las dietas paleo comerciales, y algunos planes dietéticos tienen pautas más estrictas que otros. En general, las dietas paleo siguen estas pautas.
Qué comer: frutas, vegetales, frutos secos y semillas, carnes magras, especialmente de animales alimentados con pastura o de animales de caza, pescado, especialmente aquellos con alto contenido de ácidos grasos omega 3, como el salmón, la caballa y el atún albacora, aceites de frutas y frutos secos, como el aceite de oliva o el aceite de nuez.
Qué evitar: cereales, como el trigo, la avena y la cebada, legumbres, como los frijoles, las lentejas, los maníes y los guisantes, productos lácteos, azúcar refinada, sal, papas, alimentos muy procesados en general.
Existen pocas investigaciones clínicas sobre los beneficios de las dietas paleo. Algunos ensayos clínicos que duraron 12 semanas o menos se llevaron a cabo con pequeños grupos de participantes.
Estos ensayos sugieren que una dieta paleo puede brindar algunos beneficios moderados al compararla con las dietas de frutas, vegetales, carnes magras, cereales integrales, legumbres y productos lácteos con bajo contenido de grasa. Estos beneficios moderados pueden comprender: mayor adelgazamiento, mejor tolerancia a la glucosa, mejor control de la presión arterial, mejor manejo del apetito.
No obstante, se necesitan ensayos más prolongados, con grandes grupos de personas designadas al azar para recibir dietas diferentes, para comprender los beneficios generales para la salud a largo plazo y los posibles riesgos de las dietas paleo.
Las inquietudes o preguntas acerca de la dieta paleo pueden ser la selección de alimentos y las hipótesis fundamentales.

INQUIETUD SOBRE LA ALIMENTACION

Una dieta paleo es rica en vegetales, frutas y frutos secos —todos los elementos de una dieta saludable—. La principal diferencia entre la dieta paleo y otras dietas saludables es la ausencia de cereales integrales y legumbres, los cuales se consideran una buena fuente de fibra, vitaminas y otros nutrientes. Tampoco incluye productos lácteos, los cuales son buenas fuentes de proteínas y calcio.
Estos alimentos no solo se consideran saludables, sino que son generalmente más económicos y accesibles que aquellos alimentos como animales de caza, animales de pastoreo y frutos secos. Para algunas personas, la dieta paleo puede ser muy costosa.
Los investigadores han sostenido que la hipótesis fundamental de la dieta paleo puede simplificar demasiado la historia de la forma en que los humanos se adaptaron a los cambios en su dieta. Los argumentos para una comprensión más compleja de la evolución de las necesidades nutricionales humanas son los siguientes: las variaciones en la dieta de acuerdo con la geografía, el clima y la disponibilidad de alimentos —no solo la transición a la agricultura— también habrían contribuido a la evolución de las necesidades nutricionales.
Las investigaciones arqueológicas han demostrado que las dietas de los humanos en la antigüedad podrían haber contenido granos enteros hace 30 mil años, mucho antes del inicio de la agricultura.
Las investigaciones genéticas han demostrado que los cambios notorios en la evolución han continuado después del período Paleolítico, entre ellos, los cambios relacionados con la dieta, como un aumento en la cantidad de genes relacionados con la descomposición de los almidones alimentarios.
Una dieta paleo puede ayudar a adelgazar o a mantener el peso. También puede tener otros efectos beneficiosos sobre la salud. Sin embargo, no hay ningún estudio clínico de largo plazo acerca de los posibles riesgos y beneficios de la dieta.
Es posible que se obtengan los mismos beneficios para la salud haciendo suficiente ejercicio y siguiendo una dieta saludable y equilibrada con muchas frutas y vegetales.



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