URGEN CAMBIOS
INSTITUCIONES PARA LOGRAR LA REAL
COHESION SOCIAL FRENTE A
LA POBREZA Y DESIGUALDAD
*Con ésta se busca enfrentar la opacidad y la corrupción para desterrar
los riesgos y abusos detectados por la ASF en la revisión de la cuenta pública
2015
*Propuesta a las autoridades del Sistema Nacional Anticorrupción para “Ciudadanizar” la contraloría social para
vigilar los recursos para la salud
En la revisión de la
cuenta pública 2015, la Auditoría Superior de la Federación observó 65 mil 193
millones de pesos en el gasto federalizado.
Además detectó graves
fallas en los servicios de salud, que están a cargo de los gobiernos estatales
e identifica, por segundo año consecutivo, que la Cruzada contra el Hambre
incumple su propósito.
La ASF ha señalado la
urgencia de atender los problemas estructurales que llevan a estos resultados.
Desde la sociedad civil coincidimos y exigimos cambios institucionales urgentes
para lograr resultados efectivos frente a la pobreza y la desigualdad, como lo
señalamos en el llamamiento por la cohesión social.
Más de 60 organizaciones
civiles agrupadas en Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, insisten en “que es
urgente blindar los recursos para la salud con la participación de la
ciudadanía por medio de la contraloría social. Así como legislar para crear el
padrón único de beneficiarios, que sea transparente y eficaz para asignar
apoyos a quienes realmente lo requieren. También urge cambiar las políticas que
han mostraron su falta de efectividad como la Cruzada contra el Hambre”.
En la 1ª Mesa de Diálogo
“Cohesión Social. El país que queremos”, realizada el 21 de febrero, participaron
representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); del Instituto
Nacional de Transparencia; Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales (INAI); del Consejo para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), así
como de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (CEPAL–ONU).
CONTRALORIA SOCIAL A LOS RECURSOS PARA LA SALUD
Es indispensable vigilar
los recursos para la salud enviados a los estados. El Seguro Popular ocupa el
primer lugar en el monto de recursos observados en el gasto federalizado, con
15 mil 088 millones de pesos (mdp), a los cuales se suman casi 6 mil millones
de pesos, observados al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud
(FASSA del Ramo 33) y al Componente de Salud de Prospera.
Las
observaciones a los recursos para la salud suman 21 mil millones de pesos
(mdp), lo que representa casi la tercera parte del total de los 65 mil mdp
observados al gasto federalizado por la ASF en la cuenta pública 2015.
El Seguro Popular presenta
graves fallas porque no cuenta con un mecanismo para evitar duplicidades. La
revisión del Consejo General de Salud identificó que más de 15 millones de
afiliados, poco más de la cuarta parte del padrón de 57 millones de personas
afiliadas al Seguro Popular (26.8%), se encontraban afiliadas a otro sistema de
salud como IMSS, ISSSTE y otros.
Respecto a la prestación
de los servicios por parte de los gobiernos estatales, la ASF detecta graves
problemas. Por ejemplo, solo la mitad de los casos de diabetes mellitus
detectados siguieron en tratamiento y el 93% de las personas con tratamiento no
tuvieron el seguimiento adecuado con la medición de hemoglobina glucosada.
Esto es, 810 mil pacientes
no registran tratamiento, y de los 872 mil que si tuvieron tratamiento, a 812
mil no se les dio el seguimiento anual prescrito.
En los próximos días,
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, solicitará a las nuevas autoridades del
recién nombrado Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional
Anticorrupción, que aceleren la “ciudadanización” de la contraloría social y se
le ofrezcan medios para vigilar los recursos enviados a los servicios estatales
de salud.
Urge detener la sangría de
los fondos y erradicar la corrupción por parte de los gobiernos estatales.
Robar o desviar el dinero para la salud no sólo es corrupción, es inmoral y
puede llegar a ser homicida, por las muertes que provoca.
LEY PARA CREAR PADRON UNICO DE BENEFICIAIOS
El reporte recién
presentado por la ASF presenta el riesgo con los padrones de beneficiarios. En
su mensaje, el auditor señala a los padrones de beneficiarios como una de las
cuatro áreas de mayor riesgo, a causa del impacto que tienen “para la eficacia
de las políticas de desarrollo social, enfocada a los sectores más vulnerables
de la sociedad.”
La ASF alerta: “La carencia del
Padrón Único de Beneficiarios (PUB) repercute en que 55.3 millones de personas
en situación de pobreza no sean atendidos con eficacia y eficiencia por la
persistencia de la inadecuada focalización de los lugares, comunidades y
beneficiarios que más necesitan la atención del Estado; la ineficiencia y falta
de transparencia en la asignación y la aplicación de los recursos federales; y
el incumplimiento de los objetivos de desarrollo social”.
Desde Acción Ciudadana
Frente a la Pobreza, estamos ya en diálogo con el Senado de la República, para
urgirlos a legislar la creación del padrón único de beneficiarios como un medio
obligatorio para la asignación de los subsidios y apoyos que entreguen los
gobiernos, desde el federal, estatales y municipales.
Se debe acabar con la
discrecionalidad, con las duplicidades y también con la exclusión de millones
de personas que no son atendidas, como lo ha señalado la ASF.
CAMBIO DE
POLITICAS QUE NO FUNCIONAN
Es inaceptable que después
de 3 años, la Cruzada Nacional contra el Hambre, que supuestamente coordina 43
programas y tiene como población objetivo únicamente a 7 millones de personas,
sólo haya logrado atender a la mitad: 3.6 millones de personas según reporta la
SEDESOL en 2015.
La ASF además señala que
la SEDESOL “no acreditó en qué medida se atendieron las carencias de la
población en condición de pobreza extrema alimentaria identificada, ni la
vinculación de los programas con las carencias que presentó cada persona, a fin
de erradicar la pobreza extrema alimentaria”.
Es decir, después de 3 años, la Cruzada contra el Hambre, que es
la estrategia “emblema” para combatir la pobreza, sólo llega a la mitad de su
población objetivo, no se puede medir que resultados logran con los que si
cubren y no hay datos para saber si las carencias se resuelven. Es urgente
superar la simulación y el gradualismo.
El llamamiento por la cohesión social exige la revisión a fondo de
las políticas frente la pobreza y la desigualdad. Los resultados de la ASF
confirman la validez, la relevancia y la pertinencia de las propuestas
presentadas desde la sociedad civil.
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