lunes, 13 de febrero de 2017


CADA SEGUNDO CUENTA EN LA VIDA DE UN
PACIENTE VICTIMA DE CANCER COLORRECTAL



*Este tipo de cáncer es una de las más de diez principales causas de muerte en México, según datos de INEGI


En el marco del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemoró el 4 de febrero, es importante recalcar que el cáncer es una enfermedad devastadora que causa dolor físico y sufrimiento emocional, tanto para pacientes como para sus seres queridos.
En breve charla con el doctor Hugo Barreto, gerente médico de la Unidad de Negocio de Oncología de laboratorios Merk, éste señaló que “vivir con cáncer colorrectal, conlleva una serie de complicaciones que en muchas ocasiones no se conocen, a pesar de que este padecimiento es una de las diez principales causas de muerte por cáncer en México, de acuerdo con cifras del INEGI”.
Destacó que cuando a una persona se le diagnostica cualquier tipo de cáncer su situación cambia por completo. En ocasiones tiene que dejar su trabajo y pierde su autonomía, por lo que el apoyo de la familia se vuelve fundamental, pues será quien lo acompañe y ayude a vigilar que cumpla con su tratamiento, que no esté sometido a estrés y que tenga las medidas preventivas para evitar eventos adversos.
“Adicionalmente, puede resultar benéfico para la familia y el paciente tener apoyo psicológico y nutricional para complementar su cuidado y bienestar”, añadió.
Dependiendo del avance de la enfermedad, el pronóstico de vida puede cambiar radicalmente, por eso se busca que el diagnóstico en la mayoría de las personas se haga en etapa temprana, cuando es tratable y existe la posibilidad de curarla por completo.
Como en todos los tipos de cáncer, entre más avanza este mal, se vuelve más difícil curarlo.
Explicó el doctor Barreto que cuando el cáncer colorrectal se detecta en etapa metastásica, la esperanza de vida de una persona es de seis meses si no se atiende; sin embargo, si se detecta a tiempo existen tratamientos que podrían extenderla hasta por 33 meses o más, otorgando al paciente una mejor calidad de vida.
Además de las personas que tienen antecedente familiares de esta enfermedad, existen señales que pueden avisar que se debe acudir al médico para que una revisión puntual; por ejemplo: dolor abdominal, pérdida de peso, cambio de hábitos intestinales, detectar rastros de sangre en las heces en algún estudio médico, náuseas, y anemia.
También señaló que la obesidad puede ser un detonante del cáncer colorrectal, pues conlleva una serie de hábitos riesgosos como llevar una dieta alta en grasas, bajo consumo de frutas y verduras, alcoholismo y sedentarismo.
Aunque el tabaquismo no es un factor directo, puede provocar el surgimiento de pólipos adenomatosos que, eventualmente, pueden volverse cancerígenos.
“Buscamos acompañar a las personas con cáncer colorrectal metastásico en su tratamiento, dándoles la oportunidad de prolongar su vida y de vivirla con calidad; para ello, Merck sigue poniendo sus esfuerzos en la innovación de tratamientos que ayudan a mejorar la vida de los pacientes”, precisó el doctor Hugo Barreto.
Como medidas de prevención recomendó cuidar la alimentación, evitar la comida alta en grasa, irritantes y carnes rojas; sumado a esto se sugiere llevar una alimentación alta en fibra y líquidos.
La actividad física también es un factor que ayuda a prevenir el cáncer colorrectal, por lo que se sugiere hacer ejercicio por lo menos cuatro horas a la semana.

COMO SE ORIGINA

A estos cánceres también se les puede llamar cáncer de colon o cáncer de recto (rectal) dependiendo del lugar donde se originen. El cáncer de colon y el cáncer de recto a menudo se agrupan porque tienen muchas características comunes.
El cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. Las células en casi cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en cáncer y pueden extenderse a otras áreas del cuerpo.
La mayoría de los cánceres colorrectales comienza como un crecimiento en el revestimiento interno del colon o del recto llamado pólipo y algunos tipos de éstos pueden convertirse en cáncer en el transcurso de varios años, pero no todos los pólipos se convierten en cáncer.
La probabilidad de transformarse en un cáncer depende del tipo de pólipo. Los dos tipos principales de pólipos son:
Pólipos adenomatosos (adenomas): estos pólipos algunas veces se transforman en cáncer. Debido a esto, los adenomas se denominan afecciones precancerosas.
Pólipos inflamatorios y pólipos hiperplásicos: estos pólipos son más frecuentes, pero en general no son precancerosos.
La displasia, otra afección precancerosa, es un área en un pólipo o en el revestimiento del colon o del recto donde las células lucen anormales (pero no como células cancerosas verdaderas).
Si se forma cáncer dentro de un pólipo, con el pasar del tiempo, puede comenzar a crecer en el espesor de la pared del colon o del recto.
La pared del colon y del recto está compuesta por varias capas. El cáncer colorrectal se origina en la capa más interna (la mucosa) y puede crecer a través de algunas o de todas las demás capas.
Cuando las células cancerosas se encuentran en la pared, éstas pueden crecer hacia los vasos sanguíneos o los vasos linfáticos (canales diminutos que transportan material de desecho y líquido).
Desde allí, las células cancerosas pueden desplazarse a los ganglios linfáticos cercanos o a partes distantes del cuerpo.
La etapa (extensión) de un cáncer colorrectal depende de cuán profundamente crece en la pared y si se ha extendido fuera del colon o del recto.



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