CADA SEGUNDO CUENTA EN LA VIDA DE UN
PACIENTE VICTIMA DE CANCER COLORRECTAL
*Este
tipo de cáncer es una de las más de diez principales causas de muerte en México,
según datos de INEGI
En el marco del Día Mundial contra el Cáncer,
que se conmemoró el 4 de febrero, es importante recalcar que el cáncer es una enfermedad devastadora que causa dolor
físico y sufrimiento emocional, tanto para pacientes como para sus seres
queridos.
En breve charla con el doctor Hugo Barreto,
gerente médico de la Unidad de Negocio de Oncología de laboratorios Merk, éste
señaló que “vivir con cáncer colorrectal, conlleva una serie de complicaciones
que en muchas ocasiones no se conocen, a pesar de que este padecimiento es una
de las diez principales causas de muerte por cáncer en México, de acuerdo con
cifras del INEGI”.
Destacó que cuando a una persona se le
diagnostica cualquier tipo de cáncer su situación cambia por completo. En
ocasiones tiene que dejar su trabajo y pierde su autonomía, por lo que el apoyo
de la familia se vuelve fundamental, pues será quien lo acompañe y ayude a
vigilar que cumpla con su tratamiento, que no esté sometido a estrés y que
tenga las medidas preventivas para evitar eventos adversos.
“Adicionalmente, puede resultar benéfico para la
familia y el paciente tener apoyo psicológico y nutricional para complementar
su cuidado y bienestar”, añadió.
Dependiendo del avance de la enfermedad, el
pronóstico de vida puede cambiar radicalmente, por eso se busca que el
diagnóstico en la mayoría de las personas se haga en etapa temprana, cuando es
tratable y existe la posibilidad de curarla por completo.
Como en todos los tipos de cáncer, entre más
avanza este mal, se vuelve más difícil curarlo.
Explicó el doctor Barreto que cuando el cáncer colorrectal
se detecta en etapa metastásica, la esperanza de vida de una persona es de seis
meses si no se atiende; sin embargo, si se detecta a tiempo existen
tratamientos que podrían extenderla hasta por 33 meses o más, otorgando al
paciente una mejor calidad de vida.
Además de las personas que tienen antecedente
familiares de esta enfermedad, existen señales que pueden avisar que se debe
acudir al médico para que una revisión puntual; por ejemplo: dolor abdominal,
pérdida de peso, cambio de hábitos intestinales, detectar rastros de sangre en
las heces en algún estudio médico, náuseas, y anemia.
También señaló que la obesidad puede ser un
detonante del cáncer colorrectal, pues conlleva una serie de hábitos riesgosos
como llevar una dieta alta en grasas, bajo consumo de frutas y verduras,
alcoholismo y sedentarismo.
Aunque el tabaquismo no es un factor directo,
puede provocar el surgimiento de pólipos adenomatosos que, eventualmente,
pueden volverse cancerígenos.
“Buscamos acompañar a las personas con cáncer colorrectal
metastásico en su tratamiento, dándoles la oportunidad de prolongar su vida y
de vivirla con calidad; para ello, Merck sigue poniendo sus esfuerzos en la
innovación de tratamientos que ayudan a mejorar la vida de los pacientes”,
precisó el doctor Hugo Barreto.
Como medidas de prevención recomendó cuidar la
alimentación, evitar la comida alta en grasa, irritantes y carnes rojas; sumado
a esto se sugiere llevar una alimentación alta en fibra y líquidos.
La
actividad física también es un factor que ayuda a prevenir el cáncer
colorrectal, por lo que se sugiere hacer ejercicio por lo menos cuatro horas a
la semana.
COMO
SE ORIGINA
A estos cánceres también se les puede
llamar cáncer de colon o cáncer de recto (rectal) dependiendo del lugar donde
se originen. El cáncer de colon y el cáncer de recto a menudo se agrupan porque
tienen muchas características comunes.
El cáncer se origina cuando las células
en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. Las células en casi
cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en cáncer y pueden extenderse a
otras áreas del cuerpo.
La mayoría de los cánceres colorrectales
comienza como un crecimiento en el revestimiento interno del colon o del recto
llamado pólipo y algunos tipos de éstos pueden convertirse en cáncer en
el transcurso de varios años, pero no todos los pólipos se convierten en
cáncer.
La probabilidad de transformarse en un
cáncer depende del tipo de pólipo. Los dos tipos principales de pólipos son:
Pólipos adenomatosos (adenomas): estos pólipos algunas veces se transforman en cáncer. Debido a esto, los
adenomas se denominan afecciones precancerosas.
Pólipos inflamatorios y pólipos
hiperplásicos: estos pólipos son más frecuentes, pero
en general no son precancerosos.
La displasia, otra afección precancerosa, es un área en un
pólipo o en el revestimiento del colon o del recto donde las células lucen
anormales (pero no como células cancerosas verdaderas).
Si se forma cáncer dentro de un pólipo,
con el pasar del tiempo, puede comenzar a crecer en el espesor de la pared del
colon o del recto.
La pared del colon y del recto está
compuesta por varias capas. El cáncer colorrectal se origina en la capa más
interna (la mucosa) y puede crecer a través de algunas o de todas las demás
capas.
Cuando las células cancerosas se
encuentran en la pared, éstas pueden crecer hacia los vasos sanguíneos o los
vasos linfáticos (canales diminutos que transportan material de desecho y
líquido).
Desde allí, las células cancerosas
pueden desplazarse a los ganglios linfáticos cercanos o a partes distantes del
cuerpo.
La etapa (extensión) de un cáncer
colorrectal depende de cuán profundamente crece en la pared y si se ha
extendido fuera del colon o del recto.
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