viernes, 10 de febrero de 2017

            (ESPECIAL)


LA NEUROESTIMULACION, NUEVA ALTERNATIVA COMO
TERAPIA PARA LA EPILEPSIA DE DIFICIL CONTROL


*En México 3.6 millones de personas padecen este padecimiento, desde casos leves a graves


La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos crónicos más frecuentes que afecta a personas de todas las edades y mientras en el mundo cincuenta millones la padecen, en México son 3.6 millones de los cuales 75% son víctimas de este mal desde la edad pediátrica.
En conferencia de prensa y en el marco del Día Mundial de la epilepsia, el doctor Eduardo Ramos Reyna explicó qué es este nuevo método: “La terapia VNS no es un medicamento y no requiere una cirugía cerebral”, manifestó.
El también Neurólogo epileptólogo detalló que gracias a los avances científicos, México cuenta ya con la neuroestimulación como terapia para la epilepsia, que beneficiará a pacientes que no son candidatos para cirugía cerebral, que no desean someterse a una cirugía cerebral, con cirugía cerebral fallida, con discapacidad de desarrollo (MRDD), con crisis de difícil control y personas de cualquier edad (niños, adolescentes, adultos, ancianos).
El tratamiento con VNS (de estimulación del nervio vago) tiene un enfoque único desarrollado específicamente para las personas con epilepsia de difícil control.
Más de 65 mil personas en todo el mundo han elegido esta terapia para ayudar a controlar sus crisis sin los efectos secundarios que suelen estar asociados a los medicamentos, como la depresión, los mareos, la confusión, los cambios de peso, el cansancio y los problemas para dormir.
Este tratamiento consiste en un dispositivo (generador) similar a un marcapasos y un cable delgado y flexible (derivación) que envía impulsos leves al nervio vago izquierdo, que se encuentra en el cuello, el cual a su vez envía estos impulsos al cerebro para ayudar a controlar las crisis.
Como el tratamiento se realiza automáticamente a intervalos regulares durante todo el día no debe preocuparse por la pérdida de dosis.
De acuerdo con el doctor Enrique De Obieta Cruz, el procedimiento se realiza bajo anestesia general y está a cargo de un neurocirujano, demora cerca de una hora y la mayoría de las personas se van a su casa al siguiente día.
En la mayoría de los casos, se realizan dos incisiones pequeñas: una sobre un pliegue natural del lado izquierdo del cuello y otra sobre la parte izquierda del pecho, debajo de la clavícula.
Se coloca un pequeño generador del tamaño aproximado de un reloj por debajo de la piel, generalmente, en la parte izquierda del pecho.
Un cable delgado y flexible conecta el generador con el nervio vago izquierdo, por debajo de la piel en el cuello. La duración de la batería es de 8 a 12 años.
Esta novedosa terapia mejora el control de las crisis epilépticas, así como la capacidad verbal, la memoria, el estado de ánimo y la capacidad de reacción; también disminuye el riesgo de estados epilépticos, accidentes, traumatismos craneoencefálicos, fracturas, y las visitas frecuentes a urgencias y hospitalización.
Es un tratamiento que complementa a los medicamentos antiepilépticos "No los reemplaza".

QUE ES LA EPILEPSIA

Al respecto, la doctora Leticia Munive, presidenta de la Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica, explicó que “en este padecimiento hay un desorden bio-eléctrico de neurotransmisores en el sistema nervioso central que produce alteraciones de conducción eléctrica “como un cortocircuito” que produce crisis epilépticas recurrentes; las más frecuentes manifestadas por movimientos convulsivos, en otras ocasiones alteración de la alerta, alucinaciones, periodos de amnesias, trastornos conductuales, trastornos sensitivos siempre auto-limitados y de corta duración.
Precisó la especialista que las causas son diversas: a nivel prenatal y perinatal por factores que disminuyen la oxigenación cerebral, alteraciones metabólicas, neuroinfecciones, malformaciones del cerebro, accidentes (traumatismo craneoencefálico), tumores, eventos vasculares cerebrales, entre otros.
Las crisis epilépticas pueden producirse en cualquier área del cerebro, pueden ser breves (segundos) o no detenerse (estado epiléptico); pueden ser aisladas y esporádicas o ser repetitivas.
Cuando las crisis epilépticas son prolongadas y repetitivas deterioran las habilidades cognitivas, motoras, pueden presentar regresión de habilidades previamente adquiridas e incluso condicionar la muerte del paciente.
Afortunadamente la mayoría de los pacientes con epilepsia  logran controlarse con un medicamento antiepiléptico; sin embargo, el 20% de ellos requieren el uso de dos o más medicamentos, lo cual pueden incrementar el riesgo de efectos secundarios.
Cuando el paciente no logra el control adecuado con la combinación de fármacos antiepilépticos y si continúa presentando múltiples crisis epilépticas requiere el uso de tratamientos especiales como el estimulador del nervio vago.
La discriminación y la estigmatización social que rodean a la epilepsia en todo el mundo son a menudo más difíciles de vencer que la propia enfermedad. Las personas que viven con epilepsia pueden ser objeto de prejuicios y puede hacer que los afectados y o la familia no busquen atención médica para evitar que se les identifique con la enfermedad.
Son múltiples las limitaciones que tiene que enfrentar el paciente con epilepsia: ingreso a guarderías, escuelas, puestos de trabajo, acceso a seguros médicos, entre otros.
“Es importante romper los mitos, hacer difusión y sensibilizar a la sociedad de la importancia de dar apoyo y favorecer las vías de acceso para que los pacientes con epilepsia no sean discriminados y tengan derecho a todos los tratamientos farmacológicos, quirúrgicos e innovadores como el estimulador del nervio vago”, concluyó.
"La epilepsia no debe ser una barrera para tener una vida íntegra y feliz" concluyeron los expertos en el marco del Día Internacional de la Epilepsia.



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