OTOÑO: LA ESTACION COLORIDA
QUE MOTIVA
LA CREATIVIDAD DE LOS NIÑOS
El
Otoño ya llegó y con él, una explosión de colores, aromas y tradiciones. Es la
temporada en la que las hojas cambian de verde a tonos cálidos como naranja,
café y amarillo, y en la que diversas celebraciones culturales llenan de vida
los hogares.
Desde
festivales de cosecha hasta tradiciones, esta época invita a explorar la
creatividad y colores que nos rodean.
En
México, los colores son parte esencial de nuestra identidad. Lo vemos en el
arte popular, la naturaleza y los símbolos que nos unen como sociedad. El
verde, blanco y rojo de la bandera, por ejemplo, han acompañado nuestra
historia desde hace más de dos siglos, evolucionando en su significado como hoy
los conocemos: verde por la esperanza, blanco como unidad y rojo los héroes
nacionales.
Además
de los símbolos patrios, están en alebrijes, los textiles artesanales que
narran historias en cada hilo, el papel picado que ondea en las celebraciones,
y en esta temporada, en las hojas que caen, calabazas y elementos de
festividades como el Día de Muertos. El naranja, café y amarillo del otoño
reflejan los cambios en la naturaleza, transmiten calidez y confort.
Así,
asociar colores con las estaciones del año es una forma poderosa de aprendizaje
para los niños. Cada tonalidad refleja cambios en la naturaleza y el entorno:
los verdes vibrantes del verano, naranjas y cafés del otoño, blancos y azules
del invierno, y los colores vivos de la primavera.
Esta
relación entre color y estación les permite desarrollar percepción visual,
memoria y capacidad de observación, además de vincular emociones y experiencias
sensoriales con cada época.
Sabías que…
En
Japón, el cambio de color de las hojas en otoño tiene su propio nombre: kōyō.
Cada año, miles de personas viajan por el país para admirar estos paisajes, lo
que ha convertido la observación de los colores otoñales en una tradición
cultural tan importante como la floración del cerezo en primavera.
Este
fenómeno muestra cómo, en distintas culturas, los colores de la temporada se
transforman en experiencias que inspiran creatividad, celebración y conexión
con la naturaleza.
Crayola
acompaña este viaje de descubrimiento con materiales que permiten a los niños
crear sin límites. Sus lápices de colores, resistentes, duraderos y fáciles de
borrar, y los plumones Swirl que combinan dos tonos en un solo trazo, les
brindan la libertad de explorar y expresarse. Desde colorear su propia bandera
hasta diseñar figuras inspiradas en los alebrijes o recrear paisajes otoñales,
cada trazo se convierte en un puente entre tradición e imaginación.
De
esta manera, el arte fomenta la curiosidad, apreciación cultural y creatividad,
mientras los niños desarrollan coordinación, concentración y confianza en sus
capacidades. En otoño, los colores no solo cuentan historias: invitan a
crearlas.

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