PREVENIR, DETECTAR Y
RESPONDER: CIRCULO
VICIOSO EN EL USO DE
MEDICAMENTOS
*8 de junio, Día Mundial de la
Antifalsificación
La
conferencia de expertos sobre uso racional de los medicamentos, convocada por
la Organización Mundial de la Salud, OMS, en Nairobi, en 1985, indicó que el
uso racional significa que “los pacientes reciban fármacos apropiados para sus
necesidades clínicas, a dosis ajustadas a su situación particular, durante un
período adecuado de tiempo”.
Dentro
de este marco, resulta primordial reconocer la importancia de acceder a
productos médicos reglamentados que cumplan con los estándares de calidad,
seguridad y eficacia.
Los
productos médicos de calidad subestándar y falsificados son, por naturaleza,
muy difíciles de detectar, dado que a menudo están diseñados para que parezcan
idénticos a los productos genuinos; no obstante, hay indicadores que podrían
ayudarnos en su identificación, como revisar el estado del envase y posibles
errores gramaticales o de ortografía; constatar las fechas de fabricación y
caducidad, verificando que los datos del envase exterior correspondan con los
del envase interior; comprobar que el aspecto del medicamento es el esperado y
que no muestre cambios de color, signos de degradación, ni olores extraños; y
notificar los productos médicos sospechosos al organismo nacional de
reglamentación farmacéutica.
Es
de considerar que estos productos pueden causar reacciones adversas obvias,
dadas las malas condiciones en su producción, lo que implica mala higiene e
intervención de personal no calificado, originando impurezas desconocidas o
incluso estar contaminados por bacterias.
Las
consecuencias son significativas, los medicamentos vendidos ilegalmente pueden
ser completamente distintos a lo que los compradores creen que están
adquiriendo, lo que puede traer serios daños en la salud de las personas. Pese
a que, hoy en día, la utilización de medicamentos es algo cotidiano en la vida
del paciente y en la población en general, su uso inadecuado puede convertirse
en un verdadero peligro para la salud.
Así
como lo determinan ciertos artículos, la automedicación constituye un problema
a nivel mundial por su alta incidencia y el riesgo que representa en el
bienestar de quienes la practican. Por lo que, el uso adecuado de los
medicamentos se convierte en un parámetro fundamental cuando se piensa en la
salud individual y colectiva; tanto los médicos como los pacientes deben
cumplir su rol, a fin de que los beneficios de su uso superen los riesgos.
El
problema de los medicamentos falsificados afecta a todas las regiones del
mundo,3 de este modo, es primordial trabajar en la educación y concientización
sobre esta situación, que pone en riesgo la vida de los pacientes. Es de suma
importancia que esos esfuerzos no se limiten a consumidores, pero también
incluyan a todos los profesionales que comprende el ecosistema de salud. La
prevención, vigilancia y combate contra los medicamentos falsificados es
necesaria, así como la cooperación, colaboración y participación entre las agencias
reguladoras nacionales e internacionales, señala Ángel Méndez, director senior
de Cumplimiento Corporativo de Seguridad Global de Pfizer.
Cabe
destacar que, el sistema de la OMS recibe notificaciones de todas las regiones
del mundo sobre productos médicos de calidad subestándar y falsificados, lo que
evidencia claramente que el problema es mundial.2 Según la Organización Mundial
de la Salud, se estima que uno de cada diez productos médicos que están en
circulación en los países de ingresos bajos y medianos es subestándar o está
falsificado.
La
globalización está dificultando la regulación de productos médicos, por lo que
es importante contar con información confiable de los medicamentos que se están
usando, y la forma más eficaz de evitar los medicamentos falsificados es
utilizar únicamente los indicados por el profesional médico autorizado y
distribuidos por entidades del sector que cuenten con registro.
INTERNET: UNA PUERTA DE ENTRADA
El
mercado del comercio electrónico está creciendo, si bien comprar en internet es
cada vez más popular, y se convierte en una manera ágil y cómoda de adquirir lo
que necesitamos, el aumento exponencial de las conexiones a internet
proporciona a los delincuentes un punto de entrada relativamente fácil incluso
a los mercados mejor reglamentados.
Los
sitios web no regulados, las plataformas de las redes sociales y las
aplicaciones de los teléfonos inteligentes pueden también ser cauces directos
de productos médicos de calidad subestándar y falsificados; tenga en cuenta que
los riesgos aumentan considerablemente con la adquisición de productos médicos
de fuentes no reguladas y sin licencia.
Acceder
a medicamentos sin la asesoría correspondiente supone una amenaza importante
para la salud, de ahí que los tratamientos resulten ineficaces y se prolonguen
las enfermedades, llegando, en ocasiones, incluso hasta la muerte; a esto se
suma, la propagación de la resistencia a los antimicrobianos y la transmisión
de las infecciones farmacorresistentes; lo que pone en riesgo el progreso hacia
el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Aunque,
“la OMS y sus asociados están trabajando para desarrollar métodos que permitan
una cuantificación más exacta del número de productos médicos de calidad
subestándar y falsificados, ya hay suficientes pruebas que demuestran que el
problema es de gran magnitud y de alcance mundial, lo que impacta
considerablemente en la vida de las personas. De hecho, a nivel global el
equipo de Seguridad Global de Pfizer ha ayudado a evitar que millones de dosis
falsificadas lleguen a los pacientes. Es por eso por lo que, en este Día
Mundial de la lucha contra la falsificación nos unimos al llamado mundial para
prevenir, detectar y responder a la amenaza que representan estos productos” destaca
Méndez.
De
igual manera, los pacientes pueden implementar medidas para asegurar el buen
uso de los medicamentos, tal y como lo sugiere el Instituto Nacional sobre el
Abuso de Drogas de Estados Unidos:
Siga las instrucciones indicadas en la
etiqueta o dadas por el especialista.
Conozca cuáles son las posibles reacciones
con otros fármacos y con el alcohol.
No suspenda el medicamento, ni modifique la
dosis, sin consultar antes con el médico.
No tome medicamentos usados previamente por
otra persona, ni comparta las suyos
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