SOLAMENTE EL 50% DE
ADOLESCENTES CON DEPRESION
SON DIAGNOSTICADOS ANTES DE SER ADULTOS
*En México, hay alrededor de 2.5 millones de
jóvenes con depresión y que rondan de los 12 a los 24 años de edad
“En
México, se estima que únicamente la mitad de los adolescentes que viven con
depresión son diagnosticados antes de llegar a la edad adulta. De estos, dos de
cada tres adolescentes no reciben un diagnóstico por su médico general y con
ello, solamente la mitad de los adolescentes diagnosticados reciben el
tratamiento adecuado”, señala la doctora Nelly Cecilia Capetillo Ventura,
médico psiquiatra y especialista en niños, adolescentes y trastornos de la
conducta alimentaria del Centro Médico ABC.
De
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, uno de
cada siete jóvenes con edad de 10 a 19 años, padece algún tipo de trastorno
mental; la depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento se
encuentran entre las principales causas de enfermedad o discapacidad entre esta
población.
Por
otra parte, en México el número de jóvenes entre 12 y 24 años con depresión
ronda los 2.5 millones de personas y 9.9 personas de cada cien moil ha tenido
ideas suicidas; el suicidio es considerada la cuarta causa de muerte entre
jóvenes de 15 a 29 años.
La
doctora Capetillo comenta que, durante la adolescencia, la depresión, así como
su sintomatología, genera repercusiones a nivel familiar, social y escolar.
La
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022 (ENSANUT Continua 2022)
refiere que el riesgo elevado de presentar episodios depresivos recurrentes se
puede asociar a la aparición de comportamientos autodestructivos principalmente
en el adolescente, incluyendo ideas suicidas. En caso de no recibir atención
oportuna, se puede llegar a prolongar durante la edad adulta convirtiéndose en
una enfermedad crónica.
Por
ello, la doctora Capetillo indica que es importante entender que la depresión
tanto en niños como en adolescentes es un problema grave de salud. “Recordemos
que la adolescencia va de la niñez a la vida adulta, va de los 10 a los 19
años, momento en el que ocurren cambios tanto físicos como cognitivos que
afectan el estado de ánimo de los adolescentes, pasando desapercibido, por lo
general”.
Aunque
la prevalencia de depresión es relativamente similar en niños y niñas, durante
la adolescencia esta prevalencia es mayor en las mujeres, donde pueden influir
factores hormonales, la presión social con respecto a su género e, incluso, el
mayor riesgo que se ha observado de sufrir abuso sexual.
ATENCION DE LOS PADRES
Es
importante que los padres presten atención a los síntomas que se pueden
presentar, como: la irritabilidad, que puede dar la idea de rebeldía, pero que
en realidad se trata de un episodio depresivo. Algunos otros síntomas que son
importantes de identificar incluyen la ansiedad, tristeza, dificultad para
disfrutar las cosas, poca concentración, aislamiento social, problemas de
alimentación o en el sueño, o ideas suicidas. En esta etapa se pueden presentar
síntomas físicos frecuentes como por ejemplo dolor de cabeza y síntomas
gastrointestinales.
Un
gran problema durante la adolescencia es que se encuentran en una etapa de
neurodesarrollo, lo que por sí mismo puede generar impulsividad en el
adolescente, pero al no haberse desarrollado del todo su sistema nervioso
central, las decisiones y los impulsos se suelen confundir, de mala manera, con
el consumo de sustancias, déficit de atención e hiperactividad; lo que genera
un diagnóstico erróneo.
La
doctora Capetillo señala que es importante también conocer los factores de
riesgo que se asocian a un episodio depresivo, como la dinámica familiar,
antecedentes de abuso o violencia y la genética.
Para
dar tratamiento a los niños y adolescentes es necesario conocer el grado de
severidad del padecimiento, también conocer si existen síntomas asociados como
el consumo de sustancias, episodios de ansiedad, etc. En caso de que sea una
depresión de severidad leve, se puede tratar únicamente con psicoterapia; para
los casos de depresión moderado o grave, se sugiere una combinación de
psicoterapia y el uso de fármacos específicos para cada caso.
Otro
tema importante es conocer la prevención, mediante la aplicación de dinámicas
sanas que permitan tener una comunicación abierta con el menor, no regañarlos
innecesariamente o de manera constante, validar sus emociones, escuchar sus
ideas y entenderlas. Todo esto puede permitir detectar a tiempo algunos
síntomas y fomentar una buena autoestima, mientras se mejora la dinámica
familiar.
Como
conclusión, la doctora Capetillo indica que, para tener una buena salud mental,
se recomienda cuidar el estilo de vida del menor, esto incluye la cantidad de
horas de sueño, la realización de actividades relajantes, controlar el tiempo
que se usan los dispositivos como televisión o celulares, una buena dinámica
familiar, poner límites, realizar actividades físicas y sociales, una
alimentación correcta y evitar la prohibición de emociones.
Es
importante acudir con el especialista ante cualquier cambio que se perciba en
la actitud del niño o adolescente.
En
el Centro Médico ABC proporcionamos una atención integral para los menores y
sus padres, en caso de que exista algún problema de depresión u otro tipo de
trastorno mental.
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