LA UREA: UN FACTOR DE RIESGO
CARDIOVASCULAR NO
TRADICIONAL
*La enfermedad renal crónica (ERC) constituye
un potente predictor de ECV
México
se enfrenta a una creciente carga de enfermedades cardiovasculares, siendo
estas responsables de más del 20% de las defunciones, según estadísticas de la
Secretaría de Salud.
Numerosas
publicaciones, como lo mostrado en las recomendaciones de la Asociación
Americana del Corazón, respaldan la interrelación entre ECV y enfermedades
renales. Pacientes con enfermedades cardiacas crónicas enfrentan un riesgo
considerablemente mayor de desarrollar enfermedad renal y viceversa. Este
dilema clínico requiere soluciones específicas que atiendan de manera integral
ambas condiciones médicas.
Según
algunos estudios, la urea representa un factor de riesgo cardiovascular no
tradicional en los pacientes con ERC. Una de las estrategias para reducir los
niveles de urea en sangre, además del tratamiento médico con alfacetoanálogos,
es mantener una microbiota intestinal saludable y cuidar la cantidad de
proteínas de la dieta.
“El
mantener una dieta baja en proteínas beneficiará al paciente con ERC al
disminuir la presión glomerular y de la hiperfiltración permitiendo una
ralentización de la progresión de la ERC y disminución de la proteinuria”,
expresó Nadia Saavedra, especialista en nefrología.
La
colaboración continua entre la comunidad médica, investigadores y la industria
farmacéutica en México promete un horizonte más saludable para aquellos que
enfrentan desafíos cardiacos y renales.
“Las
enfermedades renales se han convertido en una preocupación adicional,
especialmente entre aquellos diagnosticados con afecciones cardíacas. Este
escenario ha impulsado la necesidad de enfoques innovadores que aborden ambas
problemáticas de manera efectiva”, subrayó.
MEDIDAS TERAPEUTICAS Y PREVENTIVAS
Preservar
la función renal es uno de los objetivos prioritarios en la práctica clínica.
La estrategia más eficaz para reducir la morbimortalidad cardiovascular en la
ERC es apuntar a las medidas terapéuticas y preventivas a los pacientes con una
ERC inicial.
“Si
se evita el deterioro de la función renal, habrá una mayor supervivencia. La
ERC se define como las anormalidades de la estructura o función renal, presente
por más de tres meses, con implicaciones a la salud”, resaltó la especialista
en nefrología.
“Aunado
a lo anterior, detalló, los pacientes con ERC tienen una vasculopatía
generalizada, con otras características asociadas como hipertrofia ventricular
izquierda (HVI), calcificaciones vasculares y rigidez arterial”.
“En
este sentido, resaltó, los alfacetoanálogos contienen 10 aminoácidos
esenciales: cinco en su forma completa y cinco como análogos de aminoácidos.
Los alfacetoanálogos capturan el grupo amonio en el hígado, evitando la
formación de urea y por medio de transaminación, formar proteínas que cumplirán
diferentes funciones en el organismo”.
Por
el tipo de padecimiento y recomendaciones médicas, comentó la especialista, es
importante contar con tratamiento médico-nutricional, “así que, la inclusión de
un nutriólogo renal como parte de las estrategias de cuidado y seguimiento del
paciente, es fundamental. No hay que olvidar que la dieta baja en proteínas,
más la inclusión de alfacetoanálogos, reduce, sin lugar a duda, el inicio de
diálisis en los pacientes con ERC”.
Para
concluir, la especialista en nefrología resaltó que, en este contexto, una
recomendación médica es el uso de Cetolán Polvo dispersable Sobres III, que
ayuda a reducir los niveles de urea y preservar la función renal por más
tiempo.
Factores
que ayudan a controlar la progresión de la ERC:
1.- Mejorar los niveles de glucosa en la
sangre.
2.- Adecuado control de la hipertensión
arterial.
3.- Disminuir la cantidad de proteína en la
dieta.
4.- Reducir el consumo de sodio.
5.- Evitar el sedentarismo.
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