LOS
NIÑOS SON FELICES CON SUS PADRES DE TIEMPO COMPLETO
*El debate no es si
creer en Santa Claus o los Reyes Magos, ni los regales, lo importante es darles
convivencia de calidad
Una de las paradojas de la vida contemporánea es que la mayoría de los
padres de familia trabajan por su hijos y por esta razón casi no están con
ellos.
El dilema es dinero o presencia, educación de calidad o más tiempo de
juego, vacaciones o estar más presente en su vida cotidiana.
"Por cuestiones económicas y laborales mamá y papá se alejan de sus
hijos y eso no es bueno porque en muchos casos no sólo se pierden de una de las
etapas más hermosas de todo ser humano, la infancia sino que a futuro estos
niños podrían presentar problemas emocionales al respecto", sostuvo la afirma
la doctora Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de
Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
Por eso es fundamental que cada temporada de Fin de Año los padres
dediquen tiempo y calidad de convivencia con sus hijos pequeños y adolescentes.
"No es Santa Claus ni los Reyes Magos, los niños están felices
porque finalmente estarán con sus padres. No es adornar los arbolitos de
Navidad, ni las cartas que se escriben a los Reyes Magos, ni mucho menos
debería ser el ambiente de consumismo que es viral y que caracteriza a esta
época. Lo que despierta la felicidad es la unión con los seres queridos, cuando
los menores y sus padres -por unos días- estarán más juntos y contentos que en
ninguna otra época. Lo demás es un aderezo", sostuvo la especialista.
Explicó que el debate no debe ser si los niños deben creer o no en Papa
Noel o los Reyes Magos, ya que desde el punto de vista psicológico éstos tienen
su peso y razón de ser.
Primero representan una tradición que despierta ilusión en los niños,
desarrolla la creatividad y la confianza en sí mismos y los demás.
"En el momento que dejan de creer en estas figuras trasladarán la
ilusión en sujetos fundamentales: sus propios padres.", explicó.
Para concluir, la psicóloga de CEEPI manifestó que las malas relaciones
familiares suelen agudizarse en esta época. Si algo anda mal en familia, por la
convivencia, se puede poner peor. De ahí viene una causa de la frustración
navideña que muchas personas experimentan. Lo mejor es ser sinceros y en lugar
de crear escenarios hostiles es momento de solucionarlos en la medida de lo
posible. De lo contrario siempre será bueno acudir con un especialista de la
salud mental.
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