jueves, 24 de diciembre de 2015


EN VACACIONES, CUIDADO CON COMIDAS EXÓTICAS Y SIN COCCIÓN


*Las diarreas suelen aparecer cuando los viajeros se exponen a microorganismos diferentes a los que comúnmente están en contacto


Al salir de vacaciones se suele tener cuidado en que el vehículo esté en buen estado, que las reservaciones del hotel sean correctas y llevar la ropa adecuada para pasar unos días agradables; sin embargo, pocos toman en cuenta que hay unos pequeños organismos que podrían arruinar esos momentos de descanso y diversión si no se toman las medidas preventivas adecuadas.
Durante las vacaciones uno de los padecimientos más frecuentes que afectan a los viajeros son las enfermedades diarreicas, y aunque es poco común que las infecciones se puedan complicar al grado de ocasionar la muerte, sí llegan a arruinar la diversión y el descanso de cualquiera.
Teresa Estrada García, investigadora del Departamento de Biomedicina Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), señaló que el vehículo más importante de contaminación para adquirir la enfermedad son los alimentos y también las aguas preparadas.
Por ello es necesario que ambos sean elaborados con estrictas medidas de higiene y que cualquier persona que manipule los alimentos se lave las manos previamente.
De acuerdo con la investigadora del Cinvestav, lo que ocurre en los viajeros es que se exponen a microrganismos con los que no habían estado en contacto antes, cepas diferentes a las que circulan en su entorno habitual, sobre todo si los paseantes provienen de zonas más industrializadas del país y visitan áreas menos desarrolladas.

CUIDAR LO QUE SE COME

Para prevenir la enfermedad diarreica, la científica recomienda a los viajeros seguir algunas normas internacionales como es consumir alimentos que estén bien cocidos y evitar los alimentos crudos, además de dar aviso a las autoridades sanitarias para que levanten un registro e inspeccionen el lugar donde se piense se contrajo, de darse el caso, una infección.
La diarrea, aparece por lo regular entre las 24 y 48 horas post infección, aunque esto depende del tiempo de incubación de la bacteria, de las dosis de bacterias que se hayan consumido y de la susceptibilidad genética a infecciones que tiene cada individuo.
Por ejemplo, dos personas pueden comer el mismo alimento contaminado y a uno no pasarle nada, pero el otro individuo sí desarrollará la enfermedad diarreica.
La enfermedad diarreica se caracteriza por presentar más de tres evacuaciones semisólidas o líquidas durante el día, dolores abdominales, náuseas, malestar general y en algunos casos vómitos, un cuadro que produce deshidratación, lo cual requiere atención inmediata, sobre todo en el caso de niños y personas de la tercera edad, pues ellos se deshidratan más rápidamente.
No se tienen estudios de los casos de diarrea en viajeros nacionales que se desplazan a diferentes zonas del país.
Sin embargo, de los 50 millones de paseantes de países industrializados que visitan anualmente naciones subdesarrolladas o  en vías de desarrollo como México, 40% presentan infecciones gastrointestinales.
A estos casos se les conoce como diarrea del viajero, o en México, como Venganza de Moctezuma, la cual se estima es producto en 80% de las ocasiones de infecciones bacterianas causadas por Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC) y enteroagregativa (EAEC).
México y en sí toda América Latina están presentes ambos microrganismos, pues es una zona endémica para la ETEC y la EAEC, las dos causas más importantes de diarrea del viajero.
De hecho, sólo el 2% de los paseantes pueden desarrollar diarrea persistente, que dura más de 14 días y entre el 4% al 10% desarrollan síndromes inflamatorios intestinales.
La mayoría de estas infecciones gastrointestinales se limitan solas, pero en algunos casos severos se recomienda el uso de antibióticos debidamente prescritos por un médico.



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