HIPP TE OFRECE LO MEJOR DE LA NATURALEZA
Y LO ULTIMO EN LA CIENCIA
*La fórmula infantil de HIPP es orgánica, sin
azúcares añadidos, fortificada, y adicionado con pre y probióticos
HiPP es una
empresa familiar alemana fundada hace más de 120 años y con presencia en 60
países alrededor del mundo. Por más de 60 años, HiPP ha sido líder y referencia
en el mundo en agricultura orgánica.
El catálogo de
productos orgánicos en México incluye, la fórmula láctea infantil Combiotic® de
0 a 12 meses, la fórmula láctea Combiotic de 1 año 3 años y su cereal infantil
de Avena, Trigo y Maíz.
La razón de ser
de la empresa es la responsabilidad de ofrecer a la población infantil los
mejores alimentos naturales para su adecuado crecimiento, es por esto que ha
sido reconocida como la marca #1 a nivel mundial en alimentación orgánica
infantil.
Este es el motivo
por el cual, todos los productos siempre han sido y serán libres de azúcares
añadidos, sabores/colorantes artificiales, transgénicos (OGMs), hormonas,
fertilizantes artificiales y pesticidas.
HiPP sigue el
ejemplo de la naturaleza, el de la leche materna, el alimento más puro y
natural que contiene una riqueza nutricional con propiedades únicas que la hacen
el mejor alimento para el lactante durante los primeros años de vida y
solamente cuando la lactancia materna no sea posible, se recurre a una fórmula
infantil fortificada.
Esta última se
convierte en el principal alimento durante el primer año de vida, por lo que la
calidad y composición de sus ingredientes es fundamental.
LO MEJOR DE LA NATURALEZA
Orgánico: La
calidad de los productos HiPP está garantizada por la cuidadosa selección de
las materias primas.
Un número
creciente de estudios demuestran que los bebés son más vulnerables a los
efectos tóxicos de los pesticidas que los adultos. Cuando se expone al bebé, el
hígado y los riñones inmaduros no pueden eliminar los plaguicidas del cuerpo
tan bien como los de un adulto.
Adicionalmente,
la primera infancia es la etapa más importante en el desarrollo de la función
cerebral y del desarrollo de los órganos para toda la vida, pero si el proceso
de desarrollo se detiene o se inhibe, hay pocas posibilidades de reparación.
Por tanto, la comida de un bebé debe ser la más pura, de la mejor calidad y lo
más nutritiva posible.
El uso excesivo
de plaguicidas es motivo de preocupación en México. Se han encontrado altos
niveles de contaminantes tóxicos (por ejemplo, metales pesados, plaguicidas) en
el suelo, el agua y las plantas y especies animales y se han identificado
efectos adversos en la salud humana, especialmente en los niños.
La elección de
productos orgánicos puede contribuir, en gran medida, a minimizar la exposición
de los niños a estas y otras sustancias nocivas. Además, los estudios
demuestran que los alimentos orgánicos contienen una amplia gama de nutrientes
que ayudan a mantener a nuestros hijos sanos.
La certificación
orgánica europea, que avala a los productos HiPP, es una de las certificaciones
con criterios más estrictos, lo que garantiza la calidad orgánica de los
productos HiPP.
Hay que destacar
que la fórmula infantil orgánica de HIPP es libre de:
●Residuos químicos sintéticos.
●Conservadores.
●Colorantes y saborizantes artificiales.
●Residuos de pesticidas e insecticidas.
●Residuos de hormonas sintéticas y de
crecimiento.
●Organismos genéticamente modificados
(GMO).
Para HiPP, es
importante que los productos sean lo más naturales posible, por eso la base de
todas las fórmulas infantiles solo utilizan leche orgánica con estrictos
controles de calidad que superan la normativa europea y están garantizados
personalmente por el sello de su director global, Stefan Hipp.
Sin Azúcares
Añadidos (únicamente lactosa): La lactosa es la única azúcar natural que se
encuentra en la leche materna. La lactosa es fundamental como fuente de energía
para un crecimiento y desarrollo, y ayuda a la absorción de calcio, fósforo y
magnesio.
Sin embargo,
muchos alimentos infantiles como las fórmulas y los cereales son adicionados
con otros azúcares como jarabe de maíz, maltodextrina, fructosa y sacarosa.
Dichos azúcares tienen un mayor índice de dulzor que la lactosa, lo que
contribuye a malos hábitos alimenticios desde una temprana edad.
Adicionalmente, los azúcares añadidos pueden contribuir a hiperactividad,
problemas para dormir, falta de concentración, depresión, diabetes y obesidad
infantil, entre otros efectos. Estas consecuencias son aún más graves en un
país como México con índices tan altos de obesidad y diabetes infantil.
HiPP cumple con
su promesa de ofrecer una nutrición sana para nuestros hijos y por lo tanto
ningún producto de HiPP México contiene azúcares añadidas.
LO ULTIMO EN LA CIENCIA
Parto vía cesaría
y el restableciendo una microbiota sana: HiPP no sólo se enfoca en el corto
plazo, sino para toda la vida.
Una microbiota
intestinal sana es la base para la salud desde el primer día de vida, ya que
establece el sistema inmune, aporta al desarrollo cognitivo, reduce las
alergias así como la incidencia de obesidad infantil y diabetes.
La primera
colonización importante de la microbiota se da durante el parto. Cuando un bebe
nace por parto natural, recibe todos los beneficios naturales de la flora
vaginal de la mama. En los nacimientos vía cesaría, los bebes no están
expuestos a estas bacterias buenas y su primera colonización es por parte de
las bacterias de la piel de la mamá y el quirófano. Esto lleva que lo bebes que
nacen por cesárea tengan un desbalance desde el primer día.
Posteriormente se
puede mantener o reestablecer una microbiota sana por medio de una correcta
alimentación. La leche materna es un alimento simbiótico, gracias a la
presencia de lactosa, prebióticos y probióticos. La presencia de pre y
probióticos puede conducir al restablecimiento de una microbiota intestinal
beneficiosa, especialmente importante en bebés nacidos por cesárea.
Cuando la
alimentación se complementa con fórmulas infantiles, es importante recalcar que
no todos los prebióticos y prebióticos son iguales. HiPP Combiotic® tiene una
combinación exclusiva de GOS (prebiótico) + L. fermentum (probiótico) el cual
está comprobado a tener este efecto simbiótico en la salud de la microbiota de
los bebés, algo especialmente importante para un bebé nacido por cesárea.
La leche materna
es el alimento más puro y natural que contiene una riqueza nutricional única
que la hacen el mejor alimento para el lactante durante los primeros años de
vida y solamente cuando la lactancia materna no sea posible, se recurre a una
fórmula infantil fortificada. Esta última se convierte en el principal alimento
durante el primer año de vida, por lo que necesitamos asegurarnos que sea la
mejor calidad.