RELACION DE LA ALIMENTACION
CON LA LACTANCIA
*Semana Mundial de la lactancia del 1 a 8 de
agosto
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) define la lactancia materna de la
siguiente forma: “Es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los
nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables”. Así lo
explica Marien Garza, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife
Nutrition.
Junto
con la OMS, múltiples autoridades de salud y nutrición nacionales e internacionales
recomiendan la lactancia materna exclusiva; es decir, que el recién nacido
únicamente se alimente e hidrate a partir de leche materna, durante seis meses,
y posteriormente se puede iniciar un patrón de ablactación saludable
(introducción de otros alimentos) y mantener la lactancia materna hasta los 2
años o más.
La
leche materna, es el estándar de oro, es el único alimento que sí puede
considerarse durante los primeros meses de vida del ser humano, como el mejor
alimento, provee todos los macro y micronutrientes, así como la hidratación
exacta para el recién nacido.
Han
sido bien estudiados y documentados científicamente, los múltiples beneficios
que aporta, tanto a la madre como al bebé, la leche materna, así como el propio
fenómeno de la lactancia.
Hoy
sabemos que la dieta y el estilo de vida de la mujer lactante, son factores
determinantes e importantes de la salud, tanto de ella como del bebé,
comenzando incluso antes de que la mujer esté embarazada.
La
investigación actual apunta a que los primeros mil días de vida, son cruciales
para la prevención de la enfermedad en la edad adulta de este nuevo ser humano.
Décadas
atrás, las mujeres en el embarazo y lactancia, tenían una visión cultural de un
momento de relajación, en el terreno de la nutrición y los hábitos saludables.
Algunos profesionales de la salud “apapachaban” y consentían a las mujeres,
pues se decía era el momento para sucumbir ante los antojos y darle rienda
suelta al gusto.
Sin
embargo, conforme la ciencia avanza en el conocimiento, se sabe que existen
algunas condiciones maternas específicas, no favorables durante este periodo
(particularmente obesidad y aumento de peso excesivo durante el embarazo y
lactancia) que se asocian con un alto peso al nacer, obesidad y alteraciones en
el metabolismo de la glucosa en niños y más tarde, en adultos con un mayor
riesgo cardio-metabólico.
De
ahí la importancia de la consciencia dietética a lo largo de todo el periodo de
lactancia.
La
mujer lactante debe buscar llevar una dieta correcta: completa, suficiente,
variada, inocua, equilibrada y adecuada.
Se
establece que, a partir de su gasto energético total diario, se aumenten 500
kcal al día, para poder cubrir las necesidades energéticas de la producción de
leche.
La
asesoría con un consejero de lactancia materna exclusiva y con los
profesionales de la salud adecuados, permite personalizar mucho esta etapa.
La
ingesta materna, determina la composición de la leche materna en algunos
micronutrientes, entre los que destacan DHA, selenio, manganeso, flúor, calcio
y vitaminas del complejo B entre otros.
No
se ha observado que exista algún alimento de consumo forzoso durante la
lactancia y no se ha comprobado que exista un alimento específico, que
contribuya al aumento de la producción de leche materna, solo el agua.
La
levadura de cerveza, el fenogreco, los probióticos entre otros, son
ingredientes que siguen en estudio para saber su aporte benéfico a esta etapa
tan importante.
Es
esencial recalcar que, durante la lactancia, no se recomienda realizar dietas
hipocalóricas (bajas en calorías y energía) o de restricción, encaminadas a
perder peso, ya que pueden resultar deficitarias en nutrimentos esenciales para
el bebé, en todo caso siempre se recomienda consultar con su médico
especialista, la dieta específica que se debe seguir para poder cumplir con sus
requerimientos diarios individuales.
De
todos estos puntos se deriva la importancia de una buena alimentación en la
madre que lacta y busca transmitir la mejor nutrición al hijo.