ACADEMICOS DEL HOSPITAL HOUSTON METHODIST
INVESTIGAN VACUNA CONTRA LA
TUBERCULOSIS
*Desarrollo muy necesario en la lucha contra
la enfermedad infecciosa más letal del mundo
La
tuberculosis es una enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium que se
transmite de persona a persona a través de la tos y los estornudos.
Es
decir, los bacilos tuberculosos se transmiten en el aire y basta con que una
persona inhale unos pocos bacilos para contagiarse.
En
México, de acuerdo con el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de
Enfermedades (CENAPRECE) en 2019 se registraron 21 mil 184 nuevos casos de
tuberculosis a nivel nacional, siendo los Estados de Veracruz, Baja California,
Guerrero, Tamaulipas y Sonora en los que se contabilizaron los números más
altos.
Ante
este panorama no sólo en México sino a nivel mundial, científicos del Hospital
Houston Methodist, en colaboración con sus homólogos de la Universidad de
Purdue, han desarrollado una nueva y prometedora estrategia de vacuna contra la
tuberculosis, un desarrollo muy necesario en la lucha contra la enfermedad
infecciosa más letal del mundo.
En
una investigación con ratones, la vacuna del equipo produjo una excelente
protección inmunológica contra la tuberculosis, una enfermedad para la que no
ha habido una vacuna nueva en más de 100 años. La nueva vacuna, administrada
por vía nasal, activa las células para evitar que la bacteria se propague en
los pulmones.
“Es
difícil apreciar la magnitud del problema de la tuberculosis, es por eso que
estamos entusiasmados con esta nueva estrategia de vacunas. Creemos que
presenta una nueva esperanza contra la propagación continua de la enfermedad”,
explicó el doctot Chinnaswamy Jagannath, profesor de patología y medicina
genómica en el Instituto de Investigación del Hospital Houston Methodist.
Si
bien llevó menos de un año desarrollar y probar vacunas para el COVID-19, una
nueva vacuna para la tuberculosis resultó más desafiante, probablemente porque
la bacteria contiene miles de proteínas, a diferencia de la proteína principal
de los coronavirus, y está bien adaptada para infectar y esconderse dentro de
las células.
El
doctor Jagannath aseguró que una vacuna contra la tuberculosis ha sido tan
difícil de desarrollar como una contra el VIH-SIDA, virus cuya resistencia ha
sido objeto de una frustración bien documentada en el campo. La tuberculosis ha
desconcertado a los investigadores durante aún más tiempo.
¿Un
sucesor de la centenaria vacuna BCG?: La única vacuna autorizada
actualmente para la tuberculosis es la vacuna Bacillus Calmette-Guérin (BCG),
que brinda una protección moderada contra las formas graves en bebés y niños
pequeños (no adultos), ya sea antes o después de la exposición a la bacteria.
La
BCG, administrada por primera vez a un bebé en un hospital parisino el 18 de
julio de 1921, ayudó a erradicar la tuberculosis en el mundo desarrollado hace
unos 80 años, pero no logró detener la marea en el mundo en desarrollo. Más de
mil millones de personas han muerto a causa de la tuberculosis en los últimos
dos siglos, incluidos 1.5 millones el año pasado, aproximadamente la misma
cantidad que por COVID-19. Alrededor de 10 millones de personas contraen la
enfermedad cada año.
El
doctor Jagannath ha trabajado en el campo durante más de 40 años, inicialmente
publicando sobre el tratamiento de la tuberculosis multirresistente y luego
siendo pionero en vacunas inductoras de autofagia de nueva generación dirigidas
a la bacteria. Dichas vacunas funcionan convenciendo al cuerpo para que limpie los
orgánulos dañados.
El
siguiente paso para el equipo del doctor Jagannath es un ensayo con primates no
humanos. Si tienen éxito, dice el experto, esperan pasar a los ensayos clínicos
en los próximos años.
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