LAS PÉRDIDAS GESTACIONALES RECURRENTES TRAEN DOLOR

Y FRUSTRACIÓN A LAS PAREJAS QUE LAS VIVEN

 

*Parejas que pierden a sus bebés consecutivamente después de concebir, requieren de apoyo psicológico y emocional

 

 

Perder un bebé de forma espontánea durante el embarazo, representa una de las causas más grandes de dolor, frustración y carga psicológica, que una pareja puede experimentar, sobretodo, si es una constante al momento de buscar tener un hijo.

Alrededor del mundo, existe una tasa de entre 10% y 15% de pérdidas gestacionales recurrentes de todos los embarazos clínicamente reconocidos. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de pérdidas se entiende como la presencia de 3 o más abortos consecutivos, antes de las 20 semanas de gestación.

Aunque la incidencia de las pérdidas gestacionales durante el primer trimestre del embarazo a escala mundial, es bastante alta, ya que se calcula que entre el 50% y el 80% de las concepciones se pierden antes del segundo trimestre, el que sea un hecho recurrente en una pareja que nunca ha tenido hijos con anterioridad, implica un problema de salud que afecta no sólo físicamente, sino de manera grave a la salud mental de una pareja.

“Las principales causas de este padecimiento varían y no existe una razón determinante para que sucedan; sin embargo, hay factores de riesgo puntuales que inciden de manera específica, como es el caso de la edad materna, ya que conforme aumenta la edad en que una mujer se embaraza, también aumenta el riesgo de pérdida; una historia médica de abortos recurrentes; anormalidades cromosómicas; problemas anatómicos, como malformaciones uterinas o crecimiento anormal del edometrio; presencia de miomas o pólipos; insuficiencia cervical; o enfermedades como síndrome de ovario poliquístico, diabetes, obesidad y trastornos tiroideos”, explicó el doctor Jesús E. Luján Irastorza, ginecólogo especialista en Biología de la Reproducción, en conferencia de prensa llevada a cabo por la Fundación Pronatal que él mismo preside.

Según cifras del INEGI, en México existen por lo menos 22 mil 300 casos de mortalidad fetal registrados en las últimas tres décadas, lo que deja ver que no obstante las tasas de natalidad van en incremento, también son muchas las parejas que sufren el duelo de toparse con los brazos vacíos y las ilusiones rotas después de haber concebido.

Ante este contexto, explicó que la pérdida de un bebé, aún en las primeras etapas del embarazo, representa un duelo muy significativo en las parejas, quienes experimentan un sufrimiento psicológico difícil de sobrellevar y requieren del apoyo de un especialista que los oriente al momento de afrontar el proceso.

“Tras la pérdida de un embarazo, la pareja se enfrenta no sólo al dolor causado por la ausencia de su bebé, también debe responder a las preguntas frecuentes de la familia y amigos sobre lo sucedido y a tener que decir adiós a los sueños y deseos que hasta ese momento se habían formado”, precisó.

Afortunadamente, quienes encaran esta situación, pueden encontrar en los métodos de reproducción asistida actuales, la herramienta segura y efectiva que les permita buscar una solución.

En palabras de Victoria Hertel Coach de Transformación de la Fundación Pronatal, ”los tratamientos de reproducción asistida, representan una de las mejores formas de beneficiarse de la ciencia, sin que ello se encuentre subordinado a un impedimento de salud”.

La Coach, al igual que la Terapeuta Xochitl Herrera, forman parte del equipo de profesionales de la Fundación Pronatal, que acompaña a las parejas a buscar la causa y tratamiento de la baja fertilidad o perdidas gestacionales recurrentes de forma integral, complementando los avances teconológicos de los métodos de reproducción asistida, con medicina alternativa que ayuda al manejo integral del paciente.

Por último, los especialistas destacaron que ante una situación de infertilidad y pérdidas gestacionales recurrentes, es de suma importancia que las parejas cuenten con toda la información y explicaciones posibles sobre su problema; que encuentren en la actitud del médico una forma de apoyo total, que los oriente y anime en los aspectos emocionales y psicológicos por los que atraviesan; y sobretodo, que sepan que ante cualquier dificultad, siempre existirán los tratamientos adecuados y seguros que les permitan encontrar una solución.