¿SABES SI ERES CANDIDATO A
UN IMPLANTE AUDITIVO?
El
oído es considerado el segundo sentido más importe para los seres humanos,
permitiéndonos escuchar, hablar y comunicar nuestras necesidades. Se estima que
en México hay 6 millones 179 mil 890 personas con algún tipo de discapacidad,
lo que representa 4.9% de la población total del país.
El
oído se convierte en el aliado perfecto para ayudarnos a percibir los sonidos y
disfrutar la música, a darnos referencia de nuestro espacio, dirección de la
fuente de sonido y nos permite conectar y ser capaces de comunicarnos de manera
efectiva; sin embargo, la pérdida auditiva puede ocurrir a cualquier edad por
diversos factores como: estar expuestos a ruido, medicamentos, enfermedades del
oído, entre otras. Pero ¿cómo identificar que estás perdiendo la audición?
“A
veces pueden pasar un par de años para que alguien se pueda dar cuenta de su
propia pérdida auditiva. Es importante que año con año, se puedan realizar una
revisión auditiva que les permita evaluar la capacidad de audición y si en éste
hay una falla, entonces habrá que recurrir a una solución que vaya de acuerdo
con el tipo y grado de pérdida auditiva que será recomendado por el
especialista”, destaca el doctor Fernando Díaz Rojas, director comercial de
MED-EL México.
Para
determinar si una persona es candidata para un implante auditivo, debe ser
examinada por un profesional de la audición. Por ello, las personas también
necesitarán que se les realicen pruebas auditivas como una audiometría, que
muestra la salud auditiva del paciente.
A
continuación, te compartimos una breve descripción sobre cómo, a través de un
audiograma, podrás identificar gráficamente los sonidos más débiles que una
persona puede percibir en unas frecuencias específicas.
Los
sonidos agudos, como el canto de un pájaro o el llanto de un niño, tienen una
frecuencia alta. Los sonidos de baja frecuencia tienen un tono más grave, como
el de un perro ladrando o el ruido de una cortadora de césped.
Asimismo,
con base a esta herramienta un especialista podrá revelar si usted tiene
pérdida auditiva, qué tipo de pérdida auditiva puede tener y le ayudará a
identificar una solución auditiva apropiada.
Audición Normal.- Con audición normal, debe
ser capaz de oír, sin ninguna dificultad, los sonidos más débiles, como el
goteo de un grifo o el canto de los pájaros. Estos sonidos tienen una
intensidad de unos 0 a 20 decibelios (dB).
Hipoacusia Leve o Pérdida
Auditiva Leve.-
Con hipoacusia leve, no podrá oír muchos de los sonidos que estén por debajo de
los 21-40 dB. En este nivel puede oír la voz de una persona que ronda los 65
dB, pero no los sonidos más tenues, como el tictac de un reloj, un grifo que
gotea o los sonidos más débiles de una conversación como la “s” o podrá
confundir palabras similares como “sesenta” y “setenta”.
Hipoacusia Moderada.- Con hipoacusia moderada,
no podrá oir los sonidos que estén por debajo de los 41-70 dB. Esto significa
que no será capaz de entender una conversación normal o de oír el sonido del
teléfono. Si la hipoacusia moderada no se trata, puede afectar
significativamente su vida diaria y se convertiría en un reto que, al estar en
un ambiente ruidoso, sea complicado entender a los demás ya que el sonido puede
llegar a superar el volumen de las palabras.
Hipoacusia Severa.- Con hipoacusia severa, no
podrá oír los sonidos que estén por debajo de los 71-90 dB. Esto significa que,
no será capaz de oir Sonidos como conversaciones en un tono elevado o el ruido
del tráfico. La hipoacusia severa tiene casi siempre grandes repercusiones en
la vida diaria de adultos y de los pequeños, que, en este caso, se presentarán
dificultades para adquirir y reproducir el lenguaje, por tanto, les suele ser
más complicado adquirir conocimientos y comprender los eventos a su alrededor.
Hipoacusia Profunda.- La hipoacusia profunda es
el grado más significativo de pérdida auditiva con hipoacusia profunda, no
podrá oír los sonidos que estén por debajo de los 91-120 dB o más. Esto
significa que ni siquiera podrá oír sonidos tan fuertes como el motor de los
aviones, el paso de los camiones por una carretera o las alarmas de incendios.
Que, para tratar este tipo de hipoacusia, es un implante coclear, solución que
se ha utilizado durante los últimos 30 años y que brinda el sonido que el oído
naturalmente ya no puede percibir.
“La
pérdida de la audición en un familiar es un proceso que no es fácil de
asimilar. Por lo tanto, su aceptación y los pasos a seguir para determinar el
grado de pérdida de este sentido son vitales para ofrecer al tratante una nueva
oportunidad para integrarse de forma asertiva con el mundo que los rodea”,
concluyó el doctor Fernando Díaz Rojas.
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