CANCER DE MAMA Y OVARIO, UNA CONEXIÓN GENETICA
En México, el cáncer
femenino, el cual comprende mama, ovario y cérvix, es de las primeras causas de
muerte, de acuerdo con el Cubo del Sistema Epidemiológico y Estadístico de las defunciones,
el cual informó que en el 2015 se registraron 291 mil 637 decesos en mujeres de
las cuales 40 mil 537 (13.9%) correspondieron a tumores malignos. El 15.4% de
las defunciones por tumores malignos correspondió a cáncer de mama, el 9.9% a
cáncer de cuello uterino y el 5.9% a cáncer de ovario.
Recientemente, científicos
han descubierto que el cáncer de ovario y de mama están intrínsecamente ligados
por mutaciones hereditarias en los genes BRCA1 o BRCA2, así como posiblemente
por algunos otros genes que aún no han sido descubiertos. Estas mutaciones son
aproximadamente 10 veces más comunes en las mujeres judías asquenazi que en la
población general de Estados Unidos.
De acuerdo con expertos del
Hospital Houston Methodist, el cáncer de mama es el carcinoma más común que
enfrentan las mujeres, aparte del de piel. Una de cada 8 mujeres, o
aproximadamente el 12%, puede desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida.
El cáncer de ovario es mucho
menos común, con una incidencia de sólo 2%. “Alrededor del 5% al 10% de los
cánceres de mama se atribuyen a mutaciones genéticas, como BRCA1 o BRCA2. Una
de cada 400 mujeres tiene la mutación BRCA, lo que aumenta sus posibilidades de
desarrollar cáncer de mama y ovario”, explicó la doctora Candy Arentz, cirujana
de mama del Houston Methodist West Hospital y miembro del Cancer Center.
La respuesta está en los
genes: De acuerdo con los expertos,
los antecedentes familiares son la primera señal de alarma en el tema del
cáncer, ya que estos pueden indicar una tendencia genética a desarrollar cáncer
de ovario, por ejemplo.
A continuación, te
explicamos algunos antecedentes familiares a revisar y consultar con tu médico
para realizar un estudio genético:
• Tener diagnóstico de
cáncer de mama a los 50 años o antes.
• Haber padecido cáncer
en ambas mamas, ya seas tú o un familiar cercano.
• Relación consanguínea
con alguna mujer diagnosticada con cáncer de ovario.
• Tener padre, hermano,
tío o abuelo con cáncer de mama masculino.
• Diagnóstico de cáncer
de mama triple negativo a los 60 años o más (el cáncer de mama triple negativo
es un tumor que carece de estrógeno, progesterona y el gen HER2/neu).
• Ser de ascendencia
judía askenazí.
• Mutación de gen BRCA
previamente identificada en la familia.
No desestimes los síntomas: De acuerdo con el doctor Tarrik Zaid, gineco oncólogo
del Houston Methodist West Hospital, “algunos síntomas tempranos pueden ser
confundidos con condiciones benignas; sin embargo, es importante estar atentos
si estos perduran por varias semanas, ya que de ser así es necesario realizar
un estudio exhaustivo para determinar la causa subyacente y descartar la
posibilidad de cáncer de ovario”.
Los siguientes son algunos
de los síntomas más comunes que deben ser revisados si la molestia es
persistente:
• Dificultad para
respirar.
• Hinchazón
abdominal, hinchazón pélvica o dolor en la parte inferior de la espalda.
• Relaciones
sexuales dolorosas.
• Necesidad
frecuente de orinar.
• Dificultad para
comer o para estar satisfecho rápidamente.
“La detección temprana
mejora el pronóstico y las tasas de curación; sin embargo, desafortunadamente,
la mayoría de las mujeres son detectadas en una etapa avanzada debido a los
síntomas vagos”, explicó el doctor Zaid, miembro del Houston Methodist Cancer
Center at West.
Tratamientos para considerar:
Por lo general, el
tratamiento para el cáncer de ovario consiste en una cirugía para extirpar el
tumor o tumores y quimioterapia para eliminar las células cancerosas restantes.
Las terapias adicionales
pueden incluir Bevacizumab, medicamento oncológico que hace que el tumor no
ingrese a la sangre, así como los inhibidores de la PARP, un tipo de terapia
dirigida que puede mejorar las tasas de supervivencia.
“Las mujeres diagnosticadas
con mutaciones antes de la aparición del cáncer pueden someterse a
procedimientos para reducir su riesgo”, explicó el doctor Zaid. “Algunas
mujeres con un riesgo muy fuerte se someten a una cirugía preventiva para
ayudar a evitar futuros cánceres”, afirmó la doctora Arentz.
“Por ejemplo, una
mastectomía preventiva puede reducir el riesgo de cáncer de mama en el futuro
hasta en un 90%. La ooforectomía (la extirpación quirúrgica de los ovarios)
puede reducir el riesgo de cáncer de ovario hasta en un 80 a 90% en mujeres con
una mutación BRCA.
Estar cuidado es estar en
control: Es importante recordar que
no todas las mujeres que tienen mutaciones genéticas asociadas con cáncer de
mama y ovario desarrollarán la enfermedad.
El mejor cuidado es estar al
tanto de los riesgos que se tienen y hablarlo con su médico, conocer los
síntomas y realizarse exámenes de detección regulares, como mamografías y
exámenes ginecológicos.
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