ACTIVIDAD
MEDICA DE MSF MIENTRAS CRECE EL NUMERO
DE
NUEVOS CASOS CONFIRMADOS DE EBOLA EN EL CONGO
*Acrecentar la conciencia entre las comunidades sobre las medidas para
controlarlo es uno de los grandes desafíos de la respuesta al brote
PARIS, Francia, 18 de enero de 2019.- Casi seis
meses después de que fuera declarada la epidemia de Ébola en el noreste de la
República Democrática del Congo, los equipos de respuesta en el terreno, entre
ellos Médicos Sin Fronteras (MSF), siguen luchando por controlar el brote.
Hasta el momento, 619 personas se han infectado con el virus y 361 de
ellas han muerto en el segundo brote de Ébola más grande registrado desde que
se descubrió el virus en este país, en 1976.
A medida que sigue creciendo el número de nuevos casos confirmados de
Ébola, un contexto de inestabilidad, relacionado con las elecciones
presidenciales ha restringido aún más el acceso a la atención médica de la
población en la ciudad de Beni y sus alrededores, donde varios centros de salud
sufrieron daños durante las protestas. Esto hace que la identificación rápida
de nuevos casos de Ébola sea más difícil, pues los centros de salud restantes
se sobrecargan.
"En esta situación, las personas no tienen otra opción más que
buscar ayuda médica en instalaciones de salud que no cuentan con medidas
adecuadas de prevención y control de infecciones, lo que aumenta el riesgo de
contaminación", explicó Laurence Sailly, coordinador de emergencias de MSF
en Beni.
“Estamos hablando de una población que ha sufrido muchos años el
conflicto. Además de eso, ahora se enfrentan al brote de Ébola más letal que
haya visto el país. La inestabilidad de estas últimas semanas aumenta aún más
su difícil situación, al limitar sus posibilidades de encontrar atención médica
adecuada", añadió.
Desde que se declaró el brote el 1 de agosto, MSF ha ido escalando
constantemente las actividades de atención a pacientes para hacer frente al
creciente número de casos confirmados de Ébola, más recientemente en las zonas
de salud de Butembo, Katwa y Komanda.
Esto incluye la expansión del centro de tratamiento de Ébola (ETC) en
Butembo de 64 a 96 camas, la apertura de un nuevo ETC en Katwa -al este de
Butembo- y la apertura de un centro de tránsito en Bwana Sura en Komanda, parte
de la provincia de Ituri, donde se han identificado nuevos puntos de contagio.
MAS COMUNIDADES EN RIESGO
“Con más y más casos que llegan de la ciudad de Butembo, que tiene una
población de casi un millón de personas, era necesario crear un segundo centro
de tratamiento rápidamente”, dice Emmanuel Massart, coordinador del proyecto de
MSF en Katwa.
“Estamos interesados en ganarnos la confianza de las comunidades más
afectadas. Diseñamos el centro de tratamiento de Katwa con el objetivo de
ofrecer mayor capacidad de atención al paciente. Ventanas grandes que permiten
a nuestros pacientes ver la cara de los doctores y las enfermeras tratándolos y
haciéndoles más fácil la visita de sus familiares, restableciendo algún
contacto humano que es tan difícil mantener en lo centro de tratamiento de
Ébola”, destacó.
Acrecentar la conciencia entre las comunidades sobre las medidas para
controlar el Ébola es uno de los grandes desafíos de la respuesta al brote y
demanda una gran responsabilidad para los actores que intervienen. Llegar a las
comunidades se ha convertido en una de las mayores dificultades por la tensión
que ha desencadenó el momento posterior a las elecciones en Beni y Butembo.
Esto incrementó la distancia entre la población y las actividades de
Ébola. La gente ahora, es más reacia a prevenir la infección y controlar las
prácticas, tales como los entierros seguros y la descontaminación de las casas
y los hospitales.
“Con el Ébola, los centros de tratamiento que existen ahora no son
suficientes. Conectar con la comunidad y construir confianza mutua es la clave
para disminuir y controlar el brote”, dice Roberto Wright, antropólogo de MSF
en Katwa.
“Necesitamos incrementar los esfuerzos para comprometer a la población
como participantes activos en la batalla contra el brote. Esto incluye escuchar
sus necesidades más grandes. Por ejemplo, a finales de diciembre, distribuimos
kist a los centros locales para ayudar en la respuesta por el potencial suceso
de violencia. Igualmente, nuestros centros no solo están para recibir pacientes
de Ébola y referirlos a tratamiento, sino también para asegurar un cuidado
adecuado de los problemas de salud, lo que es una necesidad evidente para la
población. Visitar las comunidades para dar a conocer nuestras actividades
antes de iniciarlas puede servir en términos de comprensión y facilitar una
mejor colaboración a largo plazo”, dijo.
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