CONTAGIARSE A PROPOSITO CON
OMICRON ES UNA PÉSIMA IDEA
*Aún se ignora qué otras variantes pueden
surgir
La
variante Ómicron está en todas partes en este momento, y es probable que
conozcas ya a muchas personas cercanas contagiadas y muchos piensan que
contraer COVID-19 es inevitable en estos momentos.
Vacunarse
(incluido el refuerzo), usar el cubrebocas y lavarse las manos con frecuencia
son medidas preventivas muy manejables, pero seamos realistas; evitar por
completo ir a restaurantes, fiestas, gimnasio y viajes, en este momento lo
sentimos más como un sacrificio.
Y
con la cantidad de personas que dan positivo a COVID-19 en estos días,
pareciera que todos los esfuerzos por prevenir el contagio están siendo en
vano.
Además,
muchos piensan que no importaría contagiarse porque la variante Ómicron se
supone que es menos grave, ¿no?
¡CUIDADO! NO TAN RAPIDO…
"Si
todos bajamos la guardia, cediendo a una infección, que esperamos sea más leve,
y a la aparente inevitabilidad de contraerla, estamos echándole leña al fuego,
dejando que este virus se propague sin control, y esto claramente tiene
consecuencias graves", dice el doctor H. Dirk Sostman, director académico
del Hospital Houston Methodist.
Aquí
te presentamos las siete razones por las que NO debes ceder al pensamiento popular de “a todos nos va a dar” y
que te impida continuar tomando las medidas preventivas contra el COVID-19:
1.- Un caso “leve” de COVID-19 aún puede
ser muy grave: Probablemente hayas oído que la variante Ómicron ausa una enfermedad menos grave,
especialmente en personas que están vacunadas y con refuerzo. "Sí, Ómicron
podría ser más leve que la anterior variante Delta, pero eso no significa que
el COVID-19 leve no pueda causar una enfermedad sustancial y miserable”, enfatiza
el doctor Sostman. Incluso los síntomas leves de COVID-19 pueden sentirse
bastante fuertes. Van desde fiebre, tos seca y congestión nasal, hasta dolor de
cabeza intenso, fatiga, faringitis y dolor agudo de garganta. Muchos de estos
síntomas duran días. Algunos permanecen durante varias semanas.
Además,
contraer COVID-19, incluso si no tienes ningún síntoma, sigue requiriendo de
aislarse de otras personas durante al menos cinco días completos, lo que puede
interrumpir tu trabajo así como todas tus actividades cotidianas. Y no sólo
eso, algunas personas aún se enferman gravemente con la variante Ómicron,
incluso si están vacunadas. Los hospitales y salas de urgencias de todo el
mundo son evidencia de esto.
"Estamos
viendo menos hospitalizaciones en esta ola y las personas vacunadas ciertamente
representan la minoría de ellas, pero eso no significa que no existan casos
sumamente graves", apunta el doctor Sostman.
2.- Es muy probable que no exista eso
llamado “súper inmunidad”: Es fácil decir que uno puede superar el COVID-19,
pero ten cuidado con la idea de que la "súper inmunidad" podría
protegerte contra virus en el futuro. El haber tenido y haberse recuperado de
COVID-19 en el pasado sigue sin ser garantía para superar un contagio en esta
nueva ola y las subsecuentes.
"Aún
no sabemos qué tipo de inmunidad se obtiene de Ómicron, especialmente con una
infección leve o asintomática. Al igual que con otras variantes, es muy posible
que alguien vacunado y reforzado, y que haya superado el COVID-19 anteriormente,
aún pueda contraerlo nuevamente. Es posible que tú hayas terminado con el
COVID-19, pero quizás COVID-19 no haya terminado contigo todavía”, dice el
doctor Sostman.
3.- En caso de contagio, las medidas
preventivas nos ayudan a contraer una menor carga viral de COVID-19 en nuestro
cuerpo: Una infección viral es una carrera entre el virus y su replicación
dentro de nuestro sistema versus nuestro sistema inmunológico levantando las
defensas contra dicha multiplicación.
El
Dr. Sostman explica: "Entonces, ¿por qué permitir que el invasor aterrice
más tropas? Con el uso del cubrebocas, el distanciamiento social, evitar
aglomeraciones y la higiene de las manos, garantizamos estar expuestos a una
dosis mucho más pequeña del virus en caso de contagio, lo que le dará a tu
sistema inmunológico más tiempo y una mejor oportunidad de crear una defensa
fuerte contra la enfermedad”.
4.- Cualquier persona puede experimentar
el síndrome post-COVID: Desde los primeros meses de la pandemia, los médicos
han trabajado para comprender el síndrome post-COVID (también llamado COVID
largo), con el cual muchas personas que se han "recuperado" del virus
experimentan síntomas durante otros seis meses o más.
Los
síntomas comunes de este COVID largo suelen ser:
·
Fatiga.
·
Dificultad para respirar.
· Dolor en las articulaciones.
·
Dolor en el pecho.
·
Confusión mental, incluyendo una incapacidad para concentrarse y
deterioro de la memoria.
·
Pérdida del gusto y/o del olfato.
·
Problemas para dormir.
"Con
variantes anteriores, hemos visto que el síndrome post-COVID ocurre en personas
con enfermedad leve y grave por igual, por lo que tener una enfermedad leve no
significa que no estés en riesgo de desarrollar estos síntomas a largo
plazo", afirma el especialista el Hospital Houston Methodist.
Al
no estar claro si la variante Ómicron también pueda causar mayor o menor
síndrome post-COVID, ¿para qué arriesgarse?
5.- Podrías enfermar a otra persona
gravemente: Ómicron es muy contagioso, por lo que contraerlo significa que
puedes propagarlo a muchas personas más antes de saber incluso que lo tienes.
Algunas
de las personas que probablemente puedas contagiar podría ser más vulnerable a
desarrollar una enfermedad más grave que tú; como alguien por ejemplo que está
inmunocomprometido, que padece cáncer, diabetes o alguna enfermedad crónica.
Pero también alguna persona completamente vacunada, pero que aún tiene factores
de riesgo de enfermar gravemente. Ese alguien también podría ser un niño o adolescente
menor de 15 años que aún no es elegible para la vacunación en México.
"También
podrías contagiar a alguien que no está vacunado, lo cual no sólo tiene
implicaciones para la salud de esa persona, sino que también puede estresar aún
más el sistema de atención hospitalaria, que ya está de por sí
sobrepasado", advierte el doctor Sostman. "Los adultos no vacunados
están constituyendo la mayoría de las hospitalizaciones por COVID-19 en este
momento".
6.- La propagación incontrolada complicará
los sistemas de salud en todo el mundo: Cuantos más de nosotros nos contagiemos
en este momento, más difícil será para nuestros hospitales funcionar de manera
óptima.
"Las
hospitalizaciones ya son altas en muchos países del mundo. Si nos permitimos
relajar aún más nuestras precauciones contra el COVID-19, nuestros hospitales y
trabajadores de la salud se verán mucho más abrumados de lo que ya están
ahora", enfatiza el doctor Sostman.
Esto
no solo afecta la atención de COVID-19, podría interrumpir el cuidado de la
salud de personas con emergencias médicas o con enfermedades crónicas en los
hospitales.
7.- Ante un mayor número de infecciones
aumenta la posibilidad de nuevas variantes: Antes de Ómicron, había Delta,
antes había Beta, antes había Alfa. Pero, ¿qué sigue después de Ómicron?
"Las
mutaciones virales que conducen a nuevas variantes son un juego de números, y
no queremos jugar a favor del virus dejando que se propague nuevamente sin
control", advierte el doctor Sostman.
Cuanto
más dejamos que este virus se propague, incluso si en su mayoría está causando
sólo una enfermedad leve, más probable será que nos encontremos con otra
variante, tal vez una que sea aún más difícil de manejar. ¿Qué tan malo sería
si la próxima variante es tan contagiosa como Ómicron pero también más letal
como Delta? ¡Nos iría muy mal! ¿No crees?
"Por
ejemplo, Ómicron ha demostrado que es capaz de eludir mucha de la inmunidad generada
por la vacunación", explica el doctor Sostman. "Además, dos de
nuestras terapias de anticuerpos monoclonales más comunes, son ineficaces
contra esta nueva variante".
Nuevas
mutaciones de Ómicron harán que lidiar con este virus se vuelva más tortuoso y
que la pandemia se prolongue, y no sabemos todavía qué podría aparecer después.
¡No
tratemos de averiguarlo! Mejor síguete cuidando.