INCENDIOS FORESTALES Y HUMO:
CINCO
CONSEJOS PARA CUIDAR TU
SALUD
Todo
el mundo sabe que fumar tabaco hace daño, pero ¿qué pasa con el humo de la
madera quemada, especialmente el de los incendios forestales a los que estamos
sometidos en esta época del año, donde se queman toneladas y toneladas de
bosque y maleza, liberando partículas al aire?
Y
es que los incendios forestales no sólo arrasan con todo a su paso. Su humo
contiene varios contaminantes que se sabe que afectan la salud, como el
benceno, el formaldehído, la acroleína y los hidrocarburos aromáticos
policíclicos.
Según
la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), la “mayor
amenaza para la salud” del humo son las diminutas partículas llamadas PM2.5,
que son tan pequeñas que incluso las más grandes son 30 veces más delgadas que
un cabello humano.
“El
material particulado fino, o PM2.5, es uno de los contaminantes del aire más
estudiados y un importante factor ambiental de riesgo para enfermedades
cardiovasculares”, explica el Dr. Sadeer Al-Kindi, cardiólogo preventivo en
Houston Methodist que investiga los efectos de la contaminación del aire en la
salud.
“Una
vez que se inhalan, estas partículas son tan pequeñas que no se quedan sólo en
los pulmones”, explica. “Algunas pueden llegar al torrente sanguíneo y causar
varios problemas de salud con el tiempo, como mayor riesgo de enfermedades
cardíacas, inflamación sistémica, estrés oxidativo, cambios en el metabolismo
de la glucosa y desarrollo de hipertensión”.
Lamentablemente,
los incendios forestales no van a desaparecer, y la temporada, frecuencia y
extensión de las áreas afectadas van en aumento debido al cambio climático.
Aun
así, hay cosas que puedes hacer para cuidar tu salud antes, durante y después
de los incendios. El Dr. Al-Kindi comparte cinco consejos sobre seguridad en
incendios forestales que pueden marcar la diferencia para tu bienestar.
1.-
Revisa la calidad del aire en tu zona: El Índice de Calidad del Aire (AQI)
de EE. UU. o el índice IMECA en México, son ejemplos de herramientas que
informan sobre la calidad del aire exterior y la salud. Existen aplicaciones
donde solo basta con ingresar tu código postal, ciudad o estado y obtendrás
información básica sobre la calidad del aire en tu área, junto con
recomendaciones según el nivel de preocupación y los tipos de partículas
presentes. La contaminación por partículas (como PM2.5) es uno de los cinco
contaminantes principales que el AQI monitorea y reporta.
“Tanto
la exposición prolongada como la corta a partículas finas puede aumentar el
riesgo de insuficiencia cardíaca, hospitalizaciones relacionadas y mortalidad”,
afirma el Dr. Al-Kindi. “Esto puede suceder incluso en zonas con poca
contaminación, así que revisar con frecuencia la calidad del aire en tu área,
más allá de los incendios, puede ser clave para tu salud a largo plazo”.
2.-
Limita tu tiempo al aire libre durante y después de los incendios: Incluso
cuando el humo desaparece, los incendios dejan mucha ceniza, que puede irritar
tus ojos, nariz, piel y pulmones, según los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC). La ceniza puede ser más peligrosa si el fuego
también quemó estructuras, no sólo árboles o materia orgánica. La ceniza húmeda
incluso puede causar quemaduras químicas si entra en contacto directo con tu
piel.
Además
de revisar la calidad del aire, el Dr. Al-Kindi recomienda reducir al mínimo
posible el tiempo al aire libre para evitar más exposición a la ceniza y las
partículas contaminantes.
“La
mejor forma de evitar la exposición al material particulado es quedarte en
interiores la mayor parte del tiempo durante los episodios de contaminación”,
explica. “Las mascarillas y respiradores ayudan a proteger los pulmones, pero
lo mejor es quedarte dentro y mantenerte alejado del humo”.
Cuando
ya sea seguro empezar a limpiar y salir de casa, evita el contacto directo con
la ceniza —ya sea en la piel, ojos, nariz o boca—. Usar manga larga, guantes,
gafas protectoras y zapatos cerrados, son algunas recomendaciones al salir después
de un incendio.
3.-
Usa mascarilla o respirador al salir: “Las mascarillas quirúrgicas o de
tela no bastan para proteger tus pulmones del material particulado”, comenta el
Dr. Al-Kindi. “En el caso de los incendios forestales, los CDC recomiendan usar
mascarillas N95 o respiradores P100”.
Asegúrate
de que la mascarilla quede bien ajustada al rostro y no deje espacios por donde
pueda entrar el aire contaminado.
4.-
Conoce tus riesgos de salud y actúa en consecuencia: Cualquiera puede verse
afectado por el humo de los incendios y los contaminantes, pero hay ciertos
grupos que corren más riesgo: niñas y niños, adolescentes, personas mayores,
embarazadas, quienes trabajan al aire libre y quienes tienen enfermedades
preexistentes como problemas pulmonares, cardíacos, asma, diabetes u obesidad.
Estos
“grupos sensibles”, como los llama la EPA, deberían estar aún más pendientes
del Índice de Calidad del Aire, incluso en días sin incendios, señala el Dr.
Al-Kindi.
“No
sólo aumentan las partículas finas el riesgo de enfermedades cardiovasculares,
sino que la inflamación que provocan puede desencadenar una serie de reacciones
en el cuerpo que afectan distintos órganos, empeoran otras condiciones y
aumentan las probabilidades de complicaciones”, explica.
5.-
Presta atención a nuevos síntomas o si empeoran los que ya tienes: Si notas
algún síntoma relacionado con la inhalación de humo —seas parte o no de un
grupo sensible— es importante que busques atención médica en cuanto puedas.
Algunos
de los síntomas más comunes por inhalación de humo incluyen:
•
Tos
•
Sibilancias
•
Ataques de asma
•
Ojos irritados o que pican
•
Opresión o dolor en el pecho
•
Latidos rápidos
•
Nariz que moquea
•
Garganta irritada
•
Mareos
•
Cansancio inusual
“Los
incendios forestales pueden ser devastadores, tanto para el medio ambiente como
para tu salud”, afirma el especialista del Hospital Houston Methodist. “Aunque
no puedes controlar el clima, hay medidas simples como revisar la calidad del
aire, usar un respirador y saber cuándo buscar atención médica que son clave
para proteger tu salud a largo plazo”.
Dicho
esto, también hay muchas formas de cuidar tu corazón y tu salud más allá de la
temporada de incendios, añade el Dr. Al-Kindi. Algunas de ellas son comer de
forma saludable para el corazón, mantenerte activo, no fumar, dormir bien y
controlar tu peso, colesterol y presión arterial.

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