EL TRASTORNO DEL OLFATO, NO
ES
PERDER EL SENTIDO DEL GUSTO
*La mayoría de las personas que van al médico
porque piensan que han perdido el sentido del gusto se sorprenden al saber que
lo que tienen es un trastorno del olfato
El
trastorno del gusto más común es la percepción fantasma del gusto: un sabor en
la boca persistente y a menudo desagradable, a pesar de que no se tiene nada en
ella.
Algunas
personas también sienten una disminución en la capacidad de notar los
diferentes sabores: dulce, ácido, amargo, salado y umami.
Este
trastorno se llama hipogeusia. Otras personas no pueden detectar ningún sabor,
lo que se llama ageusia; sin embargo, la verdadera pérdida del gusto es poco
común.
Por
lo general, lo que se tiene es una pérdida del olfato en lugar de una pérdida
del gusto.
En
otros trastornos de los sentidos químicos, puede haber una distorsión en un
olor o sabor. La disgeusia es un trastorno que da la sensación de tener
persistentemente un sabor malo, salado, rancio o metálico en la boca.
A
veces, la disgeusia ocurre al mismo tiempo que el síndrome de la boca ardiente,
un problema médico en el cual la persona experimenta una sensación dolorosa de
ardor en la boca. Aunque puede afectar a cualquier persona, el síndrome de la
boca ardiente es más común en las mujeres mayores y de mediana edad.
¿Qué
causa los trastornos del gusto?: Algunas personas nacen con trastornos del
gusto, pero la mayoría de estos trastornos se desarrollan después de una lesión
o enfermedad. Entre las causas de los problemas del gusto están:
-las infecciones respiratorias y del oído
medio,
-la radioterapia para el cáncer de cabeza o
cuello,
-la exposición a ciertos productos químicos
como los insecticidas, y a algunos medicamentos como ciertos
-antibióticos y antihistamínicos comunes,
las lesiones en la cabeza, algunas cirugías del oído, la nariz y la garganta
(como la cirugía del oído medio) o la extracción del tercer molar (la muela del
juicio),
-la mala higiene bucal y problemas dentales.
¿Cómo
se diagnostican los trastornos del gusto? Tanto los trastornos del gusto
como los del olfato se diagnostican por un otorrinolaringólogo, El
otorrinolaringólogo puede determinar qué tan grave es su trastorno del gusto
midiendo la concentración más baja de un sabor que usted pueda detectar o
reconocer.
Él
le puede pedir que compare el sabor de diferentes sustancias o que note cómo
crece la intensidad de un sabor al aumentar la concentración de una sustancia.
Los
científicos han desarrollado pruebas del gusto en las que el paciente responde
a diferentes concentraciones químicas. Esto puede ser tan simple como una
prueba de “sorber, escupir y enjuagarse” o le pueden aplicar productos químicos
directamente sobre áreas específicas de la lengua.
Entre
otras cosas, una evaluación completa de la pérdida de sabor incluirá un examen
físico de los oídos, nariz y garganta; un examen dental con una evaluación de
la higiene bucal; una revisión de la historia médica; y una prueba del gusto
bajo la supervisión de un profesional de la salud.
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