ANEURISMA CEREBRAL, ENFERMEDAD LETAL ASINTOMATICA
*Provoca
dilatación de vasos sanguíneos que puede derivar en una hemorragia en los
tejidos del cerebro
Pese a ser una enfermedad grave y en
ocasiones mortal, el aneurisma en el cerebro se manifiesta tras pocos síntomas
de alerta, lo que favorece su repentina presencia y cierta dificultad para
detectarlo.
Se
trata de una debilidad en la pared de una arteria que forma
una bolsa o una dilatación en un vaso sanguíneo, cuyas delgadas paredes se
pueden romper provocando una hemorragia en los tejidos del cerebro.
El aneurisma se desarrolla
poco a poco hasta que presiona un nervio o gotea pequeñas cantidades de sangre
antes de una ruptura mayor, que significan signos de advertencia sin que la
persona que lo está sufriendo entienda el por qué.
Estos síntomas pueden
ocurrir en minutos o semanas antes de una ruptura mayor y se manifiestan con severo
dolor de cabeza, dolor en la cara, visión doble, párpado caído o cualquier otro
problema en la visión.
Es importante señalar que cuando se presenta cualquiera de esto de
debe consultar al médico de inmediato a
fin de que tome los pasos necesarios para prevenir una hemorragia.
Cuando ya la ruptura es real puede causar repentino
dolor de cabeza muy severo.
La persona llega a tener una
breve pérdida de la conciencia a lo que le sigue por lo general el dolor de
cabeza.
Algunas personas pueden caer
en coma, pero la mayoría de los pacientes se despiertan sintiéndose confundidos
y con sueño.
Se debe tener
precaución,porque después de algunos minutos u horas, el paciente puede volver
a sentirse confundido y con sueño, vómito y mareo.
En algunos casos aparecen
variaciones frecuentes en el ritmo cardiaco y en la respiración, además de convulsiones,
pérdida de movilidad o parálisis en uno de los lados del cuerpo.
Un 25% de las personas que
sufren repentinamente un aneurisma cerebral presentan también problemas
neurológicos tras la hemorragia subaracnoidea.
DIFICIL DE DIAGNOSTICAR
Por el desarrollo silencioso
de un aneurismo, un diagnóstico a tiempo es difícil de obtener, hasta que
ocasionan hemorragia en el cerebro.
Una vez logrado el diagnóstico
tras la hemorragia subaracnoidea, el cual se obtiene mediante una tomografía
computarizada (TC) escáner, el especialista puede aplicar el tratamiento.
Sin embargo, si la TC
escáner no es concluyente, se puede realizar una punción lumbar de la columna
vertebral para confirmar o descartar el diagnóstico.
Cabe señalar que cerca de un tercio de las personas que sufren una hemorragia subaracnoidea mueren
durante su desarrollo repentino debido al extenso daño cerebral.
Sin el tratamiento adecuado,
del 20% al 30% tendrán una segunda hemorragia dentro del primer mes y aquellos
que superen los tres meses tienen un aproximado 3% de probabilidades cada año
de tener otra hemorragia.
Una hemorragia recurrente
tiene el 70% de mortandad.
Debido a este nada alentador
pronóstico en cuanto a la demora de una terapia definitiva, es sumamente
importante que el paciente acuda a la clínica de especialidades que tenga
experiencia en el tratamiento de una hemorragia subaracnoidea.
Los síntomas de una
hemorragia subaracnoidea requieren de una evaluación de emergencia y
tratamiento adecuado.
Cuando se confirma una
hemorragia subaracnoidea y el paciente está médica y neurológicamente estable,
los miembros del equipo de accidentes cerebrovasculares consultarán acerca del
tiempo y de la elección para el mejor diagnóstico y las opciones de tratamiento.
Por lo general, una
angiografía por resonancia magnética (MRA), una angiografía por medio de una
tomografía computarizada (TCA) y/o una angiografía de contraste se utilizan
para determinar el tamaño exacto y el lugar del aneurisma en el cerebro.
Dependiendo de los
resultados se elige una radiología intervensionista, una neurocirugía o la
combinación de ambos enfoques.
Ante los primeros síntomas, no dude en acudir de inmediato a su
médico familiar o a clínica de urgencia.
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