PLÁSTICOS BIODEGRADABLES A PARTIR DE LEVADURAS
*Emplea microvesículas para obtener el polímero, y la mayor
ventaja es que evita el uso de solventes dañinos al ambiente
En bolsas de supermercado o en botellas de bebidas, los plásticos
biodegradables resultan cada vez más comunes en la vida diaria.
Sin embargo, también se desarrollan nuevos materiales
biodegradables con alto valor agregado para la administración de medicamentos
en forma más precisa, como es el caso de las nanopartículas que estudian
expertos en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Se trata del polímero conocido como PHB, el cual ya es producido
de manera comercial, pero los investigadores del Departamento de Biotecnología
y Bioingeniería del Cinvestav buscan obtenerlo utilizando levaduras en lugar de
bacterias, como ocurre actualmente, lo que significa menor impacto ambiental al
evitar usar solventes en la recuperación del material biodegradable.
Actualmente investiga la posibilidad de emplear este biopolímero
en tratamientos médicos para transportar fármacos de forma directa al lugar
donde se requiere su acción; y al ser biodegradable no representa riesgo al
organismo.
Hasta ahora, el proceso para producir el PHBs es por medio de
bacterias, algunas de ellas transformadas genéticamente para incrementar o
mejorar la calidad de los polímeros producidos.
Estos polímeros se producen dentro de las bacterias, por lo que su
recuperación requiere del uso de solventes que ayudaran a liberar el material
una vez sintetizado.
En el proceso desarrollado por Gurusamy Muniasami, estudiante de
la India que actualmente realiza una estancia posdoctoral en el Cinvestav,
emplea las levaduras de cerveza modificadas como microorganismo generador de
este tipo de biomaterial.
LEVADURA DE CERVEZA
“A través de arreglos con ingeniería molecular pudimos producir el
biomaterial al interior de las microvesículas de la levadura que transportan el
polímero producido del interior del organismo hacia el exterior del mismo, de
forma que se evita el uso de solventes”, comentó Fermín Pérez Guevara, quien
dirigió la investigación de Gurusamy Muniasami en el Departamento de
Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav.
Las microvesículas del interior de la levadura están diseñadas
para conducir materiales fuera de las células.
Para lograr este objetivo, los expertos del Departamento de
Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav hicieron arreglos de ingeniería
molecular a las microvesículas de la levadura a fin de que la enzima
inmovilizada en la pared de las vesículas pudiera sintetizar el biopolímero en
su interior.
Además, explicó Pérez Guevara, se preservaron las características
funcionales de las paredes de las microvesículas con el objetivo de que al
juntarse con las paredes celulares de la levadura permitieran la liberación del
polímero al exterior de la célula productora.
Una vez que el polímero se encuentra fuera de la levadura, es
posible recuperar las partículas de polímero por técnicas físicas de
sedimentación, lo que significa que no emplean solvente alguno.
Este proceso desarrollado en el Cinvestav resulta completamente
novedoso, debido a que hasta ahora no se habían empleado las microvesículas de
levadura como reactor generador del polímero ni el sistema de secreción de las
levaduras para su exportación, por lo que los investigadores buscan proteger la
autoría intelectual de este proceso mediante patente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario