LA HEPATITIS C ES AHORA UNA
ENFERMEDAD CURABLE
*Con la aplicación de una
triple terapia con simeprevir combinado con interferón pegilado y ribavirina,
se obtiene una tasa de curación de 80% en los pacientes
Hasta la fecha, la hepatitis C sigue siendo un importante problema de
salud pública, que requiere de diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado para
su erradicación.
La Organización Mundial de
la Salud (OMS) estima que 150 millones de personas en todo el mundo están infectadas
por el virus de la hepatitis C, de transmisión sanguínea, el cual es
responsable de 350 mil muertes anuales debido a complicaciones relacionadas con
esta enfermedad.
En México, diversos estudios
epidemiológicos y dos encuestas nacionales de salud señalan una prevalencia de
alrededor de 1.4%.
Pero la prevalencia puede
ser aún mayor, si se considera que sólo 1 de cada 4 individuos saben que
padecen hepatitis C, según estimaciones de la Asociación Mexicana de
Hepatología.
Por este motivo, el número
de pacientes que recibe el tratamiento es poco, lo que explica el hecho de que
la cirrosis hepática (complicación tardía de la hepatitis C), representa la
tercera causa más común de mortalidad en hombres y la séptima en mujeres en
edad económicamente activa.
Tan sólo en el 2012, se
detectaron 2 mil defunciones a causa de la cirrosis en nuestro país.
“El subdiagnóstico de la
hepatitis C es causa de que esta enfermedad no reciba tratamiento oportuno y
adecuado, lo que trae como consecuencia severas complicaciones como la cirrosis
y cáncer hepático”, indicó el doctor Jorge Luis Poo, médico internista
especializado en hepatología y gastroenterología, y coordinador científico de
Fundación Amigos del Hígado, A. C..
De allí la importancia de
que las personas expuestas a factores de riesgo como transfusiones de sangre
antes de 1995, relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas, la
aplicación de drogas intravenosas, así como de tatuajes o perforaciones
(piercing) en lugares no seguros, se realicen la prueba de la hepatitis C.
El doctor Poo informó que
actualmente existen tratamientos de última generación que han demostrado tasas
de curación significativamente superiores a las obtenidas con terapias
tradicionales.
“Ahora existe una triple
terapia que se aplica con interferón pegilado, ribavirina y un inhibidor de la
proteasa de última generación llamado simeprevir, con el cual se obtiene una
tasa de curación de 80% en los pacientes, en tan sólo 12 semanas de
tratamiento, que es mucho mayor a la que obtenemos solamente con interferón
pegilado y ribavirina, que es del 40% al 50%”, añadió.
En un futuro cercano, el
tratamiento de la hepatitis C se dirige hacia una nueva era en la cual será
posible eliminar el interferón, administrando simeprevir junto con otros fármacos
con tasas de curación superiores al 90%, en pacientes con o sin cirrosis.
Simeprevir es un inhibidor
de la proteasa de segunda generación, desarrollado por Janssen, la compañía
farmacéutica de Johnson & Johnson, aprobado en México por la Comisión
Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), para el
tratamiento de la hepatitis C genotipo 1, en pacientes adultos.
“La detección temprana y el
tratamiento oportuno y adecuado de la hepatitis C, evitarán complicaciones como
la cirrosis, que implica un eventual trasplante de hígado; y el cáncer de
hígado, con los altos costos que estas enfermedades implican para los pacientes
y los sistemas de salud”, destacó Jorge Méndez Navarro, gerente médico de
Janssen México.
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