NUEVA TERAPIA EN EL
TRATAMIENTO
DE LA LEUCEMIA MIELOIDE
CRONICA
La
leucemia mieloide crónica (LMC) es un tipo de cáncer que afecta las células
mieloides en la médula ósea y la sangre. A nivel global representa entre el
15-20% de leucemia en adultos.
Recientemente
fue aprobada una terapia con un mecanismo de acción totalmente innovador dos
veces más eficaz y con cuatro veces menos de efectos adversos.
Es
una alternativa eficaz para los pacientes que tienen resistencia e intolerancia
a otros medicamentos, mejorando radicalmente su calidad de pacientes con este
tipo de cáncer hematológico llamado LMC.
Se
estima que aproximadamente 25% de pacientes con leucemia mieloide crónica (LMC)
que reciben tratamiento con inhibidor de tirosina cinasa no responden de manera
óptima debido a la resistencia e intolerancia a este tratamiento.
Ante
este contexto, Novartis presenta una nueva terapia en México para pacientes con
LMC, con un mecanismo de acción totalmente innovador y diferente a los
tratamientos actualmente disponibles. Este nuevo tratamiento ha demostrado ser
dos veces más eficaz con cuatro veces menos efectos adversos, lo que permite
controlar de manera óptima la enfermedad y mejorar la calidad de vida del
paciente.
“Este
nuevo tratamiento de Novartis es una nueva alternativa para el tratamiento de
la leucemia mieloide crónica (LMC) con un mecanismo de acción completamente
diferente a los anteriores, lo que aporta importantes ventajas, ya que es
altamente selectivo al momento de atacar específicamente a la célula leucémica,
de tal manera que casi no tiene eventos adversos como sus predecesores”,
destacó el doctor Kevin Nacho, gerente médico senior para Hematología de
Novartis México.
“Además
es una opción para pacientes que presentan resistencia e intolerancia a otros
medicamentos, lo que representa una alternativa efectiva para los pacientes que
tienen muy mala calidad de vida debido a la toxicidad de los tratamientos
previos. Este medicamento implica un cambio de paradigma en el tratamiento de
pacientes con LMC, los cuales pueden presentar resistencia al tratamiento
estándar y que adicionalmente pueden causar diferentes efectos adversos que en
consecuencia deben ser controlados con otros medicamentos como antidiarreicos,
analgésicos, antiinflamatorios, esteroides, etc.”, agregó el doctor Kevin
Nacho.
AUMENTO CON LA EDAD
Se
calcula que a nivel mundial la incidencia de LMC aumenta con la edad y de
acuerdo con datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer, es una enfermedad
que afecta principalmente a personas adultas, en promedio de 68 años. Sin
embargo, en México existen diferencias significativas en comparación con otros
países, ya que en promedio suele ser diagnosticada en edades más tempranas,
incluso desde los 39 a 47 años.
Diversos
estudios estiman que la leucemia mieloide crónica (LMC) es el tipo más común de
leucemia crónica en el país y representa aproximadamente 10% de todas las
leucemias. De acuerdo con un reporte del hospital de especialidades del Centro
Médico Nacional La Raza del IMSS, cada año se diagnostican en promedio 35 casos
nuevos, únicamente en esta clínica.
La
LMC es un tipo de cáncer en la sangre no hereditaria que se caracteriza por un
aumento anormal de los glóbulos blancos en la sangre. De acuerdo con el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS), los pacientes que tiene una respuesta
efectiva a un tratamiento tienen una supervivencia similar a la de otra persona
sin leucemia. Para ello, el diagnóstico temprano es clave.
“Las
personas que padecen LMC suelen ser asintomáticas, por lo general se sospecha
el diagnostico por un análisis o estudio realizado de forma rutinaria. Sin
embargo, con cierta frecuencia, el paciente puede acudir con fiebre, cansancio,
dolores óseos o dolor abdominal debido al crecimiento del bazo, signo propio de
la enfermedad. El indicio de la enfermedad puede provenir de una biometría
hemática alterada, pero el diagnóstico definitivo siempre lo hará un
hematólogo, mediante un estudio de médula ósea en el que se incluya un estudio
una evaluación citogenética (cariotipo de medula ósea) para confirmar la
presencia del cromosoma Philadelphia (Ph) o bien una prueba de PCR para evaluar
la presencia del oncogén BCR-ABL”, explicó el doctor Kevin Nacho
Recalcó
que es muy importante la detección temprana de este cáncer, que podría estar en
alguna de sus tres fases: crónica, acelerada y en crisis blástica. La fase
crónica es la etapa con la mayor oportunidad de respuesta optima de tratar y a
la que generalmente el paciente responde bien. Por tal motivo, enfatizó que los
pacientes pueden alcanzar un control perfecto con los tratamientos (que deben
tomarse de manera indefinida) y para saber si la respuesta del tratamiento es
la correcta, se debe monitorear trimestralmente a través de análisis de sangre
y médula ósea para evaluar el nivel de respuesta.
Gracias
a su compromiso con la ciencia y los pacientes, a través de este nuevo
medicamento, Novartis ha logrado mejorar los resultados abordando los problemas
de resistencia e intolerancia a los que se enfrentan muchos pacientes.
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