27 de julio: Día Mundial del Cáncer de Cabeza
y Cuello
TABACO. ALCOHOL Y VPH,
PRINCIPALES FACTORES
DE RIESGO DEL CANCER DE
CABEZA Y CUELLO
En
México, el cáncer de cabeza y cuello representan el 17.6% de la totalidad (108
mil 064 casos) de las neoplasias malignas; algunos factores de riesgo son:
incremento en el consumo de tabaco y alcohol, Virus del Papiloma Humano (VPH),
inmunosupresión y susceptibilidad genética.
A
la parte de la piel que recubre las diferentes estructuras del área de cabeza y
cuello por dentro; es decir, dentro de la boca y garganta, se le conoce como
mucosa de vías aerodigestivas superiores y es ahí donde se origina el 85% de
los cánceres de la cabeza y el cuello, de los cuales el 90% son de un tipo
denominado carcinoma epidermoide; el 15% restante está constituido por tumores
en glándula tiroides, piel, huesos del esqueleto facial, cartílagos, glándulas
salivales y áreas de tejidos blandos.
Se
define como cáncer de cabeza y cuello al grupo de tumores malignos que aparecen
en la cabeza y en la región del cuello. Entre los lugares más frecuentes en los
que pueden localizarse se encuentran los senos paranasales, la nasofaringe
(parte superior de la faringe detrás de la nariz), la orofaringe (amígdala,
paladar blando, base de lengua), la garganta, la laringe, la cavidad oral
(mucosa oral, encía, paladar duro, lengua y suelo de boca), la lengua y las
glándulas salivales.
Explica
la doctora Nadia Mohyuddin, oncóloga quirúrgica especialista en cabeza y cuello
del Hospital Houston Methodist, que “la confirmación de este y otros tipos de
cáncer requerirán de una biopsia; sin embargo, el examen físico en el
consultorio puede mostrar un crecimiento anormal en la boca o donde se origina
el tumor que, a menudo, es visible y genera la primera sospecha para realizar
más estudios. A veces hay ganglios linfáticos involucrados y es ahí cuando
debemos hacer una biopsia del ganglio linfático en el cuello para obtener el
diagnóstico o no de cáncer.
De
acuerdo con la especialista, la tasa de supervivencia en este tipo de pacientes
es mayor entre más temprano se detecte el cáncer, ya que en etapa temprana
generalmente evoluciona mejor que los que se detectan en un estadio mayor.
La
doctora Nadia Mohyuddin explicó que la mejor forma de tratar a los pacientes
que presentan cáncer de cabeza y cuello es por un equipo integral y
multidisciplinario que incluye médicos oncólogos, oncólogos radiólogos y
cirujanos oncólogos.
“En
el Hospital Houston Methodist tenemos la oportunidad de contar con cirugía
robótica. Este tipo de cirugía se puede realizar en tumores, en etapa temprana,
de la amígdala o la parte posterior de la garganta y la base de la lengua”,
aseguró la también otorrinolaringóloga del Hospital Houston Methodist.
Con
este tipo de cirugía, “a veces, podemos disminuir la cantidad de tratamiento de
radiación que recibirán los pacientes. Asimismo, tenemos personas con
diferentes cánceres en etapa avanzada que pueden calificar para ensayos
clínicos particulares. Cada caso se presenta en la junta de especialistas y se
le da un plan de tratamiento personalizado”.
Sobre
los cuidados posteriores para un paciente con cáncer de cabeza y cuello, la
especialista, aseguró que, “una vez que un paciente ha pasado por el
tratamiento, ya sea sólo cirugía o en combinación de quimioterapia o
radioterapia, pueden presentar problemas adicionales relacionados con la
deglución, el habla y el lenguaje, así como con la producción de saliva”.
“Pueden
presentar rigidez o tener hinchazón en el cuello mejor conocida como linfedema
y fibrosis; en algunos casos es posible que necesiten sondas de alimentación
durante un período de tiempo, incluso pueden requerir tubos de respiración
llamados traqueostomías. Por esto, es tan importante acompañar al paciente, a
través de un grupo de terapeutas especializados, en cada etapa para no sólo
tener una recuperación integral sino una buena calidad de vida”, concluye la
especialista en oncología del Hospital Houston Methodist.
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