MALOS HABITOS DE SALUD,
PRINCIPAL
RAZON DE LOS INFARTOS EN
MEXICO
En
México, los infartos se han convertido en una alarmante realidad que afecta a
miles de personas cada año. Las cifras oficiales revelan una situación
preocupante que demanda atención inmediata y es que según datos del INEGI, de
enero-junio del año 2022, las defunciones por enfermedades del corazón fueron
la primera causa de muerte a nivel nacional, con 105 mil 864 casos.
De
acuerdo con el doctor Juan Verdejo, cardiólogo y exdirector médico en el
Instituto Nacional de Cardiología, destaca que, “el infarto al miocardio y las
enfermedades isquémicas se presentan comúnmente en personas mayores de 65 años,
afectados a la mayoría de la población adulta de edad avanzada. Sin embargo,
sorprendentemente, se han registrado casos de estas condiciones incluso en
personas jóvenes, con edades comprendidas entre los 30 y los 35 años de edad”.
Pero,
¿cuáles son esas causas que incrementan los riesgos de sufrir un infarto? Según
el especialista Verdejo, las más comunes son las siguientes:
Hipertensión
arterial: el enemigo silencioso: La hipertensión arterial es una de las
principales razones por las que los mexicanos sufren un infarto. La alta
presión sanguínea ejerce una carga excesiva sobre el corazón, debilitándolo con
el tiempo. Factores como el estrés, una mala alimentación y el sedentarismo
contribuyen a la hipertensión. Es fundamental controlar la presión arterial y
adoptar hábitos de vida saludables.
Obesidad
y sobrepeso: un peso que afecta al corazón. La epidemia de obesidad y
sobrepeso en México es alarmante y se relaciona con el riesgo de infarto. El
exceso de grasa corporal aumenta la presión arterial, los niveles de colesterol
y triglicéridos, así como la resistencia a la insulina. Adoptar una
alimentación equilibrada y realizar actividad física periódica son medidas
clave para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Tabaquismo:
un hábito mortal. El consumo de tabaco es una causa evitable de infartos. Los
productos químicos presentes en el tabaco dañan las arterias, aumentando el
riesgo de formación de coágulos y obstrucción del flujo sanguíneo. Además, el
humo del tabaco afecta a las personas que lo inhalan de forma pasiva. Dejar de
fumar es la mejor decisión para proteger el corazón y mejorar la calidad de
vida.
Diabetes:
el desafío de controlar el azúcar en la sangre. La diabetes es una enfermedad
crónica que afecta la regulación del azúcar en la sangre. Los niveles altos de
glucosa dañan los vasos sanguíneos y aumentan el riesgo de infarto. Mantener un
control adecuado de la diabetes a través de la alimentación, la actividad
física y la medicación es esencial para proteger el corazón.
Estrés
y estilo de vida sedentario: aliados del infarto. El estrés crónico y un
estilo de vida sedentario contribuyen a la aparición de enfermedades
cardiovasculares, incluido el infarto. El estrés desencadena respuestas
fisiológicas negativas, como el aumento de la presión arterial y la frecuencia
cardíaca. Por otro lado, el sedentarismo debilita el corazón y favorece la
acumulación de grasa en las arterias. Es crucial encontrar estrategias para
manejar el estrés y promover la actividad física regular.
Al
comprender las principales razones detrás de estos eventos cardiovasculares,
como la hipertensión, el sobrepeso, el tabaquismo y el estrés, podemos tomar
medidas preventivas y modificar nuestro estilo de vida para proteger nuestra
salud. Sin embargo, es fundamental destacar la importancia de acudir con un
especialista en cardiología, quien puede brindar un enfoque médico
personalizado, realizar evaluaciones exhaustivas y proporcionar un plan de
tratamiento adecuado.
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