RECOMENDACIONES PARA QUE NO
TE COMA EL ESTRES
*El estrés puede ser un factor psicológico
que deriva en sobrepeso y obesidad
Hoy
en día es muy común escuchar que las personas a nuestro alrededor experimentan
estrés e incluso, nosotros mismos lo hemos experimentado.
Esto,
debido al estilo de vida tan acelerado, así como el trabajo, las finanzas
personales, entre muchas circunstancias más que pueden verse reflejados de
manera negativa en nuestra salud.
Ejemplo
de ello, es la mala alimentación, la ingesta de alimentos procesados, así como
la inactividad física o la falta de sueño.
Y
es que de acuerdo con la UNAM, el estrés “es una respuesta automática y natural
del cuerpo ante situaciones desafiantes; los cambios positivos, negativos o
imaginarios son capaces de detonarlo”.
Los
síntomas pueden variar en cada persona; pero sin duda, uno de ellos es la
relación con la comida, orillándonos a comer para sentir calma y no por
responder a la necesidad fisiológica, desarrollando así un problema de la
conducta alimentaria que se define como hambre emocional, sin embargo, esto
puede desencadenar en obesidad.
Al
respecto, la doctora Ruth Carmina Cruz Soto, especialista en Obesidad y
Trastornos de la conducta alimentaria, indica que, “la relación que existe entre
el estrés y el consumo elevado de calorías, incrementa la actividad de las vías
endocrinas, lo que deriva en un incremento de peso por acumulación de grasa. Lo
anterior debido al aumento de la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos,
lo que a su vez, disminuye los niveles de leptina, la hormona que ayuda a
moderar la sensación de hambre, así como la cantidad de grasa almacenada en el
cuerpo”.
Según
la doctora Cruz, “el estrés en personas que viven con obesidad, tiene un mayor
impacto que en la población en general; es por ello que la prevalencia de
trastornos depresivos y ansiosos va de un 30% a un 35%. De ahí la importancia
de reconocer que el estrés es un factor que puede empeorar la salud mental y la
salud en general de las personas que viven con obesidad”.
Consejos
para reducir el estrés: Practica ejercicio físico, sal a correr, dedica un
momento para caminar, realiza un viaje en bicicleta. Te ayudará a no perder la
motivación de tener una vida saludable y además, es una excelente forma de relajarte.
Intenta
hacer al menos una cosa al día que esté enfocada en ti. Si sientes mucho estrés
y ansiedad, toma una pausa y haz algo que te permita disfrutar.
Respeta
tus horarios para comer. Cuando tienes unos horarios establecidos para comer,
los alimentos que elegirás serán mucho más sanos.
En
resumen: para manejar el estrés a través de un estilo de vida saludable, es
importante contar con una alimentación rica en nutrientes, realizar ejercicio
de manera regular, llevar a cabo meditación, pero lo más importante, acércate
con especialistas que te orienten de manera adecuada para sobrellevar esta
situación y no poner en riesgo tu salud.
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