ESTUDIAN CELULAS QUE PODRIAN
DETENER LA
PROGRESION DE LA ENFERMEDAD
DE PARKINSON
*11 de abril: Día Mundial del Parkinson
Descrita
por primera vez como parálisis temblorosa en 1817 por el cirujano inglés James
Parkinson, su enfermedad homónima es famosa por los síntomas motores
debilitantes derivados de la muerte prematura de las neuronas dopaminérgicas de
la región cerebral llamada mesencéfalo.
En
México, no existen cifras exactas de personas que viven con Parkinson; sin
embargo, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía estima una
prevalencia de 50 casos nuevos por cada 100 mil habitantes al año.
A
nivel mundial, se calcula que aproximadamente 5 millones de personas mayores de
50 años puedan padecer esta enfermedad.
En
un estudio publicado recientemente, investigadores del Hospital Houston
Methodist proporcionan evidencia de que las células T inmunitarias reguladoras,
o Tregs, las cuales son un tipo de célula del sistema inmune que impide la
acción de otros tipos de glóbulos blancos para evitar que el sistema
inmunitario reaccione de manera exagerada, no sólo están reducidas, sino que
también son disfuncionales en la enfermedad de Parkinson.
En
consecuencia, estas células que suprimen el sistema inmune no pueden reducir la
inflamación en el sistema nervioso central. Sin embargo, también demostraron
que las Treg periféricas pueden activarse y expandirse con éxito y pueden
usarse potencialmente para suprimir las células inmunes proinflamatorias.
“Hemos
demostrado que podemos tomar las Treg disfuncionales y luego activarlas para
hacerlas hipersupresoras, proporcionando una posible vía terapéutica para
tratar la enfermedad de Parkinson”, explica el doctor Aaron Thome, profesor
asistente de investigación de neurología del Hospital Houston Methodist.
“A
partir de aquí, nuestro próximo paso sería inyectar estas células nuevamente en
el paciente e investigar no solo si es seguro y bien tolerado, sino también si
la infusión de Treg funcionales puede detener la progresión de la enfermedad”,
señala.
Al
igual que en otras partes del cuerpo, la inflamación dentro del cerebro suele
ser debido a las respuestas inmunitarias necesarias para el mantenimiento y la
reparación de los tejidos. Sin embargo, si la inflamación se prolonga debido a
enfermedades neurodegenerativas o lesiones cerebrales traumáticas, se produce
un daño neuronal progresivo.
En
la enfermedad de Parkinson, las neuronas productoras de dopamina del cerebro
son las más vulnerables al daño por inflamación. Se especula que la respuesta
inmunitaria inicial se desencadena por la muerte de las neuronas dopaminérgicas
debido a una acumulación de ciertas proteínas.
Los
investigadores señalaron que el próximo paso en su investigación sería un
estudio clínico de fase 1 en el que las Treg disfuncionales se extraigan de la
sangre de pacientes con Parkinson, se expandan según los protocolos del estudio
y luego se devuelvan al paciente.
“Decidimos
hacer un estudio más amplio para investigar la disfunción Treg en pacientes con
esta enfermedad neurodegenerativa, con el objetivo de ayudar a encontrar un
alto para esta enfermedad crónico-progresiva”, concluye el especialista del
Hospital Houston Methodist.
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