miércoles, 30 de marzo de 2022

 

DIA MUNDIAL DE LA SALUD, SE CONMEMORA POR EL

ANIVERSARIO DE LA CREACION DE LA OMS EN 1948

 


*Festejo el 7 de abril de cada año, en todo el mundo

 

 

Cada año, para esta fecha, se elige un tema que pone de relieve un área de preocupación prioritaria para la OMS. Ante la pandemia actual, un planeta contaminado y la creciente incidencia de enfermedades, el lema del Día Mundial de la Salud 2022 es Nuestro planeta, nuestra salud.

Este llamado de la OPS, la OMS y sus socios, presenta una oportunidad única para una recuperación verde y saludable de la pandemia de COVID-19, que pone la salud de las personas y el planeta en el centro de las acciones y fomenta un movimiento para crear sociedades centradas en el bienestar.

En décadas recientes, los progresos en los servicios de salud, la protección del medio ambiente, el desarrollo económico y otros factores han permitido mejorar la salud de las personas en toda la Región de las Américas.

Sin embargo, se estima que un millón de personas mueren en forma prematura cada año por cuestiones atribuibles a riesgos ambientales conocidos y evitables.

La contaminación del aire, el agua contaminada, el saneamiento inadecuado -incluida la gestión de residuos sólidos-, los riesgos relacionados con ciertos productos químicos peligrosos y los efectos negativos del cambio climático son las amenazas ambientales más apremiantes para la salud pública en la Región.

Estas amenazas a la salud pública se ven agravadas por una gobernanza en salud débil y las posibles desigualdades en la salud, así como el limitado liderazgo, experiencia y recursos del sector salud en el ámbito de la salud ambiental.

Nuestro planeta, nuestra salud es un poderoso recordatorio de que la solución a muchos de estos problemas está más allá del ámbito exclusivo del sector salud y, por consiguiente, una respuesta efectiva exigirá enfoques de todo el gobierno y la sociedad.

Este evento por el Día Mundial de la Salud 2022 presentará la visión de la Región junto con historias inspiradoras de países de las Américas sobre las acciones que están tomando para construir un mundo con aire limpio, agua potable y saneamiento para todos, donde los alimentos saludables estén disponibles y accesibles, las ciudades sean habitables y las economías resilientes al clima y centradas en la salud y el bienestar contribuyendo a un mundo en el que todas las personas, incluidas las que viven en situaciones de vulnerabilidad, puedan vivir más tiempo, ser más felices y prosperar.

 

            ¿QUEREMOS UN MUNDO LIMPIO Y SANO?

 

¿Somos capaces de imaginar un mundo donde el aire, el agua y los alimentos saludables estén al alcance de todos?

¿Dónde las economías se centren en la salud y el bienestar?

¿Dónde las ciudades sean habitables y las personas controlen su salud y la del planeta?

En medio de una pandemia, de un planeta contaminado, de un aumento de enfermedades como el cáncer, el asma y las cardiopatías, la OMS aprovechará la celebración del Día Mundial de la Salud 2022 para llamar la atención del mundo sobre las medidas urgentes que se necesitan para mantener la salud de los seres humanos y del planeta e incentivar un cambio para que las sociedades se preocupen del bienestar.

La OMS calcula que, cada año, se producen más de 13 millones de defunciones debidas a causas ambientales evitables, sin ir más lejos, a la crisis climática, que es la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad. La crisis climática es también una crisis de la salud.

Nuestras decisiones políticas, sociales y comerciales están favoreciendo la crisis climática y sanitaria. Más del 90% de las personas respiran un aire insalubre que es consecuencia de la quema de combustibles fósiles. Debido al calentamiento del planeta, los mosquitos propagan las enfermedades más lejos y más rápido que antes.

Los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación del suelo y la escasez de agua están desplazando a las personas y afectando a su salud.

La contaminación y los plásticos llegan hasta el fondo de nuestros océanos más profundos, de las montañas más altas, y se han abierto paso en nuestra cadena alimentaria.

Los sistemas de fabricación de alimentos y bebidas muy transformados y poco saludables están impulsando una ola de obesidad, aumentando el cáncer y las enfermedades cardiacas, al tiempo que generan un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

 

               DESIGUALDAD EN EL MUNDO

 

Aunque la pandemia de COVID-19 ha mostrado la capacidad curativa de la ciencia, también ha puesto de manifiesto las desigualdades de nuestro mundo.

La pandemia ha evidenciado deficiencias en todos los ámbitos de la sociedad y ha hecho patente la necesidad urgente de forjar sociedades del bienestar sostenibles y comprometidas con la consecución de una salud equitativa, tanto ahora como para las generaciones futuras, sin sobrepasar los límites ecológicos.

El planteamiento actual de la economía conduce a la distribución no equitativa de la renta, la riqueza y el poder, y hay demasiadas personas que siguen viviendo en situaciones de pobreza e inestabilidad.

Las economías del bienestar deben velar por el bienestar de las personas, la equidad y la sostenibilidad medioambiental. Estos objetivos se han de plasmar en inversiones a largo plazo, presupuestos enfocados al bienestar, protección social y estrategias legales y fiscales.

Para romper estos ciclos de destrucción del planeta y de la salud humana es necesario adoptar medidas legislativas, reformar las empresas y apoyar e incentivar a las personas para que tomen decisiones saludables.

 

 

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