DIA MUNDIAL DE LA SALUD, SE
CONMEMORA POR EL
ANIVERSARIO DE LA CREACION
DE LA OMS EN 1948
*Festejo el 7 de abril de cada año, en todo
el mundo
Cada
año, para esta fecha, se elige un tema que pone de relieve un área de
preocupación prioritaria para la OMS. Ante la pandemia actual, un planeta
contaminado y la creciente incidencia de enfermedades, el lema del Día Mundial
de la Salud 2022 es Nuestro planeta, nuestra salud.
Este
llamado de la OPS, la OMS y sus socios, presenta una oportunidad única para una
recuperación verde y saludable de la pandemia de COVID-19, que pone la salud de
las personas y el planeta en el centro de las acciones y fomenta un movimiento
para crear sociedades centradas en el bienestar.
En
décadas recientes, los progresos en los servicios de salud, la protección del
medio ambiente, el desarrollo económico y otros factores han permitido mejorar
la salud de las personas en toda la Región de las Américas.
Sin
embargo, se estima que un millón de personas mueren en forma prematura cada año
por cuestiones atribuibles a riesgos ambientales conocidos y evitables.
La
contaminación del aire, el agua contaminada, el saneamiento inadecuado
-incluida la gestión de residuos sólidos-, los riesgos relacionados con ciertos
productos químicos peligrosos y los efectos negativos del cambio climático son
las amenazas ambientales más apremiantes para la salud pública en la Región.
Estas
amenazas a la salud pública se ven agravadas por una gobernanza en salud débil
y las posibles desigualdades en la salud, así como el limitado liderazgo,
experiencia y recursos del sector salud en el ámbito de la salud ambiental.
Nuestro
planeta, nuestra salud es un poderoso recordatorio de que la solución a muchos
de estos problemas está más allá del ámbito exclusivo del sector salud y, por
consiguiente, una respuesta efectiva exigirá enfoques de todo el gobierno y la
sociedad.
Este
evento por el Día Mundial de la Salud 2022 presentará la visión de la Región
junto con historias inspiradoras de países de las Américas sobre las acciones
que están tomando para construir un mundo con aire limpio, agua potable y
saneamiento para todos, donde los alimentos saludables estén disponibles y
accesibles, las ciudades sean habitables y las economías resilientes al clima y
centradas en la salud y el bienestar contribuyendo a un mundo en el que todas
las personas, incluidas las que viven en situaciones de vulnerabilidad, puedan
vivir más tiempo, ser más felices y prosperar.
¿QUEREMOS UN MUNDO LIMPIO Y SANO?
¿Somos
capaces de imaginar un mundo donde el aire, el agua y los alimentos saludables
estén al alcance de todos?
¿Dónde
las economías se centren en la salud y el bienestar?
¿Dónde
las ciudades sean habitables y las personas controlen su salud y la del planeta?
En
medio de una pandemia, de un planeta contaminado, de un aumento de enfermedades
como el cáncer, el asma y las cardiopatías, la OMS aprovechará la celebración
del Día Mundial de la Salud 2022 para llamar la atención del mundo sobre las
medidas urgentes que se necesitan para mantener la salud de los seres humanos y
del planeta e incentivar un cambio para que las sociedades se preocupen del
bienestar.
La
OMS calcula que, cada año, se producen más de 13 millones de defunciones
debidas a causas ambientales evitables, sin ir más lejos, a la crisis
climática, que es la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la
humanidad. La crisis climática es también una crisis de la salud.
Nuestras
decisiones políticas, sociales y comerciales están favoreciendo la crisis
climática y sanitaria. Más del 90% de las personas respiran un aire insalubre
que es consecuencia de la quema de combustibles fósiles. Debido al
calentamiento del planeta, los mosquitos propagan las enfermedades más lejos y
más rápido que antes.
Los
fenómenos meteorológicos extremos, la degradación del suelo y la escasez de
agua están desplazando a las personas y afectando a su salud.
La
contaminación y los plásticos llegan hasta el fondo de nuestros océanos más
profundos, de las montañas más altas, y se han abierto paso en nuestra cadena
alimentaria.
Los
sistemas de fabricación de alimentos y bebidas muy transformados y poco
saludables están impulsando una ola de obesidad, aumentando el cáncer y las
enfermedades cardiacas, al tiempo que generan un tercio de las emisiones
mundiales de gases de efecto invernadero.
DESIGUALDAD EN EL MUNDO
Aunque
la pandemia de COVID-19 ha mostrado la capacidad curativa de la ciencia,
también ha puesto de manifiesto las desigualdades de nuestro mundo.
La
pandemia ha evidenciado deficiencias en todos los ámbitos de la sociedad y ha
hecho patente la necesidad urgente de forjar sociedades del bienestar
sostenibles y comprometidas con la consecución de una salud equitativa, tanto
ahora como para las generaciones futuras, sin sobrepasar los límites
ecológicos.
El
planteamiento actual de la economía conduce a la distribución no equitativa de
la renta, la riqueza y el poder, y hay demasiadas personas que siguen viviendo
en situaciones de pobreza e inestabilidad.
Las
economías del bienestar deben velar por el bienestar de las personas, la
equidad y la sostenibilidad medioambiental. Estos objetivos se han de plasmar
en inversiones a largo plazo, presupuestos enfocados al bienestar, protección
social y estrategias legales y fiscales.
Para
romper estos ciclos de destrucción del planeta y de la salud humana es
necesario adoptar medidas legislativas, reformar las empresas y apoyar e
incentivar a las personas para que tomen decisiones saludables.
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