¿DE VERDAD QUIERES BAJAR DE
PESO ESTE 2020?
*Ten cuidado con las recomendaciones sin
fundamento que pueden tener consecuencias negativas y afectar la salud
“Cada
inicio de año uno de los principales propósitos es perder el peso ganado en las
fiestas decembrinas; sin embargo, es necesario considerar que todo plan de
alimentación sin supervisión médica o del nutriólogo puede representar riesgos,
tales como, pérdida o ganancia excesiva de peso a base de agua y grasa,
desequilibrio hidroelectrolítico, pérdida de vitaminas y minerales, o bien,
pérdida de masa muscular”, advirtió la doctora Catalina Hernández Reyes, docente de la
Licenciatura en Nutrición de la Universidad del Valle de México, Campus
Chapultepec.
Explicó
que cuando una persona se somete a un régimen de alimentación específico, este
debe ser adecuado para sus condiciones de edad, sexo, estado fisiológico,
actividad física o patología; no obstante, muchas personas recurren a
recomendaciones de boca en boca o toman al pie de la letra “dietas” de
Internet.
La
especialista reiteró que es necesario realizar una evaluación del estado de
nutrición de una persona. En este proceso se toman en cuenta los datos
antropométricos (la medición de las dimensiones y algunas características
físicas del cuerpo humano), bioquímicos (es decir, la composición química de
proteínas, carbohidratos y lípidos), los clínicos (la historia clínica del
paciente) y, el estilo de vida.
“Con
ello, se realiza una evaluación, se identifican los problemas nutricionales, se
realiza un diagnóstico nutricional y se elabora un plan de alimentación
especializado e individual”, explicó.
La
Nutrióloga Hernández señaló que cuando no se lleva a cabo un plan de
alimentación adecuado, las personas pueden incurrir en el error de consumir
energía y nutrimentos en exceso, lo que puede generar sobrepeso y obesidad, y
esto en el largo plazo puede desencadenar alteraciones metabólicas que se
manifiestan con resistencia a la insulina, prediabetes, diabetes, hipertensión
arterial, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, condiciones médicas que se
engloban en el llamado síndrome metabólico.
Mientras
tanto, el consumo o ingesta deficiente de energía y nutrimentos también pueden
generar algunas consecuencias en la salud como, bajar de peso de forma
descontrolada, desnutrición, baja talla y, deficiencias nutrimentales, como la
anemia ferropénica, entre otras.
FOSHU
DE LOS 80
La
docente recordó que actualmente se mencionan con frecuencia los alimentos
funcionales, que tomaron relevancia en los años 80 con el nombre de FOSHU (Food
with Specific Health Uses por sus siglas en inglés).
Esto
sucedió debido a que las autoridades sanitarias japonesas introdujeron este
concepto para mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades en
la población.
Los
FOSHU se caracterizan por tener efectos benéficos específicos en la salud del
consumidor como resultado de sus ingredientes (prebióticos, probióticos,
antioxidantes, ácidos grasos omega-3, ácido fólico, fitoesteroles,
fitoestrógenos, entre otros), o porque se le han removido aquellos componentes
del alimento que pueden tener un efecto perjudicial en la salud, por ejemplo,
la eliminación de componentes alérgenos, irritantes e hipercalóricos.
Mencionó
que existe un sinnúmero de alimentos funcionales, mismos que forman parte de la
dieta habitual y que al consumirlos en las cantidades indicadas y por un tiempo
prolongado, proporcionarán un efecto benéfico.
Por
ejemplo, la leche y yogurt contienen probióticos: son alimentos con cultivos
vivos beneficiosos, como resultado de la fermentación, o que se han añadido
para mejorar el equilibrio microbiano intestinal, como el Lactobacillus sp.
Bifidobacteria sp., y, por lo tanto, mejoran el funcionamiento intestinal y
equilibrio microbiano intestinal.
Por
otro lado, indicó que diferentes semillas han sido adoptadas en la dieta, entre
ellas se encuentran la Chía y linaza, cuyas propiedades son ricas en
antioxidantes, fibra y en Omega 3 que ayuda a reducir el colesterol y los
triglicéridos.
Sin
embargo, como todo, en exceso tiene su riesgo, ya que la ingesta es tolerada en
cantidades apropiadas, algunos estudios reportan como efectos adversos de su
consumo la distensión abdominal y el aumento en el número de las deposiciones,
dolor abdominal generalizado asociado a distensión abdominal, ausencia de
deposiciones e intolerancia a la ingesta de alimentos.
BUSCAR
ORIENTACION ADECUADA
Ante
estas circunstancias, la docente recomendó buscar la orientación de un
especialista en nutrición y considerar que la correcta alimentación debe
integrar todos los grupos de alimentos en los tres tiempos de comida, consumo
de agua natural, realizar actividad física, ejercicio, actividades lúdicas.
También
sugirió evitar alimentos altamente procesados, como cereales, galletas, leches
saborizadas, chocolates en polvo y dulces, entre otros. Es importante también
contar con verduras y frutas frescas disponibles en casa que se puedan consumir
en crudo y con cáscara.
“El
consumo de al menos dos litros de agua natural y de verduras y frutas frescas,
ayudará al hígado, riñón y piel a eliminar o desintoxicar el organismo” agregó.
El
control de peso es fundamental en toda persona sana o enferma, más que por
estética por salud.
Si
nuestro deseo es bajar, mantener o aumentar de peso, siempre debemos acudir con
el nutriólogo, para que nos elabore un plan de alimentación de acuerdo con las
características personales y objetivos de tratamiento médico-nutricional.
“Todo
cambio requiere de un proceso educativo, cambio de conductas o hábitos, evaluar
la autoeficacia y evaluar el apego al plan, para poder medir los cambios”,
concluyó.
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