BALA PERDIDA IMPACTO EN LA
CABEZA DE NOHEMI, IMSS LA SALVO
*La noche del 31 de diciembre, en Ciudad Juárez, recibió el balazo y fue
atendida el 1° de enero; la cirugía duró más de tres horas y los especialistas
lograron retirar la bala sin dañar el tejido cerebral
Mientras celebraba el fin de año en casa de unos amigos, en Ciudad
Juárez, Chihuahua, Rita Nohemí Gutiérrez Arreola, mamá de tres hijos, fue
alcanzada por una bala perdida que atravesó su cabeza y que quedó alojada en el
cráneo.
La vida de Nohemí, de 28 años de edad, corría peligro a cada
minuto por la pérdida acelerada de sangre. El impacto de la bala la hizo caer y
se estrelló contra una mesa de madera, lo cual le provocó también una herida
profunda en la frente.
“Mi esposo estaba conmigo y él fue el que me trajo al Hospital
(General Regional) No. 66; estuve consciente todo el traslado, me sentí en
confianza cuando entré y llegaron los enfermeros para darme los primeros
auxilios; recuerdo que me sentaron en una silla y fue cuando perdí la
conciencia. A mí me ayudaron mucho aquí, fue todo muy rápido y hasta ahorita me
han dado todo el medicamento que necesito para mi recuperación”, relató.
El pensamiento centrado en tres pequeños de diez, ocho y tres años
de edad que necesitan de su mamá, le dio la fuerza necesaria a Nohemí para
luchar por su vida, que previo y durante la cirugía para la extracción de la
bala, corrió peligro.
El doctor Horacio Rafael Tinoco Vázquez, neurocirujano y director
del Hospital General Regional (HGR) No. 66 del Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS) en Ciudad Juárez, Chihuahua, se encontraba en una reunión
familiar cuando recibió en su celular, la madrugada del 1° de enero, el estudio
de imagenología de una mujer con una bala en su cráneo.
No dudó en acudir de inmediato al hospital, pues la gravedad de la
herida en el cerebro podía agravarse a cada minuto. Recuerda que Nohemí ingresó
al hospital por el servicio de urgencias con una lesión que comprometía de
manera significativa el tejido cerebral y la audición del lado derecho.
“Una herida de proyectil de arma de fuego en cualquier parte del
cuerpo compromete la vida, pero más siendo una lesión a nivel craneal; el
cerebro es la estructura más importante del cuerpo y no puede ser sustituido
como puede ser el caso del corazón o un hígado; era una situación que ponía en
eminente riesgo su vida y no sólo de sus funciones”, indicó.
OPORTUNA INTERVENCION
El éxito en el caso de Nohemí, dijo, fue el traslado y la atención
oportuna que recibió en las primeras horas tras el impacto de la bala; luego de
una cirugía de más de tres horas, el equipo multidisciplinario pudo extraer el
proyectil que no ocasionó una lesión demasiado extensa y tampoco comprometió
las principales funciones cerebrales.
En el transcurso de su recuperación, uno de los mayores temores de
Nohemí fue la posibilidad de perder parcialmente la memoria. La dieron de alta
el 6 de enero, el Día de Reyes pudo regresar a casa.
“No había visto a mis hijos por estar hospitalizada, cuando salí
de alta llegué a la casa, los vi y fue una sensación única, pensar que sus
recuerdos en mi mente se iban a borrar y que es lo más precioso que yo tengo,
fue algo muy fuerte; los agarré y los abracé, no quería yo soltarlos. Ellos me
vieron, corrieron y me abrazaron: mami, te extrañamos; por eso estoy muy
agradecida que hayan salvado mi vida”, recordó.
La única secuela que Nohemí presenta es un daño en la audición del
oído derecho, el cual estará en evaluación por los médicos del Seguro Social a
fin de conocer el daño que presenta y si es posible recuperar la función con
una cirugía o rehabilitación.
“Ahorita yo me siento en total plenitud, mucho mejor desde que
llegué aquí; tenía temor de que por mis heridas no iba a quedar bien, pero ya
sanaron y me retiraron los puntos. Dios me ha dado muchas fuerzas para salir
adelante y sé que me puso a los mejores doctores del IMSS para que no perdiera
yo mi vida y saliera adelante; estoy muy agradecida con ellos, de corazón se
los digo”, resaltó.
Manifestó que uno de sus mayores deseos en el corto plazo, es
regresar al trabajo de contabilidad que consiguió hace cuatro meses en una
empresa extranjera y así ayudar en la provisión de su familia.
“Somos mucha gente buena que queremos salir adelante como persona
y por la familia, por nuestros hijos. La fuerza de voluntad que tiene una como
mujer, como madre, esposa, hija, de salir adelante, eso me ayuda mucho para no
dejarme caer por lo que me pasó”, afirmó.
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