¿CÓMO BAJAR LA ANSIEDAD A
LOS NIÑOS DURANTE ESTE ENCIERRO?
*Casi cuatro de cada 10 niños en edad
preescolar y primera infancia padecen ansiedad o depresión; se acentúa en
familias que tenían problemas emocionales crónicos: violencia, poca atención de
los padres, adicciones, entre otras
Cuatro
de cada 10 niños menores de 12 años están padeciendo algún trastorno emocional
como consecuencia de la cuarentena: básicamente ansiedad y depresión. Lo
anterior se manifiesta en la incapacidad de concentrarse en tareas escolares
(por mínimas que sean), también presentan cuadros de hiperactividad, padecen
insomnio o pesadillas y las rabietas o berrinches se incrementan de manera
notable.
También
se presentan escenarios de miedo a contagiarse o bien, que algún ser querido
pudiera fallecer por el nuevo coronavirus.
"Hay
muchos niños que aún no logran procesar el encierro y lo más probable es que
sus padres también estén pasando por momentos complicados. A estas alturas de
la epidemia, lo esperado es que la mayoría de las personas y lo niños estén
adaptados a estas condiciones; pero, sabemos que hay otro grupo, que aún no
puede gestionar sus estados emocionales. Puede tratarse de familias con
problemas previos y que ahora con el encierro se han agudizado", dijo la doctora
Claudia Sotelo Arias, directora de Centro de Especialización de Estudios
Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
MAYOR
ATENCION A LOS PEQUES
La
especialista precisó que los niños que padecen trastornos de ansiedad o
depresión en cuarentena pueden estar pasando por los siguientes escenarios:
--Violencia
y maltrato en el hogar que se agudizan por el encierro.
--Padres
que les dedican poco tiempo por estar concentrados en sus tareas laborales.
--Cuando
se presentan cuadros de adicciones de los padres.
--Estar
escuchando constantemente noticias sobre la pandemia.
--No
tener una estructura ni hábitos en casa.
--Cuando
la familia ya tienen una patología emocional previa, por ejemplo, son proclives
a la depresión.
En
ese sentido, la Dra. Claudia Sotelo Arias ofreció unos consejos para que los
padres de familia puedan atenuar estas emociones:
1.-
Mantener una visión positiva de la vida. Hay que aclararle a los niños el
impacto que el virus tiene en los diferentes grupos de edad. Subrayarles que ellos
son los que corren el menor riesgo si siguen las medidas de prevención
recomendadas. Asimismo, deben saber que la pandemia será controlada y entonces
podrán retomar sus actividades con normalidad muy pronto.
2.-
Predicar con el ejemplo. El estado emocional y el entendimiento que los adultos
tienen es lo que van a transmitir a los niños. Por ello, si los papás se
mantienen en calma, tratan de entender y ponen en práctica las medidas de
seguridad, los niños también lo harán: finalmente los niños son el reflejo de
sus padres.
3.-
Hábitos y disciplinas. La recomendación es llevar a cabo rutinas para que los
niños entiendan que no están de vacaciones. Pero al mismo tiempo hay que ser
flexibles y alternar los horarios de las distintas actividades, como bañarse,
jugar, ayudar en las tareas de la casa y tomar las clases en línea o en TV.
También es aconsejable acondicionar un espacio en el hogar, a fin de que los
niños puedan llevar a cabo sus tareas académicas sin distracciones.
4.-
Hay que estar activos. Además de las labores de la escuela, es fundamental
brindarles a los niños actividades para divertirse: desde libros para colorear,
rompecabezas, juegos de mesa y de vez en cuando algún videojuego. Asimismo,
incluir en sus horarios actividades física para que descarguen una parte de su
energía (un buen remedio para bajar la ansiedad).
5.-
Aburrirse no es malo. A veces los padres por el afán de que sus hijos tengan
múltiples actividades no les dan la oportunidad de aburrirse cuando no es
necesariamente malo: aburrirse da la oportunidad de imaginar, de crear y de
tolerar más frustración. Es parte de ser niño.
TRASTORNOS
EMOCIONALES
No
duerme bien y tienen pesadillas.
No
se puede concentrar en sus clases o tareas escolares.
Parece
que olvidó lo aprendido en el colegio; por ejemplo, la sumas o restas,
capitales de países o cuestiones básicas.
Están
de mal humor de forma constante o se muestran retraídos.
Tiene
pavor a enfermarse del COVID-19 y les da mucho miedo que sus seres queridos,
por ejemplo, salgan de casa.
No
tienen hábitos: se duermen en la madrugada y se despiertan muy tarde o comen de
forma compulsiva.
Las
especialistas de CEEPI ofrecen solución para estos trastornos con terapias en
línea tanto para niños como para sus familiares.