LO
BUENO Y LO MALO DEL CALCIO: Dra. ALIZA LIFSHITZ
*Lo malo de este mineral es
ingerirlo en exceso, por lo que es necesario consultar con el especialista
Al calcio le debemos agradecer por un esqueleto y unos dientes
fuertes, porque es en estos dos aspectos en los que el cuerpo se gasta el 99%
de sus reservas de este mineral.
Pero también es esencial para las contracciones musculares, la
coagulación sanguínea, los latidos del corazón y la liberación eficaz de los
neurotransmisores.
Aprendamos en dónde se encuentra, algunas precauciones que se
deben tomar y mucho más datos acerca del calcio.
El calcio se obtiene, principalmente, de los alimentos. Como quizá
se imagina, es en los productos lácteos en donde se encuentra la mayor cantidad,
y son la fuente de este importante nutriente que mejor se absorbe.
La leche, el yogurt, el queso y la mantequilla son monumentos de
calcio. Además, la leche está fortificada con vitamina D.
Desde luego, se encuentra abundantemente en algunos vegetales como
el brócoli, la col (repollo), col china, las hojas de nabo y las de mostaza; en
el salmón y las sardinas, sobre todo enlatadas, con hueso; en las almendras,
las semillas girasol, el tahini y los frijoles.
Además, para aquellos que tienen intolerancia o no disfrutan los
lácteos, o que siguen una dieta vegetariana, hay muchos productos que están
fortificados con calcio: el jugo de naranja, la leche de soya, el tofu, algunos
cereales y panes de caja, pero hay varias fuentes alternativas con alto
contenido de este mineral.
Obviamente existen, suplementos vitamínicos con minerales que lo
incluyen y otros de calcio únicamente.
PARA QUE SIRVE
Es indispensable para tener huesos y dientes fuertes. Cuando hay
deficiencia de calcio —ya sea por alguna condición genética o por un consumo
bajo— puede haber problemas. Casi literalmente, se pueden fracturar (romper o
quebrar) uno o más huesos.
Se puede desarrollar osteoporosis, una enfermedad muy común de los
huesos que significa que los huesos se vuelven frágiles, y se pueden romper a
la menor provocación.
Es la etapa final de un largo proceso de, digamos, créditos de
calcio otorgados al cuerpo: o sea, cuando no se consume suficiente calcio, el
organismo comienza a tomarlo prestado de los huesos hasta que, un día, “crack”…
no hay más. La hipocalcemia (o calcio bajo en la sangre) también puede deberse
a algunos padecimientos como el hipoparatiroidismo, la pancreatitis aguda, por
ejemplo.
El calcio favorece las contracciones musculares, incluyendo la
contracción y la relajación de las arterias; la secreción de las hormonas y
otros químicos; la liberación de los neurotransmisores (unas sustancias que
interactúan y activan a las células) en el cerebro; para mantener el latido del
corazón y la coagulación de la sangre.
Sin embargo, hay que tener cuidado con las interacciones entre el
calcio y algunas medicinas como la Ceftriaxona, algunos antibióticos, la
Digoxina, la Levotiroxina, el litio, el Sotalol y el Verapamil, entre varios
medicamentos.
Por supuesto, el médico es quien debe dar asesoría sobre estas
combinaciones y sobre si se debe tomar calcio en forma de suplementos en primer
lugar.
Por otra parte, así como los alimentos son la fuente principal del
calcio, existen algunos que pueden disminuir su absorción o ayudar en su eliminación.
Por ejemplo, el exceso de cafeína (300 mg, o unas cuatro tazas de
café) reduce su absorción y se asocia con la fragilidad de los huesos.
Algunas formas de fibra dietética como el salvado, la espinaca o
el ruibarbo también pueden disminuir la absorción del calcio, por lo que no se
recomienda consumirlas junto con los suplementos. Y viceversa: el consumo de
calcio puede interferir con la absorción del magnesio y del hierro.
También hay nutrientes que elevan la cantidad de calcio que el
cuerpo absorbe, lo que tampoco es muy conveniente: los probióticos, por
ejemplo. ¡Qué complicado! Como todo….lo mejor de la vida es tener un
equilibrio, pero, a veces, es necesario tener la información correcta.
CUIDADO CON EL EXCESO
De hecho, el exceso de calcio (o hipercalcemia) tampoco es una
buena noticia. Puede ser causado por el hiperparatiroidismo (por ejemplo, por
un crecimiento anormal de las glándulas paratiroideas; que es la causa más
frecuente de la hipercalcemia), el hipertiroidismo, algunas condiciones
genéticas, estar obligado a guardar cama, la insuficiencia renal, el consumir
grandes cantidades de suplementos de vitamina D y, por supuesto, el consumir
suplementos del mismo en exceso (más de 2 mil mg al día; ¡cuidado con la
cantidad de suplementos!).
La hipercalcemia puede provocar estreñimiento, náuseas, vómito,
dolor abdominal, mucha sed, frecuencia para orinar, debilidad muscular, apatía,
depresión, irritabilidad, confusión, dolor en los huesos, ¡disminución en la
estatura!
Es por eso, que es de suma importancia que antes de comenzar a
tomar algún suplemento de calcio o hacer un cambio drástico en la dieta acuda
con tu médico para que encuentren la mejor manera de satisfacer las necesidades
del organismo.