INVESTIGADORES UTILIZAN LA
IA PARA
PREDECIR EL PARO CARDIACO
REPENTINO
Dos
nuevos estudios realizados por investigadores de Cedars-Sinai respaldan el uso
de la inteligencia artificial (IA) para predecir el paro cardíaco repentino,
una emergencia médica que en el 90% de los casos provoca la muerte en cuestión
de minutos.
"El
paro cardíaco repentino es una afección en su mayoría letal, y la prevención
tendrá un gran impacto, pero necesitamos encontrar herramientas clínicas
novedosas para hacerlo posible", comentó el doctor Sumeet Chugh, director
de la División de Inteligencia Artificial en Medicina en Cedars-Sinai y autor
principal de ambos estudios. "El uso de algoritmos de IA para mejorar la
predicción de la parada cardiaca súbita podría ayudar a los médicos a
identificar qué pacientes podrían tener un mayor riesgo de sufrir esta
devastadora afección".
De
acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, cada año
más de 350 mil personas sufren un paro cardíaco repentino fuera del hospital en
Estados Unidos.
Durante
un paro cardíaco repentino, un cambio en la actividad eléctrica del corazón
hace que éste deje de latir repentinamente. Padecer una cardiopatía puede
aumentar las probabilidades de sufrir una parada cardiaca súbita, pero también
puede ocurrir en personas sin cardiopatía conocida.
En
un estudio publicado en Communications Medicine, el doctor David Ouyang,
profesor adjunto de Cardiología y Medicina en Cedars-Sinai, junto con Chugh y
otros investigadores, entrenaron un algoritmo de aprendizaje profundo para
estudiar patrones en electrocardiogramas, también conocidos como ECG, que son
grabaciones de la actividad eléctrica del corazón.
El
modelo estudió electrocardiogramas de personas que experimentaron un paro
cardíaco repentino y personas que no lo hicieron. El estudio incluyó mil 827
electrocardiogramas previos al paro cardiaco de mil 796 personas que
posteriormente sufrieron un paro cardíaco repentino. También incluyó mil 342
electrocardiogramas tomados a mil 325 personas que no experimentaron un paro
cardíaco repentino.
"La
señal digital completa del electrocardiograma funcionó significativamente mejor
que algunos de sus componentes", afirmó Chugh, quien también es titular de
la Cátedra Pauline y Harold Price de Investigación en Electrofisiología
Cardíaca y director asociado del Smidt Heart Institute. "Tenemos previsto
seguir estudiando este método de IA para saber cómo podría utilizarse en un
entorno clínico".
En
otro estudio, publicado en Circulation: Arrhythmia and Electrophysiology,
Chugh, junto con su colega el doctor Piotr Slomka, PhD, director de Innovación
en Imagen de Cedars-Sinai e investigador de la División de Inteligencia
Artificial en Medicina y del Smidt Heart Institute, y otros colegas, entrenaron
un modelo de IA para diferenciar entre dos causas subyacentes del paro cardiaca
súbito: la actividad eléctrica sin pulso y la fibrilación ventricular.
La
actividad eléctrica sin pulso significa que las señales eléctricas del corazón
son demasiado débiles para producir un latido. No puede tratarse con un
desfibrilador y a menudo conduce a la muerte. La fibrilación ventricular es un
tipo de latido irregular que puede hacer que el corazón deje de latir, pero una
descarga eléctrica de un desfibrilador puede desencadenar de nuevo los latidos.
Después
de que el modelo de IA revisara los patrones de las lecturas de los
electrocardiogramas, así como las características de los pacientes, los
investigadores pudieron determinar los factores de riesgo de ambos tipos de
paro cardiaco súbito.
Las
personas que sufrieron un paro cardíaco súbito por actividad eléctrica sin
pulso, por ejemplo, tenían más probabilidades de ser adultos mayores, tener
sobrepeso, padecer anemia o experimentar dificultad respiratoria como síntoma
de alerta. Los que sufrieron fibrilación ventricular tenían más probabilidades
de ser más jóvenes, haber padecido una enfermedad coronaria o haber experimentado
dolor torácico como síntoma de alerta.
PROBABLES BENEFICIADOS
"Tenemos
formas de prevenir el paro cardiaco súbito mediante tecnologías como el
desfibrilador, pero el reto es saber quién tiene más probabilidades de
beneficiarse de esta intervención", afirma el doctor Lauri Holmstrom, PhD,
científico postdoctoral visitante en Cedars-Sinai y primer autor de ambos
estudios. "Estos hallazgos podrían ayudar a los cardiólogos a identificar
qué pacientes tienen más probabilidades de sufrir un paro cardiaco súbito por
actividad eléctrica sin pulso o un paro cardiaco súbito por fibrilación
ventricular, y ayudarles a prevenir que se produzcan estos eventos".
Los
modelos de IA utilizados en ambos estudios se entrenaron, probaron y validaron
con datos de dos estudios en curso sobre el paro cardiaco súbito fundados y
dirigidos por Chugh: el Estudio sobre la Muerte Súbita Inesperada de Oregón y
el estudio Ventura de Predicción de la Muerte Súbita en Comunidades
Multiétnicas (PRESTO).
"Estos
estudios ejemplifican el potencial de la IA para detectar patrones en el
organismo que el ojo humano y las pruebas médicas estándar no pueden
detectar", afirmó el doctor Paul Noble, titular de la Cátedra de Medicina
Pulmonar Vera y Paul Guerin Family y director del Departamento de Medicina de
Cedars-Sinai, quien no participó en los estudios. "Estamos cada vez más
cerca de poder utilizar la IA para prevenir acontecimientos peligrosos como el
paro cardíaco súbito.
Otros
investigadores de Cedars-Sinai que trabajaron en el estudio Communications
Medicine son Harpriya Chugh; Kotoka Nakamura, PhD; Ziana Bhanji; Madison
Seifer; Audrey Uy-Evanado, MD; y Kyndaron Reinier, PhD.
Otros
investigadores de Cedars-Sinai que trabajaron en el estudio Circulation:
Arritmia y Electrofisiología son Bryan Bednarski; Harpriya Chugh; Habiba Aziz;
Hoang Nhat Pham, MD; Arayik Sargsyan, MD; Audrey Uy-Evanado, MD; Damini Dey,
PhD; y Kyndaron Reinier, PhD.
Financiación:
Ambos estudios fueron financiados, en parte, por el Instituto Nacional del
Corazón, Pulmones y Sangre.
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