RESISTENCIA A
ANTIMICROBIANOS ENTRE LAS
DIEZ AMENAZAS DE SALUD
PUBLICA GLOBAL
•Entre 1 y 1.5 millones de fallecimientos le
fueron atribuidos en el 2022, a nivel global
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa a la resistencia a los
antimicrobianos entre las 10 principales amenazas de salud pública a las que se
enfrenta la humanidad; específicamente, ocupa la quinta posición de la lista.
Esta
resistencia surge cuando microorganismos (bacterias, virus u hongos) sufren
cambios y dejan de responder a ciertos medicamentos -como los antibióticos-,
dificultando el tratamiento de diversas enfermedades.
El
impacto de la resistencia a los antimicrobianos es tan visible que entre 1 y
1.5 millones de fallecimientos le fueron atribuidos en el 2022, a nivel global.
Si esta situación continúa acrecentándose sin control, el mundo podría llegar a
contabilizar hasta 10 millones de muertes, en el 2050.
Helicobacter
pylori, Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Escherichia coli,
Klebsiella pneumoniae y Salmonella spp son algunos de los microorganismos con
mayores niveles de resistencia a diversos tipos de medicamentos y que ponen en
riesgo la salud de la población.
El
doctor Rafael Valdez, director senior de Asuntos Médicos y Científicos de
Antiinfecciosos de Pfizer Latinoamérica, advierte que los medicamentos
antimicrobianos son esenciales para resguardar la salud de las personas; sin
embargo, su uso excesivo o inadecuado (por ejemplo, no tomarlos tal cual fueron
recetados o ingerir los prescritos a otra persona) pone en peligro su eficacia.
“El
hecho de que estén surgiendo y expandiéndose nuevos microorganismos
resistentes, tanto en la región como en el mundo, amenaza las capacidades de
los sistemas de salud para hacerle frente a infecciones comunes y puede generar
enfermedades prolongadas, discapacidad y hasta muerte. Por eso, en Pfizer creemos
en la importancia de emplear innovadoras herramientas, en alianza con otros
actores, para mejorar la apropiada utilización de los antiinfecciosos; es
decir, evitar a toda costa su mal uso o el abuso de ellos. Además, estamos
enfocados y trabajando en desarrollar nuevas terapias, así como en la
generación de estrategias que ayuden al tratamiento de infecciones graves y
donde haya una resistencia a los medicamentos convencionales”, comentó.
El
objetivo de Pfizer responde al lema de este año de la Semana Mundial de
Concientización sobre la resistencia a los antimicrobianos -del 18 al 24 de
noviembre de 2023-, “Prevengamos juntos la resistencia”.
De
esta manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamado a la
colaboración entre sectores bajo el enfoque “Una sola salud”, que reconoce la
multidimensionalidad y necesidad de una respuesta intersectorial ante esta
problemática global.
LA RAM Y LA PANDEMIA POR COVID-|9
Al
llegar la pandemia por covid-19 en el 2020, las estrategias planteadas con
anterioridad y los recursos, tanto humanos como financieros, que contribuían
con la vigilancia y respuesta ante este problema de salud en la región de las
Américas, se desviaron para la atención de la emergencia. Asimismo, la
resistencia a los antimicrobianos siguió ganando terreno por el aumento en el
uso de antibióticos para tratar a las personas con covid-19, ante la
preocupación por coinfecciones bacterianas y la dificultad de diferenciar entre
ambas enfermedades.
Adicionalmente,
se dio un incremento en las infecciones causadas por diversos microorganismos multirresistentes,
así como una mayor propagación de varias de las superbacterias (cepas de
bacterias resistentes a antibióticos), lo que implicó hospitalizaciones más
extensas, mayores costos en servicios y fallecimientos.
La
carga de la resistencia a los antimicrobianos a nivel del sistema salud y de
cada país es considerable. Esta incide en que las enfermedades más difíciles de
tratar puedan propagarse, de persona a persona, y que sea necesario usar
antibióticos más fuertes o, por el contrario, no se cuenten con las opciones
requeridas para su tratamiento. También, se pueden dar afectaciones en la
productividad de los pacientes y cuidadores, hacer más riesgosos ciertos
procedimientos médicos (cirugías mayores), así como quimioterapia contra el cáncer.
“A
pesar de la larga historia de vigilancia de la resistencia a los
antimicrobianos, cuantificar su carga ha sido difícil de alcanzar. Resulta
necesario que los países, comunidades, personas y demás actores pongamos nuestro
empeño en potenciar esa capacidad de vigilancia para aportar mayores datos y de
valor, a manera de facilitar su integración en la toma de decisiones para
luchar contra este problema de salud”, continuó el doctor Valdez.
Expertos
en resistencia a los antimicrobianos coinciden en que es necesario afrontar,
pronto, ciertos desafíos, incluyendo concientizar a la población en general
sobre esta amenaza mundial y sus riesgos.
Asimismo,
la importancia de movilizar recursos para su atención, optimizar la relación
entre los sectores públicos y privados en búsqueda de colaboraciones
multisectoriales y sacarle mayor provecho a la tecnología.
El
doctor Valdez concluyó indicando que la sociedad en sí, también, puede poner en
práctica diversas acciones para tratar de resarcir los efectos de la
resistencia a los antimicrobianos. Por ejemplo, colocarse las vacunas
recomendadas, de acuerdo con el esquema de su país, y lavarse las manos
constantemente, la cual es una medida económica y eficaz que salva vidas.
Además de las acciones relacionadas con la ingesta de antibióticos, otras
incluyen cubrirse la nariz y boca al toser, mantenerse sano y si la persona se
enferma, quedarse en casa.
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