BRINDAN
ESPERANZA DE VIDA PARA PACIENTES CON CANCER DE HIGADO
El carcinoma hepatocelular (HCC) o cáncer de
hígado es la tercera causa de mortalidad por cáncer a nivel mundial, con un
estimado de 700 mil muertes por año.
El principal factor de riesgo asociado con su
desarrollo es la presencia de cirrosis hepática, principalmente la relacionada
con las hepatitis virales C y B.
Se calcula que menos del 46% de los casos de
cáncer de hígado son diagnosticados en etapas tempranas, por lo que la mayoría
de los pacientes no pueden recibir terapias potencialmente curativas.
Uno de los casos de esperanza de vida en este
tipo de neoplasia, es el de Kandice Fogle, de 43 años, quien se acababa de
mudar a Houston cuando comenzó a sentir dolor en la espalda y la ingle. Después
de someterse a una tomografía computarizada, los médicos encontraron una gran
masa en su hígado.
Una biopsia confirmó que ella tenía
colangiocarcinoma intrahepático, más comúnmente conocido como cáncer del
conducto biliar.
Después de que se extrajera la masa y se
sometiera a quimioterapia y radioterapia, su cáncer regresó seis meses después.
Asustada de no vivir para ver crecer a sus dos hijas, de 9 y 5 años, se
inscribió en un ensayo clínico para averiguar si el trasplante de hígado era
una opción viable para su tratamiento.
“Estudios anteriores informaron tasas de
supervivencia muy bajas para pacientes con colangiocarcinoma intrahepático que
se sometieron a un trasplante de hígado, por lo que estos pacientes generalmente
fueron descartados”, dijo el doctor R. Mark Ghobrial, jefe de Trasplante de
Hígado del Houston Methodist J.C. Walter Jr. Transplant Center.
“Sin embargo, en ninguno de los estudios
anteriores se trató a los pacientes con quimioterapia antes de extraer el
hígado. Por lo tanto, queríamos ver si podíamos reducir el tamaño del tumor con
quimioterapia, estabilizarlo durante unos meses y luego realizar un trasplante
de hígado”, añadió.
En octubre de 2011, casi tres años después de
ser diagnosticada, Kandice Fogle recibió la llamada que había estado esperando.
“El día que me dijeron que mi tumor había
dejado de crecer, después de someterme a meses de quimioterapia y tener
problemas con mi función hepática, me alegré de tener una segunda oportunidad
de vida. Sabía que no iba a ser fácil, pero creía que era mi única oportunidad
de ver crecer a mis hijos”, dijo.
El estudio, realizado en el Houston Methodist
J.C. Walter Jr. Transplant Center y el MD Anderson Cancer Center de la
Universidad de Texas, aceptó a 12 pacientes, de los cuales seis recibieron
trasplante de hígado. La tasa de supervivencia fue del 100% al año y del 83% a
los cinco años, y el 50% de los pacientes no tuvo recurrencia de cáncer más de
cinco años después del trasplante.
“Estos resultados son prometedores, porque en
este momento no hay cura para esta enfermedad si no se puede extirpar
quirúrgicamente”, explicó el doctor Milind Javle, profesor de oncología médica
y líder del equipo del MD Anderson.
“Necesitamos explorar más a fondo y realizar
grandes ensayos multicéntricos para validar estos resultados antes de
determinar que esta terapia es el estándar de atención”, precisó.
“Me siento alentado por los resultados en este
primer grupo de pacientes y espero que podamos usar este tipo de terapia para
ayudar a más pacientes en el futuro”, expresó.
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