DESCUBREN PROTEINA CLAVE EN
LA FORMACION DE
MIELINA, QUE PODRIA SER
BLANCO TERAPEUTICO
PARA ENFERMEDADES
NEUROLOGICAS
Un
estudio pionero liderado por los doctores Bo Hu y Jun Li, del Hospital Houston
Methodist, ha identificado a la proteína PAK2 como un regulador esencial en la
mielinización de los nervios periféricos.
Este
hallazgo no sólo aporta una pieza clave al entendimiento de cómo se forma la
mielina, sino que además abre nuevas posibilidades terapéuticas para tratar
enfermedades neurológicas causadas por una mielinización defectuosa.
La
investigación, publicada en la revista Brain, se centró en el papel que
desempeña PAK2 (quinasa activada por p21 tipo 2) en las células de Schwann, que
son las encargadas de recubrir los nervios periféricos con mielina.
Esta
vaina de mielina es fundamental para una transmisión rápida y eficiente de las
señales nerviosas. Cuando este recubrimiento falla o se daña, pueden aparecer
trastornos neurológicos con síntomas que van desde debilidad muscular hasta
pérdida de sensibilidad o dolor.
Un
modelo genético que revela el rol de PAK2: Para estudiar la función de
PAK2, el equipo científico desarrolló un modelo de ratón en el que esta
proteína fue eliminada específicamente en las células de Schwann. Los animales
resultantes presentaron graves problemas de movimiento y crecimiento desde
edades muy tempranas.
“Eliminamos
PAK2 en las células de Schwann y observamos una hipomielinización severa, junto
con una reducción en la velocidad de conducción nerviosa y alteraciones en el
comportamiento”, explica el Dr. Hu. “Lo más llamativo fue que muchas de estas
células no lograban completar la fase de clasificación axonal, una etapa clave
en el inicio de la formación de mielina”.
La
importancia funcional de PAK2 se confirmó cuando los investigadores
reintrodujeron la proteína en estas células mediante un sistema de entrega por
lentivirus. Esta intervención revirtió los efectos negativos en los ratones,
pero sólo funcionó cuando la proteína PAK2 estaba activa —es decir, cuando
mantenía su capacidad como quinasa. Una versión mutada sin esta actividad no
logró restaurar la mielinización, lo que demuestra que la función enzimática de
PAK2 es esencial.
PAK2,
un nodo central en las señales de mielinización: El estudio también
evidenció que PAK2 actúa como un punto de integración de varias vías de
señalización celular que promueven la formación de mielina. Entre las moléculas
que influyen en su activación están la neuregulina-1 y la proteína priónica,
ambas ya conocidas por su papel en el desarrollo del sistema nervioso.
Un
hallazgo especialmente novedoso fue que los lípidos presentes en la mielina
también pueden modular la actividad de PAK2. Algunos la aumentan, mientras que
otros la inhiben. Esta capacidad de los lípidos para influir en PAK2 sugiere
que podrían utilizarse como herramientas terapéuticas para ajustar el proceso
de mielinización, por ejemplo, mediante la administración de ciertos tipos de
lípidos o modificaciones específicas en la dieta.
Implicaciones
en enfermedades neurológicas: Los investigadores del Hospital Houston
Methodist también exploraron el comportamiento de PAK2 en un modelo animal del
síndrome de Charcot-Marie-Tooth, una enfermedad hereditaria que afecta los
nervios periféricos. En este modelo, se observó una disminución en la actividad
de PAK2, lo que refuerza la idea de que esta proteína puede ser un blanco
terapéutico para tratar trastornos en los que la mielinización está
comprometida.
“El
hecho de que PAK2 esté menos activa en este tipo de neuropatías sugiere que
podríamos desarrollar tratamientos que reactiven su función, con el potencial
de mejorar los síntomas y la progresión de estas enfermedades”, añade el Dr.
Hu.
Un
factor exclusivo de las células de Schwann: Otro aspecto importante del
estudio es que la eliminación de PAK2 en neuronas no causó efectos negativos,
lo que indica que su función está específicamente ligada a las células de
Schwann. Esto significa que PAK2 permite que estas células, de forma autónoma,
regulen procesos vitales de reparación y mantenimiento del sistema nervioso
periférico, como ocurre después de una lesión nerviosa.
Sorprendentemente,
a pesar de su gran similitud estructural con otra quinasa llamada PAK1, la
eliminación de esta última no provocó ningún problema detectable en la
mielinización. Esto sugiere que, aunque PAK1 y PAK2 comparten una estructura
muy parecida, su función dentro de las células es claramente distinta.
Un
avance con miras al futuro: Este trabajo representa un avance significativo
en la comprensión de los mecanismos moleculares que rigen la mielinización en
el sistema nervioso periférico. Al identificar a PAK2 como una proteína clave
en este proceso, los investigadores han abierto una vía para el desarrollo de nuevos
tratamientos que podrían beneficiar a pacientes con enfermedades neurológicas
actualmente sin cura.

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